faltaba que me llamaran del Vaticano para
que te atienda”.
—¿Ahora cómo te proyectas?
—Me gustaría hacer lo de siempre, la luthe-
ría y tocar. No digo salir a la calle, pero sí
últimamente nos juntábamos con dos ami-
gos, Orlando Tejada y Ricardo Soria.
Quiero hacer cosas, no puedo estar quieto,
salgo a caminar, voy al fondo, ahora estoy
limpiando el taller y lo hago de a poco. Y
todas las semanas tengo alguna salidita a
algún médico.
me estaban subiendo al auto de mi hija.
Después me acuerdo hasta cuando me lle-
vaban en la ambulancia y me desperté
cuando me pasaban a terapia intermedia.
—¿Qué te dijeron cuando te desper-
taste?
—Estaba mi hija y me dijo “gordito, ¿sabés
quién soy? Y la conocí en el acto. Estaban
esperando para ver si hablaba o no, si me
movía o no. A mi hija le faltaba espacio en
el celular para agradecer a todo el mundo.
En la terapia el doctor me dijo: “nada más
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El propio Carlos
Cortínez y sus
médicos se
sorprenden
por la rápida
recuperación
que ha tenido
el músico,
desde que
sufrió un ACV.
Viernes 15 de julio de 2016
EL MÚSICO CARLOS CORTÍNEZ SE RECUPERA DESPÚES DEL
ACV
“No me morí porque
no hacía falta parece”
tando hasta que me llené de agua y pa-
rece que el edema fue por eso. A las 5 de
la mañana me caí de la cama en un
charco de agua, bronco aspiré y tenía 23
de presión. El desborde cardiaco aparen-
temente fue lo que soltó el coagulito. Lle-
gué con neumonía, edema y el ACV.
Estuve cuatro días en terapia y un día y
medio en terapia intermedia. Entré con 95
kilogramos y salí con 75, tenía como 15 ki-
logramos de agua por la retención. Ayudó
que clínicamente estoy bien porque hace
mucho que me cuido.
—¿Qué cambió después de la interna-
ción?
—Diría que me cambió 180 grados, em-
pecé a ver cosas a las que nunca les di im-
portancia. Por ejemplo, para mí esto era
un “curro” (luthería y música) y después de
esto mi hija me contó que en la clínica
había 15 o 20 personas permanentemente
rezando, preguntando, me encontré con
que soy millonario en afecto.
—Incluso hicieron cadenas de oración.
—Por todos lados, esas vibras llegaron y
estoy para contarlo. A la muerte la vi muy
cerca. Cuando estaba tirado en el piso es-
taba consciente pero no podía hablar, ni
moverme. En once segundos razoné y
pensé: “bueno, hice todo”. Lo único que
sentía era que me faltaba aprovechar más
al único nieto, pero me entregué. Estando
en el piso me salió un grito: “¡Mamá!”. Ahí
se despertó mi señora. En cinco minutos
“
Me encontré con que soy millonario en
afecto
”
cuenta un personaje entrañable de
la música sanjuanina, Carlos Cortínez.
Después de sufrir un accidente cerebro
vascular en febrero, complicado además
por un edema pulmonar y neumonía, se re-
cupera a paso firme. Fue bajista de los Inti
Huama, aunque muchos lo conocieron
años antes por su acompañamiento a los
artistas en el casino o por sus trabajos de
luthería. Entre los sanjuaninos la mayoría
acuerda con que él fue el primero que
construyó un bajo en la provincia. En su
momento más crítico cientos de personas
hicieron cadenas de oración para que pu-
diera seguir con vida, hoy habla de lo que
él y sus médicos consideran fue una recu-
peración extraordinaria.
—¿Cómo está hoy y qué tratamiento
tiene que seguir haciendo?
—El tratamiento es de kinesiología porque
mi mano derecha quedó inhabilitada. Estoy
bastante bien, ya la manejo y me queda la
parte fina. La recuperación es lerda pero
vamos rápido, le pongo toda la onda por-
que quiero estar bien. Lógicamente está lo
que es tocar y la luthería, que son mi pa-
sión. Si lo puedo volver a hacer lo haré y si
no ya está. No me morí porque no hacía
falta parece.
—Tuviste un ACV, neumonía y un
edema pulmonar.
—Estuve un año con retención de líquido y
era por una deficiencia cardiaca. Fui jun-
