Ya han ingresado al país alre-
dedor de 56 millones de litros
de vino. Paralelamente, si Ar-
gentina quiere exportar vinos,
los aranceles son extremada-
mente altos y el producto no
es competitivo. ¿El fin de la in-
dustria madre?
E
l panorama para la industria vitivi-
nícola es alarmante a la luz de los
acontecimientos que se vienen
dando. La medida del gobierno nacional
de permitir la importación de vinos desde
Chile pone en jaque no solo a los bode-
gueros locales sino a los viñateros, por-
que además de tirar el precio del vino
hacia abajo, también disminuye el valor
de la uva y se espera una vendimia 2017-
2018 bastante complicada.
Andrés Díaz Cano, ministro de la Produc-
ción, confirmó que ya han ingresado al
país cerca de 56 millones de litros de
vino, lo que perjudica fundamentalmente a
las economías de San Juan y Mendoza. A
este panorama se suma la decisión del
ministro de la Producción de la Nación,
Francisco Cabrera, de no recibir ni Díaz
Cano ni al gobernador Sergio Uñac,
según reconoció el propio mandatario.
Tanto los productores locales como el go-
bierno provincial plantean la facilidad para
el ingreso de un producto como el vino si
Argentina encuentra demasiados obstácu-
los para colocar caldos en los mercados
internacionales.
Según el informe “La vitivinicultura argen-
tina en el mundo”, elaborado en el 2016
por el Observatorio Vitivinícola Argentino,
dependiente de la COVIAR, en las expor-
taciones argentinas pueden advertirse es-
cenarios bien diferenciados. En el período
1995/2015 la tasa de crecimiento anual de
las exportaciones de vino argentino, en
volumen, fue 1,5%, un valor considerado
moderado. Sin embargo, cuando el análi-
sis se hizo sobre períodos parciales de
dicho ciclo, se observan escenarios distin-
tos: entre 2000 y 2007 Argentina aumentó
sus exportaciones de vino a un ritmo ver-
tiginoso, promediando anualmente un
23%, y se convirtió en el país que mejor
performance tuvo en relación a los princi-
pales países exportadores de vino del
mundo (el promedio de estos países fue
9,9%). En el otro extremo, entre 2007 y
2015, de ese grupo de países, Argentina
fue el de peor desempeño con un 3,5%
negativo (el promedio mundial fue 2,3%).
Paralelamente, Chile, en volumen, se con-
virtió en el cuarto mayor exportador de
vinos del mundo, superado solo por las
“potencias” europeas: Italia, Francia y Es-
paña. Solo a modo de comparación, en
1990, Chile exportó 43 millones de litros
de vino, mientras que Argentina vendió al
exterior 44,7 millones de litros. Ya en
2015, Argentina exportó 267,5 millones de
litros de vino y el vecino país 848 millones
de litros, según datos de la Organización
Viernes 28 de julio de 2017
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LAS AUTORIDADES NACIONALES SE NIEGAN
Importación de vinos, una política de
Estado para matar a San Juan y a Mendoza
INFORME ESPECIAL
Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Si bien es oportuno remarcar que en el úl-
timo tiempo las tasas de crecimiento de
todos los grupos de países exhiben bajas
sensibles, Argentina perdió la posibilidad
de llevar sus ventas de vinos al exterior
arriba de los 320 millones de litros y dejó
de percibir 840 millones de dólares, el
equivalente a un año de exportación de
vino fraccionado.
Aranceles, el
gran problema
S
egún el informe del Observatorio
Vitivinícola, el tema de la logística
y de los aranceles de importación
son los dos puntos salientes para enten-
der por qué el mercado exportador de
vinos argentinos no creció a la par de los
grandes países de Europa. La compara-
ción se hizo con Chile, por su cercanía, y
con España, por similitud con Argentina.
Para las estimaciones fueron utilizados
los siguientes parámetros: en el caso del
Si bien en el análisis fueron considerados sólo tres países –Argentina, Chile y España– a continuación se muestran los
aranceles de importación de los principales mercados consumidores de vino respecto a los principales oferentes.
Allí se advierte la sensible desventaja que enfrenta Argentina puesto que, salvo Brasil, por ser parte del MERCOSUR,
con el resto de los bloques/países, en general, los aranceles de importación de vino argentino son sensiblemente más
altos que los de los competidores.