Viernes 5 de agosto de 2016
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El afilador
Otro oficio casi perdido: el afilador de cuchi-
llos y tijeras. Era un trabajo ambulante. La
presencia del afilador se anunciaba con el
sonido de una armónica. (Foto proporcio-
nada por Ricardo Prieto)
El farolero
Antes de la electricidad estos hombres encendían
manualmente las farolas con ayuda de largos palos.
Las lavanderas
Este oficio no era común en nuestra
ciudad. Pero si existió en otras provin-
cias donde las mujeres lavaban su
ropa en piletones o cauces de agua.
Aun no se conocía el lavarropas.
El carbonero
Antes de la llegada del gas y la electricidad, el carbón era un elemento im-
prescindible para la cocina y la calefacción. El oficio de carbonero era muy
peligroso.
El colchonero
Si bien en la mayoría de las casas este trabajo lo hacían las señoras o el per-
sonal doméstico también existían los que tenían ese oficio y una vez cada
dos o tres años limpiaba o renovaba la lana de los colchones y volvía a coser
la tela.
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