Viernes 23 de junio de 2017
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OCURRIÓ EL VIERNES PASADO
La increíble agresión de un grupo
de patovicas a un joven en un boliche
Salió a bailar, quiso defender
a su novia y entre cinco
patovicas lo golpearon y
marcaron con una punta.
Hay denuncia policial y
lesiones constatadas por
el médico legista.
S
alir a bailar no siempre puede re-
sultar divertido. Eso le pasó a
Martín Guarache, quien el viernes
por la noche fue a bailar a Low, un boli-
che que inauguraba ese mismo día, ubi-
cado sobre lateral de circunvalación entre
Libertador e Ignacio de la Roza, propie-
dad de Fernando Tissera.
Según el relato de joven, un grupo de pa-
tovicas intentaba sacar a alguien y ve-
nían empujando. De repente su novia
cayó al piso, él trató de protegerla y allí
por orden del dueño del local se le vinie-
ron encima, lo tomaron por el cuello y
entre cinco lo golpearon y lo marcaron
con una punta.
—¿Qué pasó en el boliche Low?
—El viernes por la noche entré al boliche
junto a un grupo de amigos y cuando es-
tábamos bailando, unos patovicas venían
sacando a alguien y se abrían paso a los
empujones. En un momento la tiran a mi
novia y me interpongo para que no fueran
a pisarla.
Luego de sufrir la agresión,
Martín realizó la denuncia en
la Seccional Cuarta.
El médico legista constató las lesiones
que Martín tenía en la muñeca (abajo),
el hombro (arriba) y la espalda.
—¿Cuántos eran los patovicas?
—Eran tres. En eso que se produce ese
descontrol, el dueño me ve y les dice
que me saquen también. Les pregunte
por qué y la respuesta fue “por orden
del dueño”.
—¿Qué situación se genera en ese
momento?
—Uno de los patovicas me agarra del
cuello, empiezo a retroceder, otro me dijo
“aflojá o te clavo”. A todo esto, ya eran
cinco que me habían pegado. En medio
de esa situación salimos todos, el grupo
de amigos, y después, cuando estaba
afuera, uno de ellos me amenazó dicién-
dome “sé dónde vivís, negro de mierda”
—¿Hiciste denuncia policial?
—Por supuesto, fui a la Seccional
Cuarta. El médico legista constató todas
las heridas.
—¿Dónde tenías las heridas?
—Tenía marcada la espalda, la muñeca y
abdomen y dolores de cuello y hombros
—¿Alguien te llamó para ver qué
había pasado?
—El hermano de Fernando Tissera, que
es dueño de Velvet, me habló el lunes
por la tarde como queriendo decir que
los había amenazado.
—¿Son cuántos hermanos?
—Son tres hermanos que están en el
tema de los boliches.
—¿Es cierto que la misma madrugada
del sábado llamaron a tu hermano que
es policía?
—Sí, el dueño del boliche lo conoce a mi
hermano, lo llamó y le dijo que yo estaba
resistiéndome a dejar el local, cuando en
realidad no era así.