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democracia
Añosde
pesar de todo
TRES DÉCADAS EN LA
VITIVINICULTURA SANJUANINA
Se avanzó, a
T
res décadas de democracia, las mismas
que llevo de profesional ingeniero agró-
nomo, dedicado a la vitivinicultura, en mi
querido San Juan. Fueron treinta años intensos,
con momentos buenos y malos, fuertes, vividos
con pasión, con altos y bajos, tal vez por eso los
de mi generación, somos obsesivos y nos pone-
mos un poquito locos ante los cambios, que nos
generan una crisis interna.
Y las crisis que padecimos, y que se nos presen-
tan cada 10 años, nos hacen un poco desconfia-
dos, pero tenaces y luchadores y los vitivinícolas
que hoy estamos es porque somos apasionados
por lo que hacemos, porque aguantamos y
aguantaremos
La crisis de la
década del ochenta
L
a década del ’80 es recordada como una
época de crisis, se erradicaron 100.000
hectáreas en la Argentina.
Y se comenzó con la transferencia de las grandes
marcas y bodegas de familias sanjuaninas a
manos de empresarios mendocinos y extranjeros.
En la década del ochenta, veníamos saliendo del
gobierno de facto, había comenzado la gran crisis
de la vitivinicultura Argentina, la caída de la
CAVIC, la venta de Resero al Grupo Greco, y su
posterior caída del grupo que arrastro a toda la
Vitivinicultura Argentina.
● ● ●
La Bodega Santiago Graffigna S.A con sus vinos
Colón, pasaban a manos extranjeras -capitales
españoles- y empezábamos a perder otra marca
sanjuanina, Vinos Maravilla. Este fue el primer
vino en estar en la camiseta de Boca Junior. Se
perdieron o se vendieron marcas y bodegas como
Zumuva, espumante Tupeli, Vinos Finos Plaza
Vieja, también Bodegas Gualino y Escolar S.A.
Peñaflor dejó de pertenecer a la familia Pulenta.
Veníamos de una época en que San Juan y sus
vinos, sus marcas, estaban presentes en todos
los medios nacionales, en los eventos deportivos
más importantes. Muchos, más de treinta años
después, recuerdan la publicidad de Resero
Blanco Sanjuanino, ícono publicitario del vino, hoy
guía de la imagen del vino de la COVIAR.
Terminamos esa década con una ley de reconver-
sión y erradicación vitivinícola, tal vez bien pen-
sada pero mal planificada y ejecutada, con una
hiperinflación, con un Gobierno de Alfonsín debili-
tado, que no pudo terminar su mandato. Como
anécdota, la uva de mesa pagaba 15% de dere-
chos de exportación.
La tecnificación
de los noventa
P
or esos años, San Juan empieza con polí-
ticas de gobierno a diversificar los desti-
nos de la uva priorizando el mercado
externo (esto fue muy bueno) y descuidando el
mercado interno (esto muy malo) ya que el valor
agregado que generan las marcas del vino frac-
cionado son la clave de la sostenibilidad.
La década del ’90 fue la del cambio tecnoló-
gico
, la incorporación del riego por goteo en la
provincia, liderando a nivel nacional el manejo de
esta tecnología
. En esa época de Menem con
su “síganme que no los voy a defraudar”, el
secretario de agricultura de la Nacion no visito
nunca San Juan.
● ● ●
En los ’90 se comenzó con gran entusiasmo a di-
versificar a uva de mesa, pasas de uva, mosto de
uva concentrado y varietales de alta gama, esto
motivado y liderado por la familia Estornell.
En esta década se comienza la reconversión va-
rietal y tecnológica, básicamente apoyada en la
leyes de diferimiento impositivo, desde mi punto
de vista una herramienta extraordinaria, que no
se explotó y cuidó como debería haberse hecho.
Muchas de
las bodegas
de San Juan
dejaron de
pertenecer a
sus familias
originales,
como pasó
con la bode-
ga Graffigna
Por
Catuco Molina*
Viernes 3 de enero de 2014
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Más allá que la
actividad minera fue la
gran protagonista de la
producción sanjuanina
en la última década, la
vitivinicultura sigue
siendo la industria
madre, la actividad
más emblemática de la
provincia. José
Eduardo Catuco
Molina, ingeniero
agrónomo y
expresidente de la
COVIAR, analiza estas
tres décadas.
