El Nuevo Diario - page 7

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Viernes 26 de febrero de 2016
ENSAÑAMIENTO
—¿Cómo puede entenderse que
personas de corta edad delincan y
le impriman al hecho una saña y
una violencia inusitada?
—Creo que este incremento de la vio-
lencia tiene como explicación el con-
sumo de psicofármacos.
—¿Sin la droga, estas personas co-
meterían el mismo delito y de la
misma forma?
—Estoy seguro que no, los estupefa-
cientes provocan daños en el sistema
nervioso que ejercen efecto en la ca-
pacidad de comprensión y en el fun-
cionamiento de los frenos inhibitorios,
está comprobado científicamente y es
la causa que provoca la violencia en
personas que delinquen.
GUSTAVO FARIÑA — SECRETARIO DE SEGURIDAD
“Son niños delincuentes y
necesitan de la droga”
—¿Este problema debe atacarse
con políticas de seguridad o socia-
les?
—Creo que van de la mano, funda-
mentalmente de las políticas sociales
pero la lucha contra el narcotráfico re-
quiere de una decisión para que sea
una verdadera política de Estado.
—Además de la presencia de dro-
gas, ¿hay facilidad para conseguir
armas en el mercado negro?
—Creo que armas siempre hubo al
igual que el mercado negro, lo que no
puedo contestar respecto a la facilidad
para conseguirlas. Están y se consi-
guen, ahora que sea fácil conseguirlas
es otro tema.
ROLANDO LOZANO – ABOGADO PENALISTA
“El consumo de drogas explica
los hechos violentos”
un proceso, por eso se le llama serie,
como serigrafía. Es lo más parecido a
esto. Después hay otros casos, si mal no
recuerdo un ex policía con su esposa, le
pegó, la ultrajó con el arma y quedó con
vida. Ese caso también fue bastante vio-
lento.
—Alguien que va a robar, ¿pudo termi-
nar cometiendo un asesinato tan vio-
lento?
—No, no todos. Hay personas que pre-
meditan un golpe, y saben que van a
robar, y hay personas que son inexpertas
y que pueden cometer un delito agravado.
Durante las entrevistas hay personas que
dicen “se me fue de las manos, yo sola-
mente quería determinada cosa”. Y hay
personas que dicen “estamos jugados”,
en la jerga de ellos, porque tienen una
condena y van “a pecho abierto”. Dicen
“Si me sacan un arma es él o yo”. Pero no
todo el que va a robar va a matar, ningún
ser humano tiene ese instinto. La persona
lo puede adquirir en su desarrollo evolu-
tivo, y no necesariamente tiene que ser
porque es de una villa miseria o de esca-
sos recursos. Ahora, en este homicidio
hay un mensaje, no creo que sea un robo
ocasional.
—¿Qué mensaje?
—Sería prematuro decir que es un men-
saje mafioso pero si hay algo, porque el
ensañamiento es muy grande. Esta per-
sona la objetivó a la otra directamente,
pasó a ser un objeto indeseado y la des-
truyó. Yo puedo ir y robar, veo una per-
sona, pero yo no tengo nada contra esa
persona. Por el nivel de ensañamiento, por
cómo ha sido el escenario, me parece que
algún problema hubo, como que víctima y
victimario tenían alguna relación.
—¿Tal vez la víctima y el victimario se
conocían?
—Se conocían, puede ser. Y acá hay algo
atrás, por eso digo que es un mensaje, un
deseo hecho real. La persona ha objeti-
vado a la otra y llega a este nivel de cruel-
dad.
—¿Cuál sería el perfil de una persona
que comete este tipo de asesinato?
—Puede presentar cuatro características
que pueden encerrarse en lo que sería
un caracterópata, un psicópata. Por
ejemplo: no sentir culpa, él ha gozado
con este ensañamiento, no tiene remor-
dimiento y no respeta las normas míni-
mas de convivencia. Para haber hecho lo
que hizo no tuvo ni siquiera un centésimo
de sentimiento hacia la otra persona, la
falta de empatía y respeto hacia el otro
como ser humano es el síntoma patog-
nomónico de la psicopatía. No se pone
en el sufrimiento o dolor del otro, no le in-
teresa, ha llegado a cosificar a la per-
sona y la destruyó con ensañamiento.
EXPSICÓLOGO DEL PENAL
homicidio hay un mensaje”
—¿Qué tan preocupante es el incre-
mento de la violencia y la saña en
robos o asesinatos?
—Este es un fenómeno que se produce a
nivel nacional, la proliferación de drogas
hace que delitos que son robos o hurtos,
tengan un nivel inusitado de violencia. La
provincia no está ajena a lo que sucede
en el resto del país, pero de todos modos
las estadísticas hablan de que los he-
chos son muy bajos en cuanto al número
aunque vamos a tener por desgracia deli-
tos con mayor grado de violencia al que
estábamos acostumbrados.
—¿Se puede prevenir?
—Estamos trabajando muy fuerte con la
Policía para atacar el tema drogas y el
control de armas que ha crecido un poco
en la provincia pero esperamos que con
el trabajo que estamos realizando en
poco tiempo más se vea la reducción de
drogas y armas.
—¿Con el correr del tiempo cambió el
móvil de determinado delito?
—No, los móviles siguen siendo los mis-
mos. Pasa que al haber delincuentes de
corta edad, casi adolescentes, necesitan
un estímulo extra para salir a delinquir.
Antes eso no se necesitaba porque eran
delincuentes con historia. En cambio
estos niños que hoy salen a robar impul-
sados por adultos, necesitan de un estí-
mulo extra para hacerlo porque en el
fondo siguen siendo niños, delincuentes
pero niños y psicológicamente necesitan
de esto extra porque no se animan a co-
meter el delito.
—¿Mientras aumenta la saña dismi-
nuye la edad de los responsables?
—Es un fenómeno mundial esto de la
baja de la edad de quienes delinquen,
que va desde los 13 a los 17 años y
sobre esto vamos a trabajar con políticas
sociales.
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