Raúl y Hugo de la Torre lograron convertir sus
canciones en éxitos del folclore nacional. Esta es
la historia de su carrera y de su familia, la que for-
maron Sebastián de la Torre y Juana Delia Celani.
“Mi padre contaba de Carpin-
tería, donde fue labriego,
leyenda y gorrión”
“Mi madre zurcía de sueños la siesta, y
nada sobraba juntito al fogón” dice la
letra de “Romance de mi niñez”, de Raúl
de la Torre, quien junto a su hermano
Hugo, con apenas quince y catorce
años empezaron a hacer historia en el
folclore del país. En medio del auge del
norte y el litoral dentro del género, Hugo
y Raúl supieron ganar terreno para el cu-
yano. Sus letras fueron interpretadas por
Los Chalchaleros, Mercedes Sosa y Los
Quilla Huasi, entre otros artistas. Ade-
más, uno de los temas del dúo, la zamba
“Recordemos”, fue utilizado en la pelí-
cula sueco argentina “Los hijos del silen-
cio”. Esta es la historia de su talento y la
familia que formaron sus padres, Sebas-
tián de la Torre y Juana Delia Celani.
En una humilde finquita en Carpintería,
Pocito, pero con la vista puesta en el es-
fuerzo para lograr el progreso, así creció
Sebastián de la Torre junto a su
padre, que también se llamaba Sebas-
tián, y su madre, Ascensión Mantas
.
Ambos vinieron desde España, en busca
de un mejor porvenir para la familia. Él
era oriundo del pueblo de Frigiliana, ubi-
cado en Málaga, y ella nació en Moclín,
en la provincia de Granada. Al llegar a
San Juan se instalaron en tierra poci-
Delia Vintimiglia
. Ellos vivían en calle
Santa Fe, entre Salta y Santiago del Es-
tero, en una modesta casa que acogía
siempre a la familia en las fiestas de fin
de año. José era ferroviario, foguista, es
decir que se ocupaba de operar las cal-
Viernes 24 de febrero de 2017
tana, lugar que sigue vivo en el vals “Ro-
mance de mi niñez”, de Los Hermanos
de la Torre. Entre los hermanos de Se-
bastián hijo está el reconocido, y ya falle-
cido poeta, Antonio de la Torre.
Juana Delia era hija de José Celani y
deras. Fue él quien, con sus propias
manos, levantó la vivienda familiar luego
del terremoto de 1944.
Es probable que Sebastián y Delia se
conocieran en uno de los carnavales de
antaño, era la oportunidad que tenían
los jóvenes de la época. Él fue em-
pleado público en el Consejo de la Re-
construcción de San Juan, comenzó
como un simple sereno, luego fue con-
tador de la institución, y más tarde el di-
rector administrativo de la repartición. Él
y Delia se casaron, vivieron un tiempo
en calle Catamarca y después del terre-
moto se instalaron en el Barrio Rivada-
via. Allí, en una callecita trunca, vivieron
su niñez los tres hermanos, Hugo, Raúl
y Delia.
“Dónde estás mi niñez, en
qué azul dormirás”
El barrio donde crecieron los de la Torre
Celani fue uno de los que construyeron
luego del terremoto, frente al Estadio
Aldo Cantoni. Así que de alguna forma,
el verde y del deporte los marcaron. De
niños, solían “colarse”, en todos los par-
tidos de fútbol en el estadio, en los que
jugaban equipos de Buenos Aires. Raúl
también aprovechaba el parque, sobre
todo en la secundaria, para ir a estudiar
bajo un farolito justo en frente del Lawn
Tenis.
familias
sanjuaninas
22
LOS DE LA TORRE CELANI
Los de la Torre Ce-
lani en la confitería
“Dunia”: Juana Delia
Celani, su esposo
Sebastián de la
Torre y sus hijos:
Delia, Hugo y Raúl
Junto con ellos está
un amigo de ellos,
Antonio Suárez.
Una nota de
Noelia Escales
para Fundación
Bataller
Los Herma-
nos de la
Torre en “Gui-
tarreadas
Crush”, un
programa ra-
dial de la dé-
cada de 1960,
que se trans-
formó en un
éxito dentro
de San Juan.
Esta imagen
es de 1963.
Los hermanos que hicieron
historia en el folklore