“Mostaza” Merlo
Viernes 25 de noviembre de 2016
Evitar el número 13, no pasar por debajo de las escaleras,
no cruzarse con un gato negro… Son algunas de las su-
persticiones más conocidas. Estas creencias se pasaron
de boca en boca, de generación en generación y siempre
están presentes a lo largo de la historia. Quién diría que
Napoleón Bonaparte creyó que su batalla de Waterloo la
perdió solo por soñar la noche anterior con un gato negro.
El ámbito deportivo es una cuna de grandes cabuleros no
nos resulta extraño escuchar decir ¡Sácate esa camiseta
que es yeta! Como si solo bastara tener ese objeto para lo-
grar un mal resultado.
A
hora nos preguntamos ¿qué
tan importante son las supersti-
ciones y cábalas en los depor-
tistas?
Solo con unos cuantos ejemplos de
grandes deportistas podemos observar
el papel importantísimo que cumplen
estas creencias en sus vidas, y no solo
los deportistas sino todo lo que incluye
el deporte en sí, ya sean entrenadores,
cuerpo técnico y por supuesto los hin-
chas. Grandes investigaciones de-
muestran que gracias a las
supersticiones y cábalas los deportistas
aumentan su rendimiento ya que poten-
cia la confianza de sus propias capaci-
SUPERSTICIONES QUE A VECES AYUDAN
dades logrando mayores éxitos.
Y entonces empieza a surgir la duda
¿Qué pasaría si estos deportistas por
causas externas no pudiesen realizar
sus ritos o llevar consigo sus cábalas?
y si, no es muy difícil de responder, si
solo consiguieran derrotas la culpa
sería totalmente atribuidas a estas.
Incontables son las cábalas que rodean
al mundo deportivo que van desde la
presencia de objetos, la ausencia de
los mismos y ahí estamos… atribuyén-
dole nuestro destino a un simple objeto.
Entonces las conductas se repiten, si
hay cambios o alteraciones puede ser
un grave error pero… ¿tan así es?.
R
afael Nadal lleva su arsenal de ma-
nías cada vez que juega un torneo:
alinea sus botellas de agua con las eti-
quetas mirando hacia la cancha y las
consume respetando un orden estable-
cido, no tomando de la misma dos
veces seguidas. Además se limpia el
R
oger Federer vive tan obsesionado
por el número 8 que no sólo carga
ocho botellas y ocho raquetas para
cada partido en su bolso. También
busca “concretar” ocho aces en el ca-
lentamiento previo al partido.
sudor, se arregla el cabello, arregla sus
mangas y, finalmente, lanza la pelota
para sacar. Mientras espera el servicio,
se frota la frente, limpia la línea de
fondo con el pie derecho y, por ené-
sima vez, se jala el calzoncillo a mano
cruzada
S
olo tenemos que pensar el caso
del director técnico Reinaldo
“Mostaza” Merlo, quien era conocido
por sus “cuernitos” siempre ante
una jugada del equipo adversario,
que fue hilando triunfos que lleva-
ron a Racing en el 2001 a ¡ser cam-
peón luego de 35 años! Hasta una
estatua hicieron en su honor. Si solo
analizamos su vuelta al club por el
año 2013 no logró grandes éxitos, lo
que lo llevó a su renuncia dándole
lugar en el 2014 a Diego Cocca.
Con la inclusión de nuevos caminos,
entre ellos la asistencia psicológica
del licenciado Gustavo Goñi, el
equipo encontró el equilibrio y luego
de 13 años, si 13, logró consagrar
nuevamente a Racing Campeón, sin
cuernitos sino con una herramienta
para que el jugador diga “
yo
puedo
…”
Las supersticiones y cábalas a nivel
psíquico tienen la ventaja de ser
usadas como un recurso más para
la motivación y concentración. La
desventaja es cuando el deportista
cree que sin ella no podrá lograr el
resultado. Pasaría de una simple
cábala inofensiva a transformarse
en una triste obsesión. Dejar de atri-
buirle los éxitos a esas determina-
das cábalas para algunos puede ser
una tarea difícil, tomando en cuenta
que la ambición por controlar el
destino de algo nunca expirara en la
mente humana.
S
ergio Goycochea fue un
arquero famoso por
atajar penales. Su cábala
era
orinar en alguno de los
postes de los arcos donde
debía ponerse en la defini-
ción por penales.
24
s
Sergio
Goycochea
s
E
l internacional chileno
usaba una muñequera
blanca en cualquiera de sus
muñecas.
Iván
Zamorano
s
Rafael Nadal
s
vidriera
Cada deportista con su cábala
Roger Federer
s
Una nota de
Yohana Icazzatti