El Nuevo Diario - page 8

—¿Y cómo era como padre?
—Lo recuerdo y valoro muchas cosas de él.
Un tipo amante y respetuoso del trabajo. Era
exigente conmigo. Yo lo ayudaba en el taller
de la bicicletería. Me enseñó mucho, era
divertido cuando se juntaba con sus pri-
mos, además una persona estricta para
que yo cumpliera con mi trabajo.
—¿Alguna vez te dio un coscacho?
—Sí, recuerdo una vuelta que por no
pegarme, me pegó una patada por de-
bajo. Yo andaba con alpargatas y a un
dedo me lo dejo embromado (risas).
Después me decía en tono de humor
“vamos a ir a una tía que sabe curar los
huesos pero no tenés que decir nada en
casa” (risas). No quiso que yo fuera ci-
clista, lo entendí y me lo explicó. Mi
padre quería que yo estudiara, que me
orientara en la vida de otra manera. Yo
lo vi a él sufrir bastante.
—¿Qué recuerdos te dejó tu mamá?
—Mi mamá era laburadora también. Mi
papá era valenciano y mi mamá hija de
andaluces. Recuerdo una anécdota
cuando mi papá hablaba en valenciano,
a mi mamá le irritaba y nunca lo quiso
aprender. Mis padres nunca le sacaron el
cuerpo al trabajo.
—¿Qué deportes practicaste, Pato?
—Rugby, pero también hice fútbol.
—¿A qué escuela fuiste a la primaria?
—Fui a la escuela Sarmiento, hice mi primer
grado y mi maestra fue la señora Fany
Lazo.
—Eran los tiempos que nos acordábamos
y sabíamos de memoria el nombre de las
maestras.
—Sí, ahí es donde yo empiezo a cantar, en
primer grado. Yo le dije a mi papá que me en-
señará a cantar algo para presentarme en un
programa dedicado a las madres. Mi padre
me respondió “yo te voy a enseñar a cantar
un valsecito para las madres”. Me acuerdo
que nos acostábamos en la cama y él empe-
zaba a cantar “Lloré en mi vida solitaria, por-
que vida mía yo sentí tu amor...”, un vals
muy viejo. Esta canción fui y la canté en
Radio Sarmiento, fue mi primera actuación.
—¿Hiciste toda la primaria en la escuela
Sarmiento?
No, sólo primer grado porque mi hermano
—”Pato” Palacio, ¿Porque Pato?
—Viene de los tiempos de juventud. Era
por la forma de caminar que tenía, un
poco arrastrando los pies.
—Pocos saben que te llamas Or-
lando…
—Claro, Pato se fue identificando
con la persona. No me molesta en lo
más mínimo
—¿Vos naciste en Trinidad?
—Sí, nací en la calle Alvear. En-
tendía como si me hubieran ro-
bado la calle cuando abrieron la
avenida Rioja, parece que eso
desapareció. En la adolescencia
regresé a Trinidad nuevamente,
a la calle Abraham Tapia y Gene-
ral Acha.
—Ahí estaba la bicicletería de Pala-
cio
—Sí, Domingo Palacio era mi papá.
—Hablame de él
—Yo debo haber heredado algunas
cosas de él evidentemente, aparte de
tener los ojos medios verdes, mi ca-
rácter y muchas cosas. La afición por
la guitarra me viene de mi padre. Tenía
un conjunto que salían para animar reu-
niones. Música típica, las características,
los corridos, los pasos dobles, valses, etc.
Sin embargo se dedicó al ciclismo, hizo
algo de fútbol, se vinculó con el club Los
Andes en aquellos tiempos. Mi padre fue
campeón de velocidad, de resistencia.
8
CON TU VIDA
Escribe:
Juan Carlos Bataller
ORLANDO “PATO” PALACIO
l
Orlando “Pato”
Palacio, 82 años,
es uno de los
históricos del
folklore
sanjuanino.
Un economista con
alma de cantor y artista
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