Viernes 29 de septiembre de 2017
GUSTAVO PLIS STERENBERG
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La muerte de un gran músico
El exdirector de la Orquesta
Sinfónica falleció en el
Hospital Rawson, adonde
fue llevado de urgencia.
S
u llegada a la provincia en el 2008
para dirigir la Orquesta Sinfónica
de la Universidad Nacional de San
Juan, significó un gran aporte a la vida
musical de San Juan. Gustavo Plis Ste-
renberg había estudiado Dirección Coral,
Composición y Dirección Sinfónica con los
mejores maestros de Argentina y luego se
perfeccionó en Rusia.
Inquieto, al terminar su relación con la
Sinfónica, el maestro emprendió la tarea
de crear una orquesta de cámara sólo in-
tegrada por cuerdas. Así nació la Came-
rata San Juan, una agrupación que lleva
tanto la música clásica como la popular a
todos los rincones de la provincia y llena
cada domingo que ofrece función, la sala
del Auditorio Juan Victoria.
El miércoles pasado, y mientras atrave-
saba una fuerte depresión producto del
Mal de Parkinson que lo aquejaba, Plis
Sterenberg murió en el Hospital Rawson,
hasta donde había llegado de urgencia.
La noticia impactó en la sociedad musical
de San Juan y rápidamente comenzó a
compartir sus condolencias a través de las
redes sociales.
Entre todas las actividades que desarrolló
en la provincia, fue uno de los selectos co-
lumnistas que tuvo El Nuevo Diario du-
rante mucho tiempo.
Una extensa
carrera musical
G
ustavo tenía más de 20 años
cuando ingresó al Conservatorio
Nacional Carlos López Buchardo,
de donde egresó como pianista. Estudió
Dirección Coral, Composición, Dirección
Sinfónica, con los mejores maestros de la
época hasta que una comisión rusa llegó
al conservatorio y el director lo recomendó
por su talento. Así llegó a diplomarse en
Composición y Dirección Sinfónica y de
Ópera en el Conservatorio Rimsky-Kor-
sackov de San Petersburgo, a ser director
asistente del prestigioso Mstislav Rostro-
povich y durante años director perma-
nente del Teatro Mariinsky de Rusia.
Después de tocar en las salas más impor-
tantes del mundo y ser una referencia in-
ternacional en la cuna de la música
clásica, Gustavo se convirtió en el director
de la Orquesta Sinfónica de la UNSJ en
2008 y mantuvo el cargo hasta 2010. La
creación de la Camerata San Juan, du-
rante el gobierno de José Luis Gioja, le
dio un nuevo rumbo a su vida y le valió la
admiración de muchos de los jóvenes mú-
sicos que trabajaron junto a él.
Ideología y
militancia política
E
l espíritu combativo y los ideales
socialistas no fueron una moda
para el joven Gustavo Plis Steren-
berg, que aún antes de terminar la secun-
daria comenzó a trabajar para el PRT, sin
que sus padres lo supieran. Había here-
dado esa mirada social de su abuelo ma-
terno, que debió emigrar de Ucrania en el
año ´21 para evitar ser fusilado por su ac-
tividad en un partido socialista moderado,
que se oponía a los bolcheviques.
Gustavo creció en Villa Crespo y tuvo una
infancia condicionada por las restricciones
de sus padres inmigrantes, que no miraban
con agrado el hecho de socializar con gente
externa a su comunidad. Sin embargo, los
límites no tuvieron eco en el corazón revolu-
cionario de Gustavo, quien en su adolescen-
cia comenzó a interesarse por la música.
Mientras estudiaba Medicina en la UBA (ca-
rrera que más tarde abandonaría), servía al
PRT en trabajos como volanteadas, pinta-
das, manifestaciones y la venta de los perió-
dicos El Combatiente y Estrella Roja.
Aunque no llegó a tomar las armas con el
ERP, sintió la necesidad, años más tarde,
de realizar una titánica tarea de investiga-
ción para reconstruir la trágica historia de
Monte Chingolo.
Así escribió “Monte Chingolo: la mayor
batalla de la guerrilla argentina”, un libro
que le hizo ganar numerosos enemigos,
enojados por los contundentes y desga-
rradores testimonios que dan cuenta del
enfrentamiento entre el Ejército Argentino
y el Ejército Revolucionario del Pueblo
(ERP), el brazo armado del Partido Revo-
lucionario de los Trabajadores, del cual
Plis Sterenberg era un “simpatizante orga-
nizado”.
En Rusia también fue artillero honorario y
disparaba baterías de 122 mm “que no
tienen análogo”, según su descripción.
Su vida corrió peligro en Nicaragua,
cuando escapó milagrosamente de las
fuerzas somocistas, y también durante la
histórica entrega de los informes de la
CONADEP a Alfonsín, cuando un tiro de
un militante radical pasó por al lado de
su cabeza.
“Durante la dictadura me detuvieron
dos veces. La primera vez tuve que
exiliarme en Israel. Yo era un agitador
de novela y al final de la dictadura y
me sacaron del Conservatorio con
ametralladora y las manos arriba. De
ahí me derivaron al 601 de Inteligen-
cia y me interrogaron”,
contaba.
La familia
G
ustavo vivía en un barrio de
Chimbas junto a su pareja, la
violinista Elisa Montenegro.
Tenía dos hijos de relaciones anteriores.
El mayor, León, de 25 años, vive en
Buenos Aires y heredó de su padre la
pasión por la política y la música, aun-
que en la variante del rock pesado. Su
hijo menor, Ilya, de 14 años, vive en
Rusia junto a su madre. El director había
hecho público el enfrentamiento con su
exesposa por impedirle ver a Ilya.
En 2014 el adolescente tocó el violín en
un concierto junto a su padre.
“Fue inol-
vidable haber dirigido a mi propio
hijo”,
confesó luego.
Justamente su hijo León expresó su
dolor y su bronca por la muerte de su
padre a través de las redes.
Sobre la enfermedad
E
l maestro contaba que los dolo-
res generados por el Mal de Par-
kinson lo acechaban
“25 horas
al día”
y aseguraba que la Camerata
San Juan era su gran incentivo y el gran
orgullo de sus últimos años. “
Nunca
bajé los brazos ni los voy a bajar”,
dijo en 2016.
Respecto al impacto emocional que le
provocaba, decía:
“Es muy fuerte y yo
no soy ningún campeón para dar lec-
ciones. Cuanto más me atacó la enfer-
medad yo más esfuerzos hacía para
trabajar y trabajar bien... Si me frena
la actividad una pierna, tengo la otra
para arrastrarme. Si me queda solo un
brazo, voy a seguir arrastrándome.
Como dice el poeta Almafuerte: ¡que
muerda y vocifere vengadora, ya ro-
dando en el polvo, tu cabeza!”.
Ricardo Elizondo,
director Ópera
de San Juan
“Que triste noticia. Una
mente brillante y una
enorme formación aca-
démica!!!! se fue un mú-
sico notable!!! me
conmueve y entristece profunda-
mente...su pasión era la música y a
pesar de no bajar nunca los brazos, la
ignorancia, la hipocresía, la avaricia
humana y el poder le arrebataron sus
últimos vuelos. Polémico, contestata-
rio, muy osado, pero brillante a pesar
de su enfermedad...terrible para una
dirección musical. Nunca compartí esa
cruel decisión de apartarlo de la Came-
rata y su público. Era un mimo al alma
que se había ganado y le ayudaba a
vivir...Nunca lo compartí. Todo el res-
peto y mi dolor por su partida”.
José Domingo
Petracchini,
director de coro
“¡¡¡Hasta siempre,
Gustavo Plis¡¡¡”
Repercusiones
Plis Sterenberg estuvo al frente de la Sinfónica de la UNSJ hasta el 2010 y luego de la Camerata San Juan hasta el año pasado.