El Nuevo Diario - page 5

Viernes 24 de febrero de 2017
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en su comportamiento sexual. Las per-
sonas deben permitirse esto como se
permiten descansar cuando están can-
sados, o expresar distintas emociones.
La satisfacción sexual
se mide por el rendi-
miento
Falso.
La idea de que la satisfacción
sexual se mide por la cantidad de rela-
ciones, y de tiempo que se mantiene
sexo, es un mito. Vivimos en un tiempo
en que todo se quiere cuantificar, y esto
se traslada a los encuentros sexuales.
Se piensa que si no se tienen marato-
nes sexuales, se disfruta menos. Pero
no se toma en cuenta la calidad.
Cuando en realidad, es enriquecedor
todo encuentro en que dos personas se
sienten bien, aunque no haya penetra-
ción ni orgasmos.
Hay mujeres que no
tienen orgasmos
Es cierto.
La falta de or-
gasmo en las mujeres existe, pero en
mínima proporción. Todas las mujeres -
a no ser que tengan una alteración fí-
sica, anatómica- son potencialmente or-
gásmicas. El 99% de quienes sufren
este problema, lo tienen porque no se
conocen, y no pueden comunicar a su
pareja sus necesidades. También los
hombres pueden tener problemas para
tener un orgasmo: existe lo que se llama
eyaculación retardada, que se da en mí-
nima proporción y es tratable.
Autoestimularse es
malo
Falso.
Si una persona nunca
se toca a sí misma, difícilmente podrá
saber cuál es el grado de estímulo que
necesita. En la mayoría de las tareas
que se incluyen en la terapia sexual está
presente la auto estimulación para pro-
mover el auto conocimiento.
Los jóvenes están li-
bres de prejuicios
Falso.
Esto de que haya un
destape, que se vea tanto el cuerpo,
que haya tanta información en Internet,
ha creado este mito de los jóvenes tie-
nen superados todos los prejuicios. En
realidad, tienen más estímulos visuales
pero siguen manteniendo muchísimos
tabúes. Lo bueno es que se atreven
más a buscar información.
El mal sexo provoca
mal humor
Es cierto.
En broma y en
serio, es común escuchar que una per-
sona que no ha podido terminar satis-
factoriamente un encuentro sexual, se
pone de mal humor. Esto puede darse y
tiene una explicación. Desde el punto de
vista psicológico, si no hay entendi-
miento en otras áreas de la pareja, difí-
cilmente lo habrá en el terreno sexual
Esto puede provocar un estado anímico
negativo por sí solo. Pero si hablamos
de lo estrictamente físico también puede
darse. En toda la secuencia de lo que
es la respuesta sexual humana, por una
dilatación de los vasos sanguíneos, se
forma lo que se llama “plataforma orgás-
mica”, que es un gran volumen de san-
gre acumulada en toda la zona del
perineo. Cuando no hay orgasmo, la
sangre puede quedar retenida allí y
traer aparejada una sensación molesta.
No se puede tener
relaciones sexuales
sin útero
Falso.
Un mito que hace mucho daño
es el que dice que las mujeres histeroc-
tomizadas- a las que se les ha sacado
el útero- no funcionan bien sexual-
mente. Es completamente falso: no pue-
den embarazarse pero pueden
mantener una relación sexual perfecta-
mente normal.
Hombres y mujeres
tienen necesidades
diferentes
Es cierto.
Las diferencias entre las ne-
cesidades de uno y otro sexo son re-
ales. Los hombres sienten que deben
rendir examen ante cada encuentro se-
xual porque efectivamente tienen
que tener una respuesta fí-
sica inmediata, y esto puede
generar una tensión con-
traproducente. Para las
mujeres, lo más impor-
tante es el bienestar
con la pareja en todos
los ámbitos.
H
ábitos que dejarían sin habla
al más pintado de nosotros,
son vistos con muy buenos
ojos en otros pueblos.
Otras conductas, en cambio, pueden
llegar a despertar fuertes deseos de
haber nacido en esas comunidades.
Lo cierto es que una rápida revisión
de los códigos sexuales de distintas
sociedades contemporáneas, bastará
para ver hasta qué punto influye la
cultura. Y también para advertir que,
como decían las abuelas, el hombre
es un ser de costumbre…
Islas Célebes:
Los “albur”,
habitantes de las islas Célebes,
de Indonesia, se insertan guijarros
bajo la piel del glande para aumentar
el placer de su pareja.
Papua- Nueva Guinea:
Los adolescentes del archipiélago
Trobriand disponen de una casa de
solteros en la que pasan la noche,
cambiando de pareja las veces que
desean.
Yemen:
En este país, las muje-
res se pintan de negro porque
creen aumentar así su capacidad se-
xual.
Benin:
Una mujer de Benín
puede casarse con otra mujer
pagando una dote que la con-
vierte en “marido-mujer”.
Esta será “padre” de los
hijos que su esposa tenga
con un amante asignado.
Ártico:
Es tal la
importancia de la
hospitalidad en los pue-
blos árticos, que algunos
esquimales aún agasa-
jan al huésped ofrecién-
dole pasar la noche con su mujer.
Grecia:
Al contrario de lo que
se piensa, las relaciones homose-
xuales en la Grecia clásica, no in-
cluían, generalmente la penetración.
Sólo se daba ocasionalmente. Sin
embargo, la iniciación sexual de los fi-
lósofos hacia los niños, se concebía
como una formación integral. El tér-
mino “pederasta” proviene de este rol
de educadores que tenían los ancia-
nos sabios, y de la costumbre de ini-
ciar a sus alumnos.
África:
Algunas tribus conti-
núan iniciando sexualmente a los
jóvenes a través de prácticas homo-
sexuales, con los ancianos de su
tribu. Los jóvenes practican sexo oral
a los ancianos, ya que piensan que el
semen es un “líquido vital”. Así, si se
observa que un joven es extremada-
mente feliz, vigoroso, fuerte o con un
rápido desarrollo, es común pensar
que ha realizado esta iniciación co-
rrectamente.
Esas raras
costumbres
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