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Viernes 12 de julio de 2019
EN OBSTETRICIA
parto sea respetado, fisiológica y emocionalmente”
den cuándo y cómo será el parto. A las
mujeres se las toca, se las pincha, se
las pecha, se las corta, cuando en reali-
dad el parto es algo natural, fisiológico.
Un parto debe darse en un espacio de
tranquilidad, semipenumbra, contención
y, sin embargo, a los bebés los sacan en
una sala hiperiluminada, llena de perso-
nas extrañas, lo ponen un ratito al lado
de la mamá y se lo llevan, lo pinchan, lo
agreden. La violencia que vivimos ac-
tualmente tiene su razón de ser. A
veces las mamás dicen “tuve un parto
normal”, pero les pusieron goteo, les hi-
cieron una episiotomía, eso no es nor-
mal. Normal es un parto vaginal
fisiológico con la menor intervención mé-
dica, como dice la Organización Mundial
de la Salud. Las hormonas del emba-
razo son muy importantes y no hace
falta más.
—Muchas mujeres en la actualidad
eligen parir en sus domicilios, porque
no quieren sufrir violencia obstétrica.
—Sólo los partos de bajo riesgo deben
hacerse en domicilios. No buscamos
que los partos sean en domicilios, aun-
que en otros países como Canadá, las
mamás eligen institución o domicilio y
las parteras van desde la institución es-
tatal al domicilio. Nosotros buscamos
que en San Juan el nacimiento sea res-
petado, fisiológica y emocionalmente.
Por eso aconsejable que la mujer tenga
información. Que sepa que lo primero
es tener una buena alimentación. A
veces, el médico le dice que tiene una
“diabetes gestacional”, pero no le ex-
plica qué significa y por qué el bebé ne-
cesita insulina. O cuando le sube la
presión, tampoco le explica que, en ge-
neral, es porque la placenta no recibe
suficientes nutrientes, entonces el cora-
zón debe bombear más sangre para
que lleguen más nutrientes a ese bebé.
—¿Por qué considera que en San
Juan cuesta que el parto sea respe-
tado?
—El Hospital Rawson atiende 8.000
partos anuales, de los que un 30%
aproximadamente son del departa-
mento Rawson. Tengo colegas que han
atendido 29 partos en 24 horas, eso es
imposible. ¿Qué calidad de parto pue-
den dar? Con el cambio de la Materni-
dad al edificio nuevo, se redujo el
espacio y ahora se ven mujeres con sus
bebés en camillas por los pasillos. Para
tener una buena atención, se necesita-
rían 6 salas de pre parto, 3 de parto y 3
de recuperación rápida, 12 salas en
total. Nosotros proponemos que se
construyan salas de TPR (Trabajo de
Parto Respetado) en el Hospital Marcial
Quiroga, de esa forma las mamás ingre-
san a un ambiente de contención,
donde todo lo relacionado con la medi-
cina esté guardado en armarios. Es una
manera de bajar costos en la Salud Pú-
blica y brindar más contención.
NURIA VIVAS VERA
DOULA
“Una doula no
reemplaza a
una partera”
—¿Qué función cumple una
doula?
—No nos ocupamos de aspec-
tos clínicos, solamente de la
parte emocional para que esa
mamá tenga el mejor parto posi-
ble. La premisa fundamental de
una doula es mantener un acom-
pañamiento cuidadoso, sin inva-
dir, perturbar o imponer. Una
doula es una mujer que se pone
al servicio de otra mujer acom-
pañándola para el embarazo y el
parto o puerperio.
—¿Pueden acompañar a la
mamá en instituciones?
—Sí, podemos estar tanto en
domicilios como en instituciones.
Una doula no reemplaza a la
partera ni al equipo médico ni si-
quiera al familiar que acompaña
a esa mamá. No interferimos
con el equipo médico. Hay estu-
dios de la OMS que comprueban
que la inserción de una doula en
el sistema de salud mejora
mucho la calidad de los naci-
mientos y los partos, se reduce
el uso de epidural, se realizan
menos cesáreas, se reduce el
uso de medicación y las episio-
tomías.
—A veces, las doulas son re-
sistidas en el sistema de salud
porque no son “universita-
rias”, ¿existe formación “aca-
démica” en doulas?
—Sí, en Córdoba donde estudié,
primero surgió en una ONG y
luego la Universidad de Córdoba
comenzó a ofrecer cursos de for-
mación de doulas. Para reci-
birme debí hacer prácticas
hospitalarias y de hecho, ya hay
hospitales en Argentina que in-
corporan a las doulas dentro del
equipo. Yo tuve una reunión en
la Maternidad del Hospital Raw-
son y me pidieron que presen-
tara toda mi documentación en
Recursos Humanos, pero nunca
más me llamaron. A nosotros
nos gustaría que la ministra de
Salud nos recibiera para que pu-
diéramos contarle nuestras ex-
periencias.
— ¿Por qué elegiste tener a tus
hijas en tu casa?
—Mucho antes de que supiera que
sería madre, como dos años antes,
en un viaje a Misiones encontré
como un folleto de parto respetado.
En ese momento yo no tenía pla-
neado ser mamá y me llamó la aten-
ción leerlo. Si no hubiera leído eso,
posiblemente mis partos hubieran
sido institucionalizados.
— ¿Cómo fueron los controles
previos, sabiendo que el parto
sería en casa?
—Me atendió la doctora Daniela Sal-
dívar en el Sanatorio Argentino, una
profesional que brega por el parto
respetado. Le pedí que también me
atendiera en mi casa, pero me ex-
plicó que era arriesgado sin la pre-
sencia de un neonatólogo. Buscando
una doula (una especie de partera
domiciliaria), me recomendaron a
Elena Szegedy, y mis dos partos fue-
ron maravillosos.
— ¿Recomendarías a otras muje-
res este tipo de partos?
—Sí. Las mujeres sabemos parir,
sólo tenemos que estar tranquilas
para que se produzca la dilatación.
Además, leí que el bebé necesita
estar esa primera hora en contacto
con la mamá, por una cuestión hor-
monal. Yo tuve dos partos divinos.
Me parece que cada vez más se
está tomando en serio el trabajo de
las doulas.
— Pertenecés a un grupo que de-
fiende los derechos de las muje-
res a tener un parto respetado y a
no sufrir violencia obstétrica.
—Sí. Queremos que se entienda que
el parto es algo natural. No somos
unas locas. Tenemos derecho a deci-
dir cómo nacen nuestros hijos y que
se respeten nuestras decisiones.
Ahora estamos pidiendo que, con la
remodelación del Hospital Marcial
Quiroga, construyan una sala de Tra-
bajo de Parto Respetado (TPR).
VANESA RODRÍGUEZ, SUS DOS HIJAS NACIERON EN EL HOGAR
“Las mujeres sabemos parir”
— ¿Cómo fue tener a tu hijo en tu
casa?
—El parto en casa la verdad que es
una opción maravillosa, ya que tuve
una gran experiencia. Primero tuve
una cesárea en el Sanatorio Argen-
tino y luego en mi segundo emba-
razo, parto humanizado. Yo he
pasado por las dos experiencias y la
verdad es simplemente una opción.
— ¿Cómo tomaste la decisión?
—Estudié muchísimo. Estuve meses
y meses y lo atravesamos con mu-
chos miedos. En mi caso en particu-
lar yo estaba viviendo a la vuelta del
Hospital Privado, o sea que si había
una urgencia yo estaba ahí en se-
gundos. Hice controles hasta último
momento con la doctora que tenía
en el Sanatorio Argentino. Hice todo
un camino con ella por si en algún
momento necesitaba asistirme ahí y
también tenía mi partera Elena, que
fue un ser maravilloso y que trajo
más de diez mil niños al mundo.
Esto fue una experiencia que repeti-
ría.
— ¿Considerás que es una moda?
—Somos seres de miedo. Es una
experiencia que nos parece una lo-
cura porque nos hemos urbanizado,
pero es un acto completamente na-
tural. No es una moda, es un cambio
de paradigma.
CANDELARIA TASCHERET
TUVO A SU HIJO EN SU CASA
“Es un acto
completamente natural”
