Viernes 15 de julio de 2016
Y LOS COMERCIANTES
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Fermìn Cardozo llegò a la peatonal este año para cantar música cristiana.
de la
peatonal
macetas de la peatonal.
Hace unos meses el Grillo le preguntó si
sabía cantar, se probó con un par de
temas y anduvo bien. Así que ahora canta
en los últimos 15 minutos del espectáculo
de Malbrán. Está en la segunda ronda del
Concurso de Intérpretes de La Ventana y
sueña poder viajar con la música.
Los
contratiempos
del payaso
F
élix Paz no es el mismo payaso
que llegó hace 17 años a la peato-
nal, con él hoy trabajan payasas
que lo cubren cuando él se enfoca en
eventos privados y la crianza de sus 6
hijos, y tiene otro en camino. Además,
ahora tiene un pequeño local en galería
Rivadavia. De allí sale el payaso Lunar-
cito. Aunque muchos vean su buena
onda, explica “en la calle estoy expuesto,
no tengo quien me proteja y ante un pro-
blema el primero que pierde soy yo. Es
duro porque todos te aplauden pero
cuando estas expuesto nadie te de-
fiende”.
Cuenta “me tocó lidiar con dos mucha-
chos que venían de Río Cuarto con un
caso horrible y yo los tenía al lado mío
pintados. Es jodido cuando alguien viene
y te mancha la imagen. Ahora con las
redes sociales se les ocurre ponerte un
rótulo y no te lo saca nadie”.
Además, agrega, “los viernes, cuando los
adolescentes salen de la escuela, te
toman de ridículo. Te tocan la nariz, la
oreja, y te la tenés que aguantar”.
Igual que para otros artistas, los mejores
días para él son viernes y sábado. Insóli-
tamente la peor época para él en la peato-
nal es la previa al día del niño. El ingreso
por jornada suele ser de 300. A la par de
esta tarea, sigue con la política y se iden-
tifica con el PRO, aunque dice que
Eduardo Cáceres no lo integró.
Llevando el
mensaje de Dios
F
ermín Cardozo Roldán afirma que
es terapeuta en medicina alterna-
tiva, da conferencias y seminarios
sobre salud y alimentación y enseña co-
cina vegetariana. Es riojano, se formó en
Colombia y Venezuela, pertenece a la
Iglesia Adventista y hace mucho que se
dedica a escribir y componer música. Re-
gistró varios temas y el año pasado hizo
su disco “Por la senda de la cruz”, con
temas religiosos de su autoría y en abril
empezó a difundir su trabajo en la peato-
nal.
Una hora y media le dedica al canto en la
mañana, y si no tiene pacientes en la
tarde suele regresar, llega a reunir unos
300 pesos por jornada. Dice que desde
abril logró vender más de 140 discos.
El chico de
las rastas
P
or su cabellera, así lo reconocen
en la peatonal a Eduardo de Ca-
brera. En realidad ese es su seu-
dónimo, su verdadero nombre es
Guillermo Jorquera. Padre de una niña y
ganador del Concurso de Intérpretes de
La Ventana Hace diez años se instaló en
la peatonal por pura necesidad. Quería
hacer lo que ama, pero no tenía donde.
Se define como una artista urbano, un
servidor público y considera la peatonal
una parte de su casa. Por eso alguna
vez, con el Grillo Malbrán, usaron los se-
cadores de la municipalidad para sacar
el agua del paseo después de una fuerte
lluvia. Para él el cuidado de su lugar de
trabajo es esencial, igual que la relación
con la gente y los comerciantes, que lo
ayudan a guardar sus cosas y más de
una vez le prestan corriente. Otro código
inviolable es el respeto de los lugares de
cada artista, más aún de aquellos que
llevan varios años en el paseo. Ni un
permiso municipal está por encima de
eso.