Viernes 5 de octubre de 2018
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LIRAGLUTIDA
¿La droga mágica para bajar de peso?
E
s la esperanza para quienes
intentaron todo tipo de dietas y
siempre recuperaron esos
kilos de más. La liraglutida fue creada
para el tratamiento de personas con
diabetes pero como ocurre con mu-
chos fármacos, su éxito comercial está
relacionado con la posibilidad de hacer
bajar de peso a quienes la utilicen.
Desde hace un par de años se utiliza
con este fin en Europa y la novedad
es que la Administración Nacional de
Medicamentos, Alimentos y Tecnolo-
gía Médica (Anmat) autorizó la liraglu-
tida en mayor dosis que la requerida
para la diabetes –pasó de 1,8 miligra-
mos a 3 miligramos- por lo que es apta
para bajar de peso. Es un medica-
mento que viene en una jeringa prelle-
nada y si bien se utiliza desde hace
años para pacientes con diabetes tipo
2, ahora la ANMAT la autorizó como
adelgazante.
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Actúa sobre los receptores del cerebro
que controlan el apetito y la saciedad.
El Gobierno lanzará un plan nacional
para prevenir el sobrepeso y la obesi-
dad infantil y no se descarta que se in-
cluya la droga. El medicamento está
indicado a personas mayores de 18
años con un índice de masa corporal
(IMC, coeficiente que surge de dividir
el peso sobre la altura al cuadrado)
igual o superior a 30 (obesidad) o
mayor a 27 (sobrepeso), que además
presenten algún factor de riesgo adi-
cional, como hipertensión o diabetes.
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La liraglutina es del laboratorio Novo-
Nordisk y es un análogo 97% igual a
la GLP-1, una hormona que se secreta
en el intestino delgado en respuesta a
la ingesta de alimentos. Actúa en el pán-
creas, estimulando la secreción de insu-
lina e inhibiendo la liberación de
glucagón, por lo que disminuye los nive-
les de azúcar en la sangre.
Una de sus características principales
es que tiene un efecto inhibidor del ape-
tito, y la sensación de saciedad dura al-
rededor de 24 horas y por eso se debe
inyectar a diario, idealmente a la misma
hora. El objetivo es aprovechar su efecto
anorexígeno para que al paciente le sea
más fácil acoplarse al plan de alimenta-
ción propuesto por el médico y los estu-
dios afirman que en un año
aproximadamente, el paciente puede
perder hasta el 10% de su peso inicial y
reducir así el riesgo de enfermedades
asociadas.
Los ensayos de liraglutida incluyeron
consejos de dieta y de ejercicios, con
aumento de la actividad física a 150 mi-
nutos / semana y reducción de la in-
gesta diaria de energía a 500 kcal por
debajo del requerimiento energético indi-
vidualizado. Liraglutida dio como resul-
tado una pérdida de peso adicional de
aproximadamente 5% con respecto a
los pacientes que sólo se les inyectó pla-
cebo.
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No es el primer fármaco que ayuda a
combatir el sobrepeso y la obesidad.
Hay antidepresivos y antiepilépticos que
están siendo estudiados. Eso sí, todavía
no se crea el fármaco mágico, cualquier
tratamiento exige cambios en el estilo de
vida, una dieta sana y ejercicio.
Los principales interesados en la liraglu-
tida son hombres y mujeres entre 40 y
55 años con varios fracasos en cuanto a
dietas. A esa edad cuesta más bajar los
kilos en exceso y ya no son tan eficien-
tes.
E
n julio de 2016, en el sitio web de la
Sociedad Argentina de Cardiología,
la especialista Alejandra Folgarait
se refería a los beneficios cardiovasculares
de la liraglutida.
“Ahora, un nuevo estudio muestra que la li-
raglutida no sólo es capaz de reducir la glu-
cemia, sino que también puede reducir un
22% la mortalidad por infarto de miocardio,
accidente cerebrovascular y otras causas
en pacientes con diabetes tipo 2. De esta
manera, la liraglutida es el primer fármaco
de la familia de los análogos GLP-1 que
muestra beneficios cardiovasculares.
El estudio multicéntrico LEADER (Liraglu-
tide and Cardiovascular Outcomes in Type
2 Diabetes), publicado en The New En-
gland Journal of Medicine, siguió durante
casi cuatro años a 9.340 pacientes con 7%
o más de hemoglobina glicosilada y alto
riesgo cardiovascular (por haber padecido
un evento o por tener uno o más factores
de riesgo). La mitad de los pacientes recibió
diariamente una inyección subcutánea de li-
raglutida 1,8 mg, mientras el resto recibía
un placebo inyectable.
Al cabo de un promedio de 3,8 años, los
pacientes que habían recibido liraglutida re-
gistraban menos infartos cardíacos y ACV
no fatales, y menos mortalidad que los pa-
cientes del grupo placebo. En concreto, la
mortalidad cardiovascular se redujo un 22%
y la mortalidad general disminuyó un 15%
en los pacientes que recibieron liraglutida –
agregada al tratamiento estándar para la
diabetes- versus los que fueron inyectados
con placebo.
Además, quienes recibieron este análogo
del GLP-1 (péptido similar al glucagon) ex-
perimentaron una reducción de 2,3 kg en el
peso, una disminución de 1,2 mmHg en la
presión sistólica y un aumento de 0,6
mmHg en la diastólica respecto del grupo
control.
En cuanto a la frecuencia cardíaca, se ob-
servó un aumento no significativo de tres la-
tidos por minuto en quienes tomaron el
fármaco. Respecto de los efectos adversos
serios, no se registró un aumento de la
pancreatitis aguda ni de la crónica en los
tratados con liraglutida ni se produjo una di-
ferencia significativa en cuanto al desarrollo
de cáncer. Sí se observó un aumento de
colecistitis con la liraglutida, además de
náuseas y vómitos pasajeros”.
El efecto cardiovascular
La ANMAT
autorizó la
liraglutida para
bajar de peso.
Tiene efectos
adversos como
dolores estomaca-
les. El tratamiento
cuesta alrededor
de 7 mil pesos
mensuales.
Los cardiólogos
aseguran que
baja los riesgos
vasculares.
