El Nuevo Diario - page 4

Viernes 23 de junio de 2017
C
ristina es todo: loca, chorra,
jefa, heroína.
Macri también: insensible,
chorro, eficiente, honesto.
ristina es lo que necesita ser para
que unos la amen y otros la odien.
Cada día más.
Macri también.
La política, además de ser una herra-
mienta de cambio, dominación o convi-
vencia, es un espectáculo verídico,
una representación de la realidad. Lo
fue siempre, desde el circus maximus
romano hasta hoy. Sólo que con la
posmodernidad el espectáculo se
transformó en forma y fondo a la vez.
Por eso, para los espectadores lo im-
portante pasó de entender qué tan ver-
daderas son las verdades a que los
actores estén a la altura de lo que se
espera de ellos.
Es el problema de la sociedad del es-
pectáculo. Es tan pornográficamente
transparente, que a veces cuesta ver
qué hay adentro.
Cristina y Macri no existen.
No exis-
ten por lo menos como gestores de la
historia, no con el nivel de responsabi-
lidad y protagonismo que tanto ellos
como nosotros les atribuimos. No es
un déficit de ambos, sino de los indivi-
duos en general. La persona cree que
puede cabalgar sobre la historia, pero
en el mejor de los casos logra suje-
tarse a su cola y seguir a la rastra de-
trás de ella.
Es cierto: hay individuos excepciona-
les que no sólo están en el lugar co-
rrecto y en el momento justo para que
la historia los suba a bordo, sino que le
aportan características propias. Y hay
algunos, los grandes estadistas, que
pueden incidir en ciertos cambios de
tendencia del devenir histórico para
acelerar o retrasar los procesos.
Pero lo que suele suceder es que los
líderes políticos son apenas represen-
taciones de los intereses sectoriales
en pugna de cada época.
Parece que
protagonizan su tiempo
, pero en re-
alidad re-presentan lo que los sectores
que los eligen antes presentaron por
ellos.
Giovanni Sartori definió tres tipos de
representación:
la política, la jurídica
y la sociológica.
En la representación
política, los grupos sociales designan
a alguien para que los represente
según sus necesidades y propuestas.
Luego le ratifican o no su confianza de
acuerdo a si ven cumplidos sus objeti-
vos.
En cambio, en la representación socio-
lógica, el recientemente fallecido so-
ciólogo italiano entendía que
lo que
se le exige a la persona elegida es
que sea en sí misma “representa-
tiva”
, en el sentido de reflejar con fi-
delidad las aspiraciones y
singularidades del colectivo represen-
tado.
A diferencia de la representación polí-
tica, en la sociológica los grupos que
eligen (la “gente”, pero no como totali-
dad sino como “gens”, como personas
relacionadas por un linaje, intereses y
una cultura en común) no piden cuen-
tas formales a sus elegidos por los en-
cargos de gestión, sino que sean los
mejores espejos corpóreos de esos
grupos de interés. Es una representa-
ción por “eco”, no por “mandato”,
como la política.
En ese tipo de representación,
a
Macri y a Cristina se les exige que
sigan siendo el reflejo fiel de los
sectores reflejados en ellos
. El día
que Cristina comience a ser autocrí-
tica, modere sus palabras con quienes
no piensan como ella, deje de usar
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Aunque no se comparta,
un análisis importante de leer
Macristinistas
Entender que
seguir
profundizando la
grieta hoy les
puede dar un
rédito electoral, y
sus representados
se lo agradecerían.
Pero saber
también que si
algún día quieren
salir de ese pozo,
deben dejar de
cavar ya.
la nota de la semana
Cristina y Macri no exis-
ten. No existen por lo
menos como gestores
de la historia, no con el
nivel de responsabili-
dad y protagonismo que
tanto ellos como noso-
tros les atribuimos.
Con la firma de Gustavo González el diario Perfil publicó
esta columna que aporta un análisis distinto a la famosa
grieta que cansa ya a gran parte del país.
Una nota de
Gustavo González
Diario Perfil
17/06/2017
Macristina. El liderazgo de una grieta que viene de abajo y transmite odio.
Foto: Cedoc Perfil
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