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Viernes 10 de junio de 2016
EL CANTAUTOR GUSTAVO TRONCOZO, SOBRE EL ROBO Y LA AGRESIÓN A SU FAMILIA
nunca dice nada. Él le robó la radio y el
tarifador a este muchacho y lo vieron mi
hermana y mi sobrino. Fueron a su casa
y le pidieron por favor que les devolviera
las cosas.
—¿Les devolvieron las cosas roba-
das?
—Es gente mal educada, muy violenta y
los echaron. Llamaron a la policía, que
era lo más lógico y ese fue el movimiento
que vi. Lo atrapan al ladrón y los familia-
res, en represalia, se la agarraron con mi
hermana y mi sobrino. Entraron a la casa
seis personas, un hombre y el resto todas
mujeres a pegarles, dieron vuelta todos
los muebles, una especie de lincha-
miento. Fui a ver qué pasaba y le esta-
ban pegando entre tres mujeres adentro
de la casa. Hicieron violación de domici-
lio, entraron con palos y fierros. Imagino
que querían matar a alguien, por la vehe-
mencia. Esa gente ha usurpado la casa
en la que está y la dueña no los corre
porque tiene miedo.
—¿La policía cómo intervino?
—Intervino inmediatamente porque tam-
bién está cansada, sino es todos los días,
día por medio hay problemas con esta
gente. Entre medio de la escaramuza de
defender a mi hermana y sacar a la gente
de la casa me pegaron con algo y me
quebraron los dos dedos de mi mano iz-
quierda, que es con la que trabajo, me
sacaron la uña. Yo terminé en el hospital,
mi hermana terminó con la boca ensan-
grentada y mi sobrino también, porque le
pegaron con un palo en la cabeza. Rom-
pieron televisor, muebles, teléfono. Mi
hermana tiene una pequeña mercería y le
“Por la vehem
encia
imagino que q
uerían
matar a alguie
n”
tiraron abajo la estantería, creo que tira-
ron piedras a la vidriera.
—¿La policía detuvo a los agresores?
—Mi hermana hizo la denuncia y hay
gente detenida, amén de las amenazas,
“les vamos a quemar la casa”.
—Están cautivos de la delincuencia.
—Tal cual. Empezás a pensar si no es
hora de irte de acá. Chimbas es mi cuna,
un montón de cosas lindas, pero cada
vez la gente, al menos en esta zona, está
más violenta. Es una manzana que te
pudre todo el cajón. La policía nos dio un
teléfono especial por si nos quieren hacer
algo. Fue un momento de mucha tensión,
muchos nervios. Mi hermana se cansó
porque no es la primera vez. Ya pasó con
los vecinos de al lado, con los de la
vuelta. Ese chico que robó el tarifador en
el verano me dijo “por favor don Gustavo
no me vaya a correr que me persigue la
policía”.
—¿Nunca lo denunciaste?
—La verdad es que es un niño, yo jamás
lo denuncié, pero lo que menos pretendés
es que los padres y hermanos tomen pe-
ores decisiones y se la agarren con uno,
cuando los errores quizás están en la fa-
milia. Tranquilamente podría decir como
mucha gente: “lo sacás con la pata para
delante de adentro de tu casa y fue en
defensa propia” pero una cosa es hacerlo
y otra es cargar en la conciencia con una
muerte. Tengo mis valores claros, yo no
haría eso así esté adentro. Vería la ma-
nera de que se encargue la justicia.
Ahora han juntado firmas para que esa
familia se vaya a otro lugar.
—¿Qué situación viviste con tu her-
mana?
—El miércoles pasado a las cinco de la
tarde había un movimiento de policías
muy fuerte. Yo vivo en un barrio muy hu-
milde en Chimbas, el Laprida. Vino a visi-
tar a mi hermana un sobrino con su
esposa en su remis. Hay uno de los chi-
cos, del barrio, que lo único que hace es
molestar y delinquir, ya nos tiene cansa-
dos, se mete en las casas, escapando de
la policía se sube a los techos. Uno por
no denunciarlo y no tener problemas
“Lo atrapan al ladrón y los familiares, en
represalia, se la agarraron con mi hermana
y mi sobrino. Entraron a la casa a pegar-
les, dieron vuelta todos los muebles, una
especie de linchamiento”. Esa es una
parte del relato del músico y cantautor
Gustavo Troncozo. Uno de sus vecinos le
robó a su familia. Como ellos hicieron la
denuncia, los parientes del delincuente to-
maron represalias y a Gustavo le quebra-
ron los dedos de su mano izquierda, con la
que toca la guitarra. El artista habló sobre
el momento de tensión que vivieron.
En la represalia que tomaron los vecinos, a Gustavo Troncozo le quebraron los
dedos de su mano izquierda, la que utiliza para tocar la guitarra.
La familia
Troncozo
fue agredida en
su casa, despuès
que denunciaron
a uno de sus
vecinos por
un robo.
Denunciaron a un vecino que les robó y la familia
del delincuente tomó represalias. Ingresaron a
la casa de la familia de Gustavo Troncozo, lo
golpearon a él, a su hermana y a su sobrino.