El Nuevo Diario - page 17

Actual-
mente, en
las pro-
testas se
mezcla el
sindica-
lismo con
las ONG
Hugo Moyano
estuvo cerca
de Kirchner y
después se
transformó en
un crítico de la
gestión
Viernes 3 de enero de 2014
17
C
on el regreso de la democracia, en base al
impulso de las organizaciones gremiales
nucleadas en la llamada Comisión de los
25, distintas corrientes gremiales que enfrentaban a
la dictadura, desconocen a la CGT “oficial” encabe-
zada por el participacionista Jorge Triaca y confor-
man una nueva central obrera cuyo secretario
general será el cervecero Saúl Ubaldini con un
fuerte apoyo del camionero Hugo Moyano.
Pese a sus divisiones internas, que trascendían as-
pectos tácticos y oponían modelos económico-so-
ciales diferenciados, el grueso del sindicalismo
desempeñó prácticas políticas significativas durante
la transición democrática iniciada en 1983 y particu-
larmente en el período 1987-1992.
El grueso del sindicalismo justicialista, a nivel nacio-
nal, asumió la derrota electoral de 1983, dedicán-
dose a preservar sus organizaciones, evitar la
embestida del gobierno de Alfonsín y ratificar su he-
gemonía corporativa en las elecciones sindicales de
1984.
A partir de la imposición del Plan Austral los intentos
de concertación se diluyeron y se acentuó la acción
opositora de la CGT hacia la política económica del
gobierno alfonsinista. En los dos últimos años de go-
bierno radical la CGT fue normalizada bajo la direc-
ción de Ubaldini, apoyado por las tres tendencias
internas que habían sido legitimadas por elecciones
sindicales generales.
● ● ●
El sindicalismo brindó su apoyo incondicional a la
estabilidad democrática y, en consecuencia, repudió
francamente los diversos motines militares que se
sucedieron desde la Semana Santa de 1987, pese a
las distancias que podían separarla del alfonsi-
nismo.
A partir de la asunción del Presidente Menem, las
presiones inflacionarias del bloque económico domi-
nante forzaron su viraje a una política económica
neoliberal en 1990. Su abandono de los principios
justicialistas esenciales produjo actitudes políticas
divergentes del sindicalismo. En principio una cierta
resistencia abierta o encubierta a aceptar la disci-
plina partidaria condujo a la división de la CGT,
hecho que no se había registrado en los anteriores
gobiernos justicialistas, ni siquiera durante el turbu-
lento mandato de Isabel Perón.
● ● ●
La oposición sindical contra los efectos anti-sociales
de la política neoliberal, semejante a la de 1976, con-
dujo a la formación de dos nucleamientos críticos de
la conducción de la CGT. De una parte, en 1992 se
creó el Congreso de los Trabajadores Argentinos
(CTA) que cuestionó la vinculación CGT-Estado y el
modelo sindical peronista, alejándose de la central
sindical única y formando una organización alterna-
tiva.
En paralelo con el surgimiento de la CTA, otro nucle-
amiento sindical nació en esos años. En 1994, el Mo-
vimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) se
propuso “reconquistar” la CGT para una línea con-
frontacionista consecuente con la tradición ideológica
peronista de justicia social. De allí nació la Marcha
Nacional.
● ● ●
Con la conducción de Hugo Moyano (camioneros) y
Juan M. Palacios (transportes), esta parcialidad
abarcó más de un tercio de los sindicatos que forma-
ban la CGT y, en 1996, tras la exitosa huelga unitaria
del 8 de agosto, consiguió que el Secretario General
Gerardo Martínez (Construcción) convocase un Con-
greso de la CGT que promovió a Rodolfo Daer (Ali-
mentación) para dirigir la central sindical, ubicando a
Palacios como Secretario Adjunto.
Se puso fin a la presidencia de un dirigente deslegiti-
mado por las elecciones de octubre de 2001. La
forma poco prolija de forzar la renuncia de de la Rúa
fue “reparada” porque el Parlamento terminó eli-
giendo a Eduardo Duhalde, la cabeza política de di-
chos sectores productivos, con el apoyo del
radicalismo alfonsinista y la mayoría de los goberna-
dores.
● ● ●
El período de confrontación social generalizada entre
fracciones del poder económico y entre los sectores
socialmente incluidos y los excluidos generó un perí-
odo de alta volatilidad e inestabilidad. La banca y las
empresas privatizadas demandaban la dolarización
para mantener una economía abierta al mundo.
Duhalde nombró como ministro a Roberto Lavagna,
economista heterodoxo que acordaba con una cierta
protección de la industria nacional, logrando que la
economía comenzase a reactivarse a partir de julio
de 2002.
Los partidos en estado de crisis y los políticos des-
prestigiados debieron convocar a elecciones antici-
padas en 2003, con una gran dispersión de
candidatos y de electores. Fue significativo que el ex-
Presidente Menem obtuviese la primera minoría con
25% de sufragios y que el candidato apoyado por el
Dr. Duhalde, el gobernador de Santa Cruz Néstor
Kirchner, llegase a la segunda vuelta con poco más
del 22%. El rechazo de los sectores medios a la fi-
gura del líder riojano hizo posible que él abandonase
la segunda vuelta y que Kirchner fuese ungido Presi-
dente.
Unificada la dirección cegetista por el sindicato de
Camioneros que lidera Hugo Moyano, el sector ne-
gociador se mantuvo aliado a esa corriente y fue fa-
vorecido por la revitalización industrial, iniciada en
2002 y que se fortaleció durante el gobierno del Dr.
Néstor Kirchner. Asimismo apoyó la recuperación de
la influencia política de la rama sindical en el PJ.
● ● ●
L
a alianza con el gobierno del Dr. Néstor Kirch-
ner se produjo cuando el Presidente electo ra-
tificó una política económica heterodoxa, lo
cual allanó la elección del líder del MTA como Secre-
tario General de una CGT formalmente unida un año
después. La sólida política laboral del gobierno na-
cional iniciada en 2003 legitimó al dirigente camio-
nero frente a la mayoría de las organizaciones
sindicales.
Por último, el viraje del actual gobierno a las políticas
justicialistas que encabezó Néstor Kirchner motivó el
alejamiento del camionero Moyano al gobierno, pro-
vocando este último la conformación de una nueva
organización de carácter oficial, denominada la CGT
oficial.
En el ámbito provincial, los gremios nacionales no tu-
vieron más que ser leales -como corresponde- a la
actitud de las federaciones madres.
Hoy el sindicalismo debe inscribirse en una nueva
acción, la articulación necesaria para la defensa de
las fuentes de trabajo.
Es lo que sigue. Es lo necesario.
Por
Enrique Castro*
Los gremios en
estos 30 años
*Secretario General
de STOTAC
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