Viernes 20 de abril de 2018
10
EN SAN JUAN, HUBO CASOS DE DISPUTAS POR UN VIBRADOR Y
La separación de una pareja
suele sacar a la luz los peores
sentimientos de una persona.
En esta nota, abogados san-
juaninos dedicados al Derecho
Civil, cuentan sus experien-
cias en torno a las peleas
más insólitas.
I
nternet está poblado de historias
sobre cualquier tema que una per-
sona quiera leer, pero en caso de di-
vorcios, hay desde situaciones muy
jocosas a otras muy dramáticas que su-
cedieron en varios países. San Juan no
se queda atrás en el relato de hechos
extravagantes ocurridos entre hom-
bres y mujeres que atravesaban el
proceso de divorcio. Es que, justa-
mente, una separación suele sacar a
la luz los peores sentimientos de una
persona, desde el rencor, la venganza
o el odio. Y si uno de los cónyuges está
dispuesto a dar pelea, cualquier “bien
patrimonial” puede generar un conflicto.
l l l
En esta nota, abogados sanjuaninos dedi-
cados al Derecho Civil narran las peleas
más insólitas con las que se encontraron
cuando una pareja comenzó el proceso
de divorcio, y que incluyen disputas desde
un consolador a una calesita, pasando por
un hombre que cortó a la mitad un jeep y
otro que pidió consejos sobre cómo matar
a su ex esposa porque se había quedado
con la casa.
Un vibrador
comprado en
Estados Unidos
L
a abogada Filomena Noriega
expresa que entre los casos
más insólitos de divorcio en los
que actuó, en uno la pelea se originó
por un vibrador que un matrimonio
había adquirido en Estados Uni-
dos.
“La mujer planteó que ella
quería quedarse con el vibra-
dor, porque era quien más lo
usaba, pero el hombre tam-
bién pidió quedarse con el ob-
jeto, aduciendo que el dinero
para comprarlo lo había puesto
él, que él había hecho los trá-
mites en la aduana para in-
gresarlo al país y que había
sido un gasto muy oneroso.
Finalmente, el juez se lo
otorgó a la mujer”,
cuenta.
En otro proceso de divorcio,
Noriega se encontró con una
lucha feroz entre una pareja por
la cuota alimentaria para las mas-
cotas.
“La mujer quería estable-
cer qué tipo de piedras celestes
eran necesarias para la pecera
que tenían en la casa y la marca
de alimento que había que com-
prar para los perros que la pa-
reja tenía como mascotas”.
Divorcios: Las cosas más insólitas
por las que pelean hombres y mujeres
“Quiero matar a
mi mujer porque
se quedó con
la casa”
L
uego del divorcio, un hombre le
solicitó al abogado Horacio Eli-
zondo que lo asesorara sobre
cómo matar a su ex esposa, a quien el
juez finalmente le había dejado la casa
que la pareja compartía.
“El no había sido mi cliente, pero
pos divorcio se acercó al estudio
para pedirme consejos sobre cómo
matar a su ex esposa, a quien el
juez había dado la tenencia de la
casa que compartían siendo matri-
monio. Me parece que el hombre
no estaba bien psicológicamente.
Traté de hacerle entender que una
casa no valía la vida de una per-
sona, pero en ese momento, él es-
taba muy decidido a matarla. Por
suerte, pude disuadirlo. Si llega a
leer esta nota, se acordará”,
dice
Elizondo.
C
omo una manera de tener
más ingresos económicos,
un matrimonio compró una
calesita y la instaló en una plaza.
Con el tiempo, la pareja se divorció
y la calesita en cuestión fue centro
de una pelea entre el hombre y la
mujer.
“En este caso, ninguno de los
dos quería quedarse con la cale-
sita, ni comprarla ni venderla, así
es que finalmente, fue desgua-
zada y vendida por partes”,
cuenta el abogado Antonio Falcón,
quien tiene varias historias de pe-
leas por objetos insólitos en su
haber.
l l l
En otro caso, la pelea fue por una
cama.
“Era una cama muy
linda, cara. El hombre que-
ría quedársela y la mujer
insistió en que ella la que-
ría. Finalmente, el juez de-
cidió que la cama quedara
para la mujer. Cuando el
divorcio estaba resuelto, la
mujer decidió quemar la
cama y todas las cosas que ha-
bían quedado para ella y le
mandó fotos y videos al hombre.
Esa fue su venganza”,
recuerda
Falcón.
El abogado también cuenta los
casos de tres hombres que se suici-
daron luego de los divorcios, como
los hechos más dolorosos por los
que tuvo que atravesar en su expe-
riencia profesional.
Además, cuenta la historia de un re-
conocido gremialista que engañaba
a su esposa y cuando ella lo descu-
brió, pidió el divorcio.
“El hombre
se resistía a algunas de las exi-
gencias de la mujer, pero de re-
pente ella apareció con
una cantidad impor-
tante de escrituras
de propiedades
que él había ad-
quirido y rápida-
mente se resolvió
el divorcio”.
Desde una calesita a
una cama incendiada
Horacio
Elizondo
Antonio Falcón
Filomena Noriega