Viernes 24 de mayo de 2019
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Supuestos excesos de velo-
cidad, pasar a otra movilidad
sin respetar la doble línea
amarilla, son los recursos
más comunes para detener
un auto, decirle que está en
infracción y pedirle que sea
solidario para que pueda
irse.
U
n viaje de rutina a la provincia
de Mendoza, tuvo a un sanjua-
nino como protagonista de un
hecho que, al parecer, es moneda co-
rriente en el control policial de Jocolí.
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El pasado jueves 16 de mayo, Fernando
Merino volvía desde la vecina provincia
y fue parado en el control policial. Lo
que parecía un operativo de control de
documentación del automotor rutinario
se convirtió en un flagrante hecho de co-
rrupción.
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Al revisar la documentación del auto y
aunque la cédula verde estaba vigente,
le dijeron que no podía circular porque
no era el titular, razón por la cual debían
secuestrarle el vehículo. Esa fue la
razón por lo cual lo tuvieron media hora
estacionado al costado de la ruta. En un
determinado momento, Merino decidió
bajar del auto para hablar con el unifor-
mado. La respuesta fue contundente y
no lo podía creer: le dijeron que debía
ser solidario y le pidieron 500 pesos a
cambio de dejarlo ir.
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Merino reflexionó y se sintió preso de la
situación: o pagaba la coima o se que-
daba toda la noche hasta el otro día
para poder denunciar. Como dijo el pro-
tagonista, me convertí en un integrante
del sistema corrupto porque pagué para
no tener que quedarme allí.
CONTROL POLICIAL
Las sospechosas multas en Jocolí
El control de Jocolí, en Mendoza, se ha convertido en un lugar para fabricar
multas. Si observan que la licencia de conducir es de otra provincia, demoran
al conductor al costado de la ruta y termina cediendo ante el pedido de coima.
— ¿Qué sucedió en el control
de Jocolí?
—Como suele suceder casi siem-
pre en los controles policiales, fui
parado por en Jocolí, Mendoza,
donde se me requiere la docu-
mentación del auto. Cuando el
efectivo policial revisa, me dice
que la cédula verde estaba vi-
gente, pero por no ser titular el
auto iba a ser secuestrado. Me
hacen parar al costado de la ruta y
después de tenerme media hora
allí, sintiéndome presionado, por-
que eso es lo que siente uno, el
policía me pidió 500 pesos. Me dijo
que debía ser solidario. Había
cinco policías, desgraciadamente
tuve que caer y convertirme en de-
lincuente como ellos.
— ¿Si no pagabas te dejaban
ahí?
—Exacto, además te toman la
chapa del auto. Tomaron el in-
forme, pero uno debe ser suave
sino queda detenido, así que des-
graciadamente me volví parte del
sistema corrupto porque no tenía
tiempo, tenía que quedarme un día
entero. Llamé a la central de Poli-
cía, a la Seccional Primera, pero
no logré que me atendieran.
—No es el primer caso, hay
otros testimonios.
—Es cierto, cuando uno pasa por
la doble línea amarilla antes de lle-
gar al control, en la parte final esta-
ban parando, obviamente que era
parte de la coacción diaria.
Cuando a mí me paran había otros
seis autos y todos en la misma si-
tuación, les había pedido ser soli-
darios. Pasa que a esta edad y
cuando uno está gastado, no tenés
ganas de perder tiempo ni de ra-
biar y nos convierten en lo que son
ellos, descarados porque saben
que son funcionarios públicos.
FERNANDO MERINO – DAMNIFICADO
“Tuve que convertirme en
delincuente como ellos”
Otros casos
El camión lento
y la línea amarilla
Otro sanjuanino que habitualmente viaja
a Mendoza, contó que también fue dete-
nido en un control policial en la zona de
Jocolí. Según relató, delante de él circu-
laba un camión en estado deplorable a
baja velocidad. En un determinado mo-
mento lo pasó, sin advertir la doble línea
amarilla. Tras ser detenido por una moto
policial, le informaron sobre la infracción
de tránsito. La propuesta fue la misma:
debía ser solidario y tener cuidado, por-
que otros controles más adelante eran
muy severos con las infracciones.
La pareja que iba
de luna de miel
Una pareja de recién casados tenía como
destino final Chile. Al ingresar a Mendoza,
le hicieron el control de documentación,
pero al estar todo en regla empezaron a
observar otros detalles. Las luces esta-
ban bien, los cristales grabados, los ele-
mentos de seguridad en condiciones
hasta que advirtieron que el matafuegos
estaba vencido por cuestión de días. Ese
fue el motivo para hacerlos parar al cos-
tado de la ruta y empezar a labrar el acta
de infracción. Al tiempo que les decían
que debían ser solidarios, la pareja les
contaba que eran recién casados. Según
el relato de la joven mujer, les desearon
felicidades, pero tuvieron que pagar la
coima, caso contrario el viaje de bodas
empezaría no de la mejor manera.
Volvía de Chile y le
retuvieron la licencia
Un joven sanjuanino volvía de Chile, por
cuestiones de trabajo, en la movilidad de
la empresa para la que trabaja. En Jocolí
lo detuvo una moto de la Policía y el ofi-
cial adujo que, en la zona de Uspallata,
había pasado a un camión sin respetar la
doble línea amarilla. Cuando advirtieron
que se trataba de una movilidad de tra-
bajo, dejaron de lado el pedido de solida-
ridad, le retuvieron el carnet de conducir y
le labraron el acta de infracción. Tuvo que
ir al juzgado de Faltas, pagar y perder
dos días de trabajo.