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Viernes 27 de octubre de 2017
CON FUERTES CONSECUENCIAS POLÍTICAS
Justicia una difusa versión sobre la
muerte de su hijo, al afirmar que el ex
canciller Guido Di Tella, fallecido en
2001, le había dicho que “por lo que
había escuchado en embajadas ex-
tranjeras, el (grupo terrorista) Hezbo-
llah” mató a Carlos Menem Junior. La
causa fue clausurada en 1998 y rea-
bierta en el 2010. Zulema Yoma siem-
pre sostuvo que fue un ajuste de
cuentas por compromisos políticos no
cumplidos con el mundo árabe. El
hecho fue usado por el propio Menem
para terminar de cerrar su reelección
tras las fuertes críticas por la reforma
constitucional del 94.
gobiernos en Argentina
E
ra hijo del entonces presidente
Carlos Menem y su muerte
ocurrió el 15 de marzo de
1995, durante la primera presidencia
de su padre, cuando el helicóptero
que piloteaba cayó en Puerto Esther,
en Ramallo. En el hecho también falle-
ció el piloto de carreras Silvio Oltra,
que viajaba como acompañante. Se
desconocen las causas concretas y
las circunstancias del hecho que pro-
vocó la muerte de Carlos. A pesar de
que oficialmente se afirmó que el
hecho constituía un mero accidente,
su madre, Zulema Yoma, manifestó
que fue producto de un atentado crimi-
nal. Años después, Menem dio a la
La s
Carlitos Menem
Maximiliano Kosteki
y Darío Santillán
D
esaparecido el 18 de septiem-
bre de 2006, Julio López es
un militante peronista y albañil
retirado que fue víctima de desapari-
ción forzada durante la última dicta-
dura cívico-militar y confinado varios
años en distintos centros clandestinos
de detención. López sobrevivió a esta
experiencia y ya restaurada la demo-
cracia se presentó como testigo en
los Juicios por la Verdad abiertos en
1998. Luego de que el Congreso Na-
cional y la Corte Suprema anularan
las leyes de impunidad, López de-
claró como víctima y testigo en el jui-
cio por delitos de lesa humanidad en
el que fue condenado a prisión perpe-
tua el exrepresor Miguel Etchecolatz.
Poco después de declarar y un día
antes de que se dictara la sentencia
condenatoria, el 18 de septiembre de
2006, López desapareció sin que
hasta el día de hoy existan noticias
sobre qué le sucedió. Fue el segundo
cimbronazo para el gobierno de Nés-
tor Kirchner.
C
arlos Fuentealba fue un docente,
activista sindical y militante socia-
lista asesinado por la espalda a
quemarropa por un policía de la provincia
de Neuquén durante un operativo que
buscaba impedir un corte de ruta en
Neuquén, el 4 de abril de 2007.
Fuentealba se encontraba en el asiento
trasero de un auto que se retiraba del
lugar del corte, cuando un policía de
nombre José Darío Poblete, apuntó
hacia su cabeza a través del vidrio -a
unos 2 metros de distancia-, y disparó
una granada de gas lacrimógeno. El car-
tucho atravesó el vidrio e impactó en la
nuca de Fuentealba, causándole un hun-
dimiento de cráneo. Fue sometido a dos
operaciones y murió al día siguiente.
El hecho generó que en todo el país hu-
biera huelgas, movilizaciones y asam-
bleas masivas, bajo consignas como
“Las tizas no se manchan con sangre”,
E
l 17 de marzo de 2004, un grupo de
delincuentes raptó al voleo a Axel
Blumberg, que bajaba de su auto
en Martínez. Fue escondido en una casilla
de un barrio de Moreno. En la madrugada
del 23 de marzo, Axel intentó escapar,
pero momentos después fue recapturado
por sus secuestradores, lo introdujeron
maniatado en el baúl de un auto y lo lleva-
ron a un descampado de La Reja, donde lo
mataron. El fiscal federal Jorge Sica, en-
tonces a cargo de la investigación, ordenó
15 detenciones, entre las que se encontra-
ban las de los asesinos de Axel. El hecho
sirvió para que su padre, el empresario
textil Juan Carlos Blumberg, iniciara una
larga lucha para endurecer las leyes.
Cuando creía que había logrado el obje-
tivo, en el Congreso modificaron el pro-
yecto original y terminaron beneficiando a
los delincuentes, ya que en definitiva, para
condenar a un delincuente que usaba un
arma, había que probar que estaba apta
para el disparo. El gobierno de Néstor
Kirchner sufrió un fuerte embate por el
caso.
Julio
López
Axel
Blumberg
Carlos
Fuentealba
T
ambién conocido como “la masa-
cre de Avellaneda”, el hecho tuvo
lugar el 26 de junio de 2002 en la
Estación Avellaneda. Ante la manifesta-
ción planeada para ese día, el gobierno
de Eduardo Duhalde se propuso impedir
que los manifestantes llegaran al Puente
Pueyrredón. Para esto reunió a Gendar-
mería, Prefectura y la Policía Federal,
además de la Policía Bonaerense.
La jornada terminó con el asesinato Ma-
ximiliano Kosteki (22) y Darío Santillán
(21) en la Estación Avellaneda y dece-
nas de heridos fueron trasladados al
hospital Fiorito. Los jóvenes estaban
agrupados en la Coordinadora de Tra-
bajadores Desocupados Aníbal Verón. A
Kosteki lo asesinaron en el hall de la Es-
tación Avellaneda; Darío entró a la esta-
ción para socorrerlo y ahí otro policía de
la bonaerense le disparó por la espalda
y cayó malherido a los pocos metros.
Los dos jóvenes fueron arrastrados,
sangrando, hasta afuera de la estación
por los mismos policías que les habían
disparado. Una cámara del noticiero de
Canal 7 filmó el momento en que dos
efectivos de la Policía provincial dispara-
ron sobre los manifestantes, que en ese
momento se encontraban separados del
resto. También existen varias imágenes
de los fotógrafos Sergio Kowalewsky y
Pepe Mateos (Diario Clarín), que resul-
taron evidencia clave en el curso de la
investigación. El hecho le cortó a
Duhalde cualquier posibilidad de querer
ser candidato para el 2003. Alfredo Fan-
chiotti y Alejandro Acosta fueron conde-
nados a cadena perpetua por doble
homicidio y siete tentativas de homicidio.
El comisario Félix Vega y los principales
Carlos Quevedo y Mario De la Fuente
fueron sentenciados a cuatro años de
prisión por encubrimiento agravado. Los
otros dos acusados de encubrimiento, el
oficial Gastón Sierra y el cabo Lorenzo
Colman, fueron condenados a tres y dos
años de cárcel, respectivamente. El ex-
policía Celestino Robledo recibió la
pena de diez meses por «usurpación de
autoridad», ya que actuó en la represión
aunque ya no era policía.
“Sobisch Asesino”, “Nunca Más,” entre
otras, y exigiendo la renuncia y el juicio
político al gobernador Jorge Sobisch (lo
que finalmente no ocurrió)
La Cámara en lo Criminal Primera en-
contró a Poblete responsable de “homi-
cidio calificado, por haber sido cometido
por un miembro integrante de las fuer-
zas policiales abusando de su función,
con la agravante de haber sido come-
tido con violencia mediante el empleo
de un arma de fuego, agravado por ale-
vosía, en concurso ideal” y lo condenó
a prisión perpetua