El Nuevo Diario - page 4

Viernes 16 de septiembre de 2016
FRANCISCO DÍAZ
historia
El gobernador que
enfrentó al obispo
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Este artículo forma parte del libro
“Los próceres en carne viva”
de Juan Carlos Bataller
Gobernó San Juan en dos oportunidades,
sancionó la primera Constitución Provincial
y fue un destacado militar, sin embargo su
nombre es desconocido para los sanjuani-
nos, sin calles ni plazas que lleven su nom-
bre. Quizás, mucho tuvo que ver en ello su
enfrentamiento con la Iglesia y, en especial,
con el obispo Maradona.
E
s difícil encontrar una calle
que lleve el nombre de Fran-
cisco Díaz. Menos aun una
plaza. O un monumento.
San Juan –mejor dicho sus historia-
dores y por influencias de estos sus
dirigentes políticos-, ha sido una pro-
vincia muy selectiva con sus próce-
res.
No es casual que a Benavides se le
haya homenajeado con una arteria
de los arrabales que recién en los úl-
timos años ha adquirido gran impor-
tancia por el crecimiento de
Chimbas. O que a la estatua de Del
Carril se la haya trasladado de su
privilegiado sitial en la explanada de
la Estación San Martín, para disimu-
larla entre el follaje de los árboles de
la Plaza de Desamparados.
Un caso particular lo constituye
Francisco Díaz,
un gobernante ig-
noto para la gran mayoría de los
sanjuaninos.
Sin embargo Francisco Díaz fue go-
bernador cuando San Juan se dio su
primera Constitución. A diferencia
con Mariano de Mendizabal, el
“padre de la autonomía como pro-
vincia”
–un simple aventurero, tam-
bién ignorado por nuestra historia
oficial- queremos pensar que Díaz
fue omitido simplemente por esas
cosas del azar.
Había nacido en 1820. Hombre de la
causa federal, muy ligado a Benavi-
des, fue durante muchos años comi-
sionado político en Jáchal
Hijo de Nicolás Diaz y de Gertrudis
Oro, se casó el 11 de septiembre de
1943 con María Dolores Coll, hija del
español Francisco Coll y Mayol y
Gertrudis Pastoriza del Carril.
Francisco Domingo Díaz Oro go-
bernó San Juan en dos oportunida-
des.
La primera
fue desde el 11 de enero
de 1855 al18 de marzo de 1857.
Asumió por elecciones generales y
fue destituido por una revolución en-
cabezada por Nazario Benavidez 26
meses después.
La segunda
fue entre el 1 de marzo
de 1861 y el 3 de enero de 1862.
En esta oportunidad, luego de la co-
nocida como Segunda Batalla de la
Rinconada del Pocito, los federales
asumieron el poder en la provincia.
El interventor Juan Saá se hizo
cargo del gobierno y designó al Te-
niente Coronel de Guardias Naciona-
les Filomeno Valenzuela como
gobernador, quien a los ocho días de
haber asumido, el 27 de febrero de
1861 fue derrocado sin sangre por
Díaz. El 1 de marzo Díaz asumió la
gobernación.
Un año más tarde y con la derrota de
la Confederación Argentina en la Ba-
talla de Pavón, Díaz dejó el gobierno
y huyó de la provincia ante la proxi-
midad de las tropas liberales.
Do-
mingo Faustino Sarmiento fue
designado gobernador en su
reemplazo.
Pero veamos un poco de los antece-
dentes de este coronel del ejército
de la Confederación Argentina, que
peleó en la batalla de Angaco y aun-
que fue miembro del Partido Federal,
en sus gestiones de gobierno se vio
ampliamente influenciado por el Par-
tido Unitario.
Hablar de la Batalla de Angaco es
hablar de la batalla más sangrienta
que recuerde la historia argentina.
En ella participó con el grado de ca-
pitán en el Batallón Cazadores fede-
rales, conformado por tropas
sanjuaninas, del cual quedó a cargo
al inicio de la batalla por la muerte
del coronel José Manuel Espinosa.
En el combate final recibió la orden
de José Félix Aldao, brigadier federal
y gobernador de Mendoza, jefe del
Ejército Combinado de Cuyo, de
avanzar a través de una profunda
zanja con su batallón de infantería
de 350 hombres acompañado por
1,2,3 5,6,7,8,9,10,11,12,13,14-15,...28
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