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Viernes 22 de abril de 2016
Los dueños no dan la cara. En
la Subsecretaría de Trabajo se
presentó un abogado sin
poder de decisión. El SEC
brindó algunas alternativas
para salvar a la empresa. Los
empleados venden la merca-
dería a mitad de precio para
cobrarse salarios atrasados.
D
esde el segundo semestre del año
pasado, los problemas financieros
de La Rueca empezaron a tras-
cender las puertas de la empresa. Fue el
Sindicato Empleados de Comercio el que
denunció que había retraso en los sueldos
de los empleados, que pagaban con che-
ques diferidos y que, a veces, la misma
firma se los cambiaba antes del venci-
miento pero les cobraba una comisión.
Hubo gestiones y la situación pareció nor-
malizarse. Pero fue esta semana cuando
la caída que se evitó en aquella oportuni-
dad empezó a cristalizarse, ahora sin mu-
chas posibilidades de salvar la fuente de
trabajo de 27 empleados, que tienen un
promedio de veinte años de antigüedad.
La composición del directorio sufrió modi-
ficaciones. La sociedad original estuvo in-
tegrada por Jorge Simón Marún y Alberto
Tewell, ellos le dieron el esplendor y el bri-
llo al negocio, transformando la casa de
venta de lanas en una tienda de ropa de
marcas exclusivas, destacados perfumes,
además de un salón de maquillaje con
profesionales de primera línea. Marún
cedió todo el paquete accionario en favor
de sus hijos, figurando actualmente como
vicepresidente del directorio Javier Marún
y como presidente Tewell.
El local que ocuparon en su mejor mo-
mento tenía frente por calle Laprida y por
peatonal Tucumán. También abrieron una
sucursal en el Del Bono Shopping, pero
posteriormente cerró sus puertas. En el úl-
timo tiempo quedó solo la casa central
ubicada en el centro, con un único ingreso
por Tucumán.
El lunes pasado Marún se hizo presente
en el local y les dijo a los empleados que
si querían podían vender la mercadería
existente al 50 por ciento de su valor y
quedarse con el dinero. También les en-
tregó las llaves del negocio. Por What-
sApp, por Facebook, y con amplia
cobertura del periodismo, se difundió la li-
quidación y en la puerta de la empresa,
durante toda la semana, la gente hizo lar-
gas filas para comprar a precios rebaja-
dos.
Más allá de la complicada situación, los
trabajadores de la firma reclamaban por-
que los propietarios se mantuvieron prác-
ticamente ausentes. Ante esta situación,
el Sindicato pidió una audiencia de conci-
liación ante la Subsecretaría de Trabajo,
que se celebró el martes último por la ma-
ñana. En nombre de la empresa asistió el
abogado Gustavo Mulet, pero no hubo
propuestas por parte de la firma comer-
cial, lo que sí hizo el gremio.
LA MUERTE DE UNA FIRMA TRADICIONAL
El cierre de La Rueca, un final anunciado
Posibilidad de extender por 6
meses el contrato de alquiler
para poder brindarles a los em-
pleados la posibilidad de recau-
dar a través de las ventas lo que
se les adeuda.
Llevar a cabo un plan de recu-
peración productiva y en con-
secuencia capacitar a los trabaja-
dores en el ámbito del gremio.
Posibilidad de conformar una
cooperativa de trabajo.
Una administración compar-
tida entre empresarios y tra-
bajadores.
Las propuestas del SEC
para salvar a la empresa
Uno de los negocios más
tradicionales de San Juan,
La Rueca, cierra sus puer-
tas. Los empleados están
vendiendo la mercadería
que queda.