gobernadoresdemimemoriafinal2014 - page 79

Los gobernadores de mi memoria
79
Todos han dicho la verdad. Es peligroso juzgar a un hombre pocos días después
de muerto. Es injusto descalificarlo por haber jugado mejor que nadie un juego
cuyas reglas él no estableció. Leopoldo Bravo fue el arquetipo de una época de
la política argentina.
Pragmático, oportunista, sin sueños de grandeza
nacional. Nació y vivió muy cerca de la casa natal de Domingo F. Sar-
miento pero fue muy distinto. Tan distinto como el siglo XX del XIX.
La pintura de Avila es quizás demasiado dura hacía la figura del líder
bloquista.
No es poco lo que logró como dirigente.
No todo pasa por la ideología o los principios personales.
Gobernar es mucho más que eso.
Y Bravo,
desde un partido provincial se las ingenió para tener presen-
cia en la política nacional como muy pocos sanjuaninos la tuvieron
en el siglo XX.
Fue así como con un solo senador fue importantísimo en la reforma
constitucional que posibilitó la reelección de Menem. Y fue su peso per-
sonal el que posibilitó que San Juan tenga hoy una coparticipación fe-
deral mucho mayor a lo que representa económica y poblacionalmente
en el concierto de las provincias.
También hay que decir que formando parte de un gobierno militar que
terminó acusado de gravísimos hechos en materia de derechos huma-
nos,
su acción al frente de su partido y de la provincia, no ha merecido
reparos en ese campo.
Los últimos años
Los últimos años del viejo caudillo fueron tristes.
Bravo abandonó sus funciones en el senado en 2001. En sus últimos
años, padeció de Alzheimer, y evitó aparecer públicamente.
Contaba Ivelise:
Leopoldo hoy, pasados sus ochenta años, quiere ser enterrado no junto a mí
sino conmigo. Quiere mandar a construir un cajón doble, donde entremos los
dos, uno al lado del otro, o uno de dos pisos, lo mismo da. “Igual, aunque ahora
esté enfermo, vos te vas a ir antes que yo...” me dice a veces en un susurro, con
una seguridad un poco espeluznante.
De vez en cuando hablamos, aunque no de amor. Nos tomamos las manos, ju-
gamos a las palmaditas, como las criaturas.
1...,69,70,71,72,73,74,75,76,77,78 80,81,82,83,84,85,86,87,88,89,...202
Powered by FlippingBook