que ingresan llegan a la Corte en apela-
ción más o menos?
—No tengo esa cifra en la cabeza, tendría
que estar mirando estadísticas, pero no
son tantas para abrumarnos, no hay tanto.
Intentar un recurso de casación la defensa
o un recurso de inconstitucionalidad no es
tan sencillo, la puerta de entrada, de ac-
ceso es muy exigente, tienen que cumplir
muchos requisitos tratando de evitar que
se traben las causas con viraciones inne-
cesarias que ocasionan perjuicios. En
principio en la Corte no tenemos tanto
problema, el problema es en la parte
penal que evidentemente hay que modifi-
car el sistema, actualizarse como corres-
ponde y reforzarlo con todo. Eso significa
una inversión muy grande, calculamos
que el sistema oral nos va a significar por
ejemplo 50 fiscales más y secretarías con
muchísima gente. Es un sistema muy
bueno pero hay que hacer una inversión
importante.
—¿Por qué decidió la Corte publicar
estas estadísticas, que normalmente no
toman estado público?
5
“
”
Estamos trabajando
a pasos acelerados
tratando el proyecto
grande del centro
judicial de San Juan
que se le está
debiendo a la
población
“
”
Uno va aprendiendo
en el tiempo
que tiene que
transparentar las
actitudes para dejar
las cosas en claro
Viernes 29 de septiembre de 2017
que están al día, no tanto en lo penal
pero sí en lo civil. En lo penal el sistema
quedó chico, quedó viejo en el tiempo,
hay que reformarlo. Se está terminando
el Código de Procedimiento nuevo que
va a permitir agilizar todo, hay que pasar
al sistema oral que es lo ideal. Una im-
presión bastante importante que tene-
mos que concertar entre los tres
poderes, sacar la ley cambiando el Có-
digo, con el Ejecutivo que nos ayude con
lo económico.
—¿Los abogados también son res-
ponsables?
—La verdad es que a veces los colegas
no instan la causa a través del sistema
del pronto despacho porque por ahí hay
jueces que se acostumbran a estar en
morosidad. En nuestra época, cuando li-
tigábamos, se hablaba con el juez, se le
pedía: “mire la gente, no puede seguir
esperando a que sentencien; se venció
el plazo que tiene señor juez para sen-
tenciar. Por favor, actívelo porque si no
tendremos que realizar el sistema del
pronto despacho”. Ahí tiene obligación
de contestar a la brevedad y si no con-
testa, se va en queja por ante la Cámara.
Lo más probable es que se le intime para
que saque sentencia en término perento-
rio. Dicen que no le conviene porque el
juez se enoja y después lo va a retardar
más. No es tan así, todo es conversable,
todos arreglan, se soluciona.
—En Mendoza hubo una fuerte polé-
mica porque el procurador general le
pidió a los jueces que vayan a trabajar
en la tarde. ¿En San Juan los jueces
van en la tarde, en qué medida es atri-
buible esta morosidad a los jueces?
—En parte es responsabilidad de los se-
ñores jueces. En algunos casos, que son
los menos gracias a Dios, no trabajan en
la tarde porque el argumento es que lo
hacen en su domicilio y no debe ser así.
Las acordadas son precisas y el mejor
ejemplo es el juzgado que está al día,
que está dentro de los términos norma-
les, con el mismo equipamiento de profe-
sionales. En algunos casos que faltaba
personal se ha reforzado el personal; la
tecnología llegó a todos, se le dio com-
putadoras correspondientes, hasta mejo-
raron los edificios. Estamos trabajando a
pasos acelerados tratando el proyecto
grande del centro judicial de San Juan
que se le está debiendo a la población
hace muchísimo tiempo.
—¿Qué porcentaje de causas de las
ADOLFO CABALLERO - PRESIDENTE DE LA CORTE DE JUSTICIA
—Porque uno va aprendiendo en el tiempo
que tiene que transparentar las actitudes
para dejar las cosas en claro, para que la
gente tome conocimiento sobre cómo es la
justicia, para todos accedan a conocer
cómo es el mecanismo. No tenemos por
qué ocultar nada. Y esto es un fenómeno
que se está produciendo en todo el país.
—Según las estadísticas oficiales que
publicó la Corte respecto a la cantidad
de causas resueltas sobre el total de
causas que ingresan a los distintos
juzgados, es solo un 10% por año en
los últimos cuatro años. ¿A qué obe-
dece esto?
—Esto obedece a que son sistemas que
tienen mucho tiempo y han quedado re-
zagados. Hay que actualizarse para ir
produciendo las modificaciones que per-
mitan que la justicia sea efectiva. Para
esto compartimos información con los
otros colegas de otras provincias argenti-
nas en la Junta Federal de Cortes, por
ejemplo, y se va tomando conocimiento
de las mejoras que se van logrando en el
contacto con los sistemas judiciales de
otros países también. Entonces, nos
vamos adecuando en el tiempo y vamos
avanzando despacio pero a paso seguro,
caso flagrancia por ejemplo. Primero ob-
servamos cómo iba a ser el comporta-
miento en el desarrollo del sistema,
cómo se aplicó en Mendoza, provincia
que tuvo dificultades porque fueron muy
rápido y se cometieron errores conse-
cuencia de ser nuevos en el tema y a
otras provincias les pasó algo similar.
—¿Cómo se le explica a una persona
que una causa civil, laboral o penal
puede llegar a demorar en todas sus
instancias 10 años en resolverse por-
que el sistema está colapsado?
—La única explicación que se le da a la
gente es que tienen que colaborar todos
para que el sistema se agilice, no siem-
pre lo que impulsa el proceso, que son
los abogados, obran diligentemente. Este
tema lo venimos conversando y expli-
cando permanentemente. Hay juzgados
La Justicia en San Juan resuelve solo el 10 por
ciento de las causas que ingresan por año. Colapso,
morosidad de jueces y chicanas de abogados. El
presidente de la Corte cargó contra todos.
“Hay jueces que se
acostumbran a estar
en morosidad”