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La condena
contra Amado
Boudou, fue una
muestra cabal de que
los políticos ya no
podrán volver a dormir
tranquilos. Y los
empresarios
tampoco.
cuadernos hubiese explotado en
octubre del año próximo, hubiera
significado un elemento clave para
el triunfo de Macri.
La expresidenta teme por pri-
mera vez que se plasme lo
que hasta ahora eran rumores.
La
condena contra su vicepresi-
dente Amado Boudou, fue una
muestra cabal de que los políti-
cos ya no podrán volver a dormir
tranquilos. Y los empresarios
tampoco.
Lo que sería un escenario ideal
Viernes 17 de agosto de 2018
CFK: el gran dilema para
oficialismo y oposición
E
l futuro de la expresidenta
Cristina Fernández de Kir-
chner respecto a las causas
abiertas en la justicia es un tema
demasiado serio como para que
las diferentes fuerzas políticas es-
peculen si conviene que esté presa
o libre, con miras a las elecciones
presidenciales que se realizarán el
año próximo.
Más allá de eso, la realidad
indica que hay fuertes espe-
culaciones políticas respecto a qué
conviene más allá que la decisión
es del juez Bonadío. Incluso hay
encuestas para tratar de tener más
elementos de análisis a la hora de
proyectar diferentes escenarios.
La situación de Lula en Brasil es
mirada con especial atención por
las similitudes que pueden haber
entre las dos situaciones.
Un escenario es el de Cris-
tina Fernández detenida. Más
allá que sería una noticia con tras-
cendencia internacional, sería el
peor escenario para el Gobierno
nacional. La expresidenta tendría
todas las herramientas para consi-
derarse una perseguida política. Se
hablaría de un gobierno dictatorial
y profundizaría la militancia de los
soldados de Cristina.
Y con actitudes como las del miér-
coles pasado, cuando el oficialismo
no consiguió el quorum de 37 votos
por la ausencia del senador por
Buenos Aires Esteban Bullrich,
despiertan las teorías conspirativas
respecto a qué prefieren en Cam-
biemos: una presidenta acorralada
pero libre o muerta políticamente
hablando como sería si queda de-
tenida y condenada.
Diferente es la situación del
peronismo. Si bien empiezan
a animarse a criticarla muy tímida-
mente, al justicialismo le conviene
una Cristina a la que se la enjuicie
y condene lo más rápido posible. Y
así, diferenciarse lo más posible de
su figura. La ausencia de senado-
res para dar quorum el miércoles
pasado, es una muestra que no
pueden cortar el cordón umbilical
con Cristina. Incluso por parte de
gobernadores que nunca se identi-
ficaron con el kirchnerismo.
¿Por qué no pueden cortar ese
cordón con la expresidenta?
Algunos afirman es porque no
quieren perder ese 20 al 25 por
ciento de votos kirchneristas.
Otros afirman que hay una ame-
naza fuerte respecto a que quien le
suelte la mano debe ser alguien
con un pasado inmaculado, porque
en el entorno de la expresidenta no
dudarán en hundirse junto a quie-
nes los desconozcan.
Dejando de lado los fanáticos
de Cristina o los que la odian,
hay un gran sector de la población
que está asqueada con la política y
reclama que no termine una vez
más como nos muestra la historia
del país, con un cuatro de copas
preso y los que hicieron los gran-
des negocios, disfrutando lo ro-
bado. La novedad es que por
primera vez se pasó de las especu-
laciones periodísticas a testimonios
de empresarios y exfuncionarios. Y
el juez Bonadío no podrá ser tibio a
la hora de procesar a quienes
están como principales protagonis-
tas de las valijas repletas de di-
nero.
En ese escenario, va avanzando
tan rápido la causa que no puede
esperar las especulaciones electo-
rales que pedían desde el oficia-
lismo.
Si este mismo escándalo de los
para la reelección de Macri, con los
kirchneristas alojados en Marcos
Paz y en Ezeiza, queda eclipsado
por los vaivenes de una economía
que queda en terapia intensiva
cada vez que hay un estornudo en
cualquier lugar del mundo.
El gobernador Sergio Uñac
nunca tuvo cariño por los kir-
chneristas pero entra en el juego
nacional. Sus dos senadores no
dieron quorum para habilitar los
allanamientos de Cristina. Y no
descarta que ante una posible pos-
tulación presidencial tenga que
sentarse a hablar con la expresi-
denta.
Es uno de los que estaría más tran-
quilo si Bonadío decidiera rápida-
mente juzgar a Cristina, pero no
puede despreciar el importante
caudal de votos que aún conserva
el kirchnerismo. La clave es el
costo político interno que significa
ser el primero en sacar los pies del
plato y soltarle la mano a Cristina.
Con tiempos vertiginosos de la po-
lítica argentina, muchos apuestan a
que sea de los primeros en darle la
espalda.
Y debe estar esperando que Bo-
nadío los ayude para sacarla de
la escena política nacional...
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El juez Bonadío tiene en sus manos el futuro político de Cristina Fernández... ¿Y el de Mauricio Macri?
Juan Carlos Bataller Plana
Juanca Bataller @ juancabataller
Juan Bataller
política
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