Viernes 24 de febrero de 2017
C
omo dos meses antes, el
aire tibio de la noche empe-
zaba a llenarse de sones de
quenas, guitarras, violines,
tambores, mandolinas, acordeones,
bronces y maderas. Eran las compar-
sas que ensayaban para competir en
los corsos
. ¡Y a bien que no lo toma-
ban en serio!
Los ensayos generales
los hacían con colorines y todo.
Un
trozo de papel crepé rojo, empapado
en saliva, era un colorete especial;
un corcho quemado daba el negro
de las pestañas y el sombreado de
los ojos.
Los trajes, de colores fulgurantes y chi-
llones, colmados de lentejuelas, espeji-
tos, flecos y abalorios seguían las
añejas costumbres de los “chinos de la
virgen “. La reina de la comparsa, tiesa
y manito alzada, saludaba con tanta
prosopopeya y decoro que uno no
sabía si estaba en un corso o en un fu-
neral.
Por otro lado, el ¡boomm, boomm,
boomm! de las murgas, con sus pica-
rescas canciones y refranes ponían
una colorida nota de ingenua desfacha-
tez, cuando no de simple grosería. ¡Así
eran esos tiempos y así esa gente!
lll
La noche que empezaba el corso, que
se hacía en torno a la plaza 25, el aire,
desde temprano estaba saturado del
olor a la albahaca y la manzana que
exhalaba la chicha que, en innumera-
bles puestos se vendía al público, por
vaso o por jarro ¡Beber chicha era una
hermosa costumbre que, desgraciada-
mente se perdió. ¡Menos mal que,
según se ve, la costumbre de beber
vino tiende a incrementarse y eso, es el
último aliciente para continuar en este
politizado y mentiroso planeta!
Los entornos de la plaza y tres o cuatro
cuadras que le agregaban, lucían en-
galanadas con gallardetes, farolitos,
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Los carnavales
de antaño
Esta vez dejamos que un artículo escrito hace casi 27 años
por Rufino Martínez en su sección “La Gran Aldea” cuente
los carnavales de antaño. Las fotos pertenecen al libro “El
San Juan que Ud. no conoció”, de Juan Carlos Bataller.
Carnaval en el Club
Sirio Libanés: Los
carnavales de “la li-
banesa” eran muy
concurridos en las
primeras décadas
del siglo XX. Esta
foto, de 1931, mues-
tra a algunos de los
presentes, que asis-
tían disfrazados, en
particular las
damas.
Carnaval en el Club
Alemán. La colectivi-
dad alemana de San
Juan, aunque no muy
numerosa, tenía en el
siglo XX la costumbre
de festejar los carna-
vales. El club estaba
ubicado en los años
30 en donde luego se
levantaría el estadio.
Esta foto es del 25 de
febrero de 1939 y en
ella se ve a los asis-
tentes con sus disfra-
ces y maquillaje, con
poses y gestos para
la foto.
(Foto publicada en el
libro “El San Juan que
Ud. no conoció” de
Juan Carlos Bataller –
Proporcionada por
Inge Schwenke de
Kummel)
Una nota de
Rufino Martínez