Viernes 3 de mayo de 2019
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HOSPITAL RAWSON
E
n los últimos tiempos, en
Mendoza se empezó a sentir
con fuerza el reclamo del
sector empresario pidiendo al go-
bierno una modificación en la ley an-
timinera, aprobada en el 2007.
Aunque cueste creerlo, la Unión In-
dustrial de Mendoza, el Clúster Ener-
gético de Mendoza y el Consejo
Empresario, le solicitaron al gobierno
que se permita la actividad minera
metalífera, hasta el momento prohi-
bida.
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La adhesión no sólo está dirigida a
empresarios, sino también a colegios
profesionales, organismos técnicos,
instituciones educativas, centros de
capacitación, profesionales indepen-
dientes, entre otros actores de la
economía provincial.
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Uno de los párrafos de la petición
sostiene que otras provincias vecinas
"gozan de los beneficios del
desarrollo de este sector,
sin que a la fecha se
comprueben los ne-
fastos efectos anun-
ciados. Hoy vemos
cómo pymes de
San Juan o Neu-
quén tienen creci-
miento sostenido
como proveedores del
sector, no sólo gene-
rando trabajo
sino
también invirtiendo, innovando en
tecnología o agrupándose entre ellas
para asumir desafíos más importan-
tes, en otros lugares del país o del
mundo".
—¿Cómo ven, en el ámbito mi-
nero, el cambio de actitud de los
empresarios mendocinos que
ahora piden modificar la ley anti-
minera?
—Lo vemos muy bien, es una situa-
ción que venimos trabajando hace
bastante, no ha sido tan abrupto. Ve-
nimos teniendo reuniones con la
Unión Industrial, el Consejo Empre-
sario y otras cámaras, haciéndoles
notar las posibilidades que Mendoza
se está perdiendo por no poder de-
sarrollar la minería. Es un trabajo de
años con reuniones periódicas.
—¿Por qué el empresario no pidió
antes el cambio de la ley?
—Es una opinión muy personal, creo
que le faltaba información y no cono-
cían bien. Mendoza no tiene antece-
dentes del negocio de desarrollo
minero, entonces había muchas
cosas que no se entendía, por ejem-
plo, el uso del agua y su contamina-
ción o no, cuánto le quedaba a la
provincia, varias inquietudes que fui-
mos disipando en estos empresarios.
—¿Hay otras motivaciones?
—Por supuesto, a nadie escapa que
la situación económica no está como
para descartar nuevas posibilidades
de trabajo. Una combinación de
ambas cosas ha generado este cam-
bio de actitud.
—¿Qué posición tenían, cuando
se aprobó la ley antiminera, estos
sectores que ahora reclaman un
cambio?
—Yo diría que la posición inicial en el
2007 fue de indiferencia, no les afec-
taba y no les dieron importancia, no
creo que hayan estado ni en contra
ni a favor.
—¿Con esta movida, el ejecutivo
de Mendoza se va quedando sin
alternativa para seguir soste-
niendo esta prohibición?
—Me encantaría poder decirlo así,
creo que la política tiene siempre
salida, aunque no sea la más ló-
gica. Me gustaría que se conven-
ciera que este es un aporte muy
importante para la diversificación
de la matriz productiva de Men-
doza, que es conveniente, porque
no queda otras alternativa. Aspiro a
que tomen esto como una contribu-
ción que necesariamente hay que
modificar.
RAÚL RODRÍGUEZ – PRESIDENTE
CÁMARA MINERA DE MENDOZA
Las guardias
en cirugía in-
fantil desata-
ron un
conflicto entre
médicos, jefes
de Servicio,
gremio y Mi-
nisterio de
Salud.
“Los sectores que
ahora piden minería,
antes fueron indiferentes”
La situación económica obligó a un amplio sector
empresarial mendocino a pedir que ahora la minería
metalífera se pueda desarrollar en la vecina provincia.
Lo que antes contaminaba ahora es una fuente de
recursos genuinos.
DANIEL SANNA –SECRETARIO GENERAL SINDICATO MÉDICO
“Fasoli habría realizado cirugías
en la parte privada
durante el horario hospitalario”
—¿Cómo cayeron en el gremio las
aseveraciones del doctor Fasoli,
acerca de una connivencia del sin-
dicato en la diagramación de las
guardias en cirugía infantil?
—Creo que hay una historia. Hace
poco más de un año, el 70% de los
médicos del servicio pidieron amparo
gremial por la situación que estaban
atravesando, era un estado de preca-
riedad. En la nota de El Nuevo Diario
hace referencia a las guardias, en su
momento eran unipersonales, había
días que no estaban cubiertas, el ar-
mado de equipos con dos cirujanos
era utópico en la época de este hom-
bre. Abrazó un régimen de 44 horas
semanales.
—¿Qué implicaba esto?
—Dedicación full time, no tener activi-
dad privada, dedicación exclusiva,
ocho horas diarias de lunes a sábado,
que el doctor Fasoli no cumplió. Él,
como jefe, debería haber dado el
ejemplo. Renuncia a ese régimen des-
pués de esclarecer las observaciones
del delegado fiscal.
—¿Qué hizo el sindicato?
—Elevó una nota a las autoridades
del hospital y luego hubo una sola
reunión entre la ministra y los médi-
cos, de la cual salió la decisión de
desplazar al jefe de servicio y desig-
nar a uno nuevo. El doctor Fasoli era
interino, ni siquiera concursado, fue
relevado y se designa al doctor Pablo
Medard. Cuando nos reunimos con
Fasoli, le pedimos manual de funcio-
nes, medidas de higiene, organigrama
de servicio y no presentó nada. Como
servicio no tenía nada estructurado,
Medard se avocó a trabajar y presentó
todo a fines de 2018 y además abraza
los contratos eventuales.
—¿Cómo surgen?
—Después de una reunión con el exmi-
nistro Balverdi, era una herramienta
ante planteles cortos. Si dos se iban de
licencia, no se podía recargar a otros.
Esto surge por necesidades del sis-
tema, se utilizan no solo para médicos,
en Maternidad, la falta de enfermeros
hace que se cubra con contratos even-
tuales.
—¿Qué régimen de trabajo tiene ac-
tualmente el doctor Fasoli?
—Debería tener 36 horas semanales y
debería cumplir de 7 a 13 horas.
—¿Por qué “debería”, no cumple?
—Debería... Vamos a pedir, desde el
sindicato, tenemos competencia para
hacerlo, la sábana al hospital Rawson
y a Obra Social Provincia, las cirugías
que realizó el doctor Fasoli –si es que
lo hizo— en horario que debería haber
estado en el hospital. Esta es una de-
nuncia muy seria y una vez que reuna-
mos toda la documentación se la
vamos a dar a conocer.
—Fasoli también integra la comisión
directiva de la Asociación de Clíni-
cas y Sanatorios, ¿la denuncia no
tiene nada que ver con la institu-
ción?
—No, no podemos atribuirle a Clínicas
y Sanatorios esto. Él es un hombre pú-
blico, es el presidente, se equivoca y
enloda a la institución con lo que puede
traerle aparejado, porque nosotros no
lo vamos a dejar ahí, se lo aseguro.