Viernes 17 de agosto de 2018
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EN MARAYES, CAUCETE
Marayes es noticia ahora porque un abogado busca actualizar títulos de propiedad y busca quedarse con 95 mil hectáreas.
Jorge Amarfil, el abogado
que lleva los sucesorios y
que consiguió cesión de de-
rechos en su favor.
Empezó como un suceso-
rio común. Se presentaron
miembros de una
comunidad indígena.
Ahora aparecen cesiones
de terrenos que podrían
ser dudosas. Otro letrado
pedirá una investigación
penal.
N
o es la primera vez que
grandes extensiones de tie-
rras en el territorio sanjua-
nino están bajo disputa. Hace
algunos años, un director de Catas-
tro fue echado por permitir manio-
bras para que algunos agrimensores
se quedaran con importantes exten-
siones. Incluso esas maniobras hi-
cieron que miles de hectáreas
pegadas a la cordillera con glaciares
incluidos, tuvieran un dueño.
En Calingasta, hay tres superposi-
ciones de planos sobre una exten-
sión de 33 mil hectáreas. Los
dueños originales serían de Cór-
doba. En Iglesia quisieron reclamar
sobre tierras de la empresa Barrick,
que incluían el lugar de emplaza-
miento del by pass que va a Vela-
dero. La intendencia de Iglesia quiso
expropiar terrenos adyacentes a la
pista de aterrizaje de Barrick y de-
clararlos de interés público. El costo
era de entre 4 y 8 millones de
pesos.
En estas situaciones hay un deno-
minador común: algún profesional
que encuentra la manera de que-
darse con toda la torta y no se con-
forma con una porción.
Ahora, un juicio sucesorio iniciado
en el juzgado de Paz de Caucete,
amenaza con transformarse en un
escándalo, aunque ya presenta una
lucha de intereses y aparece la des-
confianza en el medio.
El litigio en cuestión involucra
unas 95.000 hectáreas
ubicadas en
la localidad de Marayes, Caucete,
extensión que llega casi hasta Valle
Fértil. En medio de la disputa, apa-
recen títulos imperfectos, cesiones
de derechos, reclamos de pueblos
originarios y hasta la sospecha de
que haya terrenos fiscales.
El conflicto salió a luz cuando
Franco Gil, integrante de la comuni-
dad Pinkanta, salió a denunciar que
un abogado intenta quedarse con
tierras de aborígenes. El letrado es
Jorge Amarfil, quien es apoderado
de varios pobladores de la localidad
de Las Chacras, cuyas tierras están
dentro del área en litigio y al que
muchos vecinos le cedieron dere-
chos como forma de pago.
“La cesión es legítima y legal,
todo fue hecho ante escribano
público”
, dijo la jueza de Paz del
departamento, Luciana Salvá,
quien por estas horas trata de
tomar contacto con los poblado-
res de la zona afectada.
La historia se remonta a la dé-
cada del 50, cuando una abogada
ofreció normalizar títulos y a cam-
bio se cobraba con tierras. Algu-
nos de los habitantes cedieron,
otros no y luego aparecieron los
herederos de quienes no habían
firmado, razón por la cual se ini-
ció el juicio sucesorio.
¿De qué lo acusa Gil a Amarfil?
De querer actualizar esos títulos,
por eso dice que llamó a los here-
deros, la mayoría nietos de los ti-
tulares, y él compraría la cesión
de derechos en un porcentaje
que rondaría el 80%. No se sabe
cuál es el precio que pagaría a
los herederos.
El terreno es extenso, son 95.000
hectáreas. A 35 kilómetros en di-
rección a Valle Fértil está Las
Chacras, cerca queda Bermejo
donde está la comunidad Gual-
taya Kaja Bermejo y en estos lu-
gares la ocupación es ancestral.
Un abogado quiere quedarse
con 95.000 hectáreas
—¿Cómo nace el conflicto con las tie-
rras de Marayes?
—En la comunidad de Las Chacras hay un
grupo de familias que tiene ocupación y
hace usufructo del territorio de forma an-
cestral. Desde generaciones anteriores
viven en el mismo lugar y hacen ocupación
del territorio. El tema territorial es algo que
siempre ha preocupado a la gente de ahí,
el tener un título que los deje tranquilos
para trabajar, para vivir. En el año 50, dicen
los más viejitos, que todos pagaban im-
puestos, de esa manera trataban de obte-
ner una posesión porque en esa época el
derecho indígena no estaba reconocido.
Apareció una abogada que les propuso ob-
tener el título y ella se cobraba quedán-
dose con la mitad de las tierras. Algunos
firmaron y otros no. Eso da un resultante
que algunos de los que viven actualmente
son herederos, otros no.
—¿Cuándo aparece el abogado Jorge
Amarfil, que ustedes acusan de querer
quedarse con casi todo?
—Cuando ve toda esa información, lo que
hace mediante un trabajo de varios meses,
es tratar de convencer a la gente de que
firme. Quienes firmaron de Las Chacras
son tres, de un total de 26. El resto vive en
San Martín, Angaco y algunos en Men-
doza.
—¿Pudieron hablar con esas personas
que firmaron?
—Sí y nos dijeron sentirse engañadas al
conocer la situación. De acuerdo a lo que
dijo la jueza, Amarfil ha conseguido con
esas firmas que se le cedan derechos. La
gente no sabía, al menos con los que ha-
blamos, dicen que no es lo que les decía.
No es la primera vez que se quieren apro-
piar de esas tierras, en el 2013 un tal Malla
intentó lo mismo. Amarfil los hizo firmar di-
ciéndoles que Malla se iba a quedar con
todo. En realidad Amarfil se quedaría con
60.000 y 90.000 hectáreas.
—¿Habrá alguna presentación?
—Sí, por supuesto, el abogado Miguel Be-
cerra hará una presentación en lo Civil y
seguramente también en la parte penal,
tratando de que se aplique el derecho indí-
gena, que es un derecho preexistente
como dice la Constitución, Además hay de-
rechos consuetudinarios y la adhesión de
Argentina a todos los convenios internacio-
nales sobre pueblos originarios. Nosotros
pensamos en un título debe ser comunita-
rio.
—¿Se sabe cuánto pagó el abogado y si
pagó a los herederos por esa cesión de
derechos?
—No y se va a iniciar una investigación
para saber bajo qué circunstancias firma-
ron las cesiones de derechos.
FRANCO GIL – COMUNIDAD PINKANTA
“Quienes firmaron de Las Chacras
son 3, de un total de 26”
