Viernes 20 de abril de 2018
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EL CASO DEL GINECÓLOGO CARLOS MARTINEZ
Carlos Martínez suma 15 denuncias por presuntos abusos, uno con acceso carnal.
Las víctimas
de la justicia
La inacción de los jueces hizo
que las dos primeras causas
prescribieran. El médico tiene
limpio su certificado de ante-
cedentes porque nunca Salud
Pública supo de su situación.
Hay 15 denuncias y podrían
ser más.
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a primera denuncia por abuso se-
xual simple contra el ginecólogo
Carlos Horacio Martínez se produjo
en el 2006. La segunda, en el 2013. Nin-
guna de las dos primeras víctimas logró
que el médico fuera condenado. Muy por
el contrario, la desidia de la justicia san-
juanina en el tratamiento de ambas cau-
sas logró que prescribieran y que la lista
de víctimas aumentara a 15 en 2018.
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Estos hechos demostraron que no sólo
hay sistema no funciona, sino que detrás
del sistema hay jueces a los que tampoco
les importa impartir justicia. Si en el 2006
hubiera funcionado la justicia, Martínez no
estaría ejerciendo su profesión de ginecó-
logo. Y al menos 13 mujeres no hubieran
visto arruinada su vida por el hecho dolo-
roso que les tocó transitar, sobre todo en
una situación de vulnerabilidad frente a un
profesional de la salud.
Las causas
que prescribieron
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a prescripción es una de las causa-
les por las que el Código Penal es-
tablece que puede darse la
“extinción de la acción penal por el paso
del tiempo”, y paradójicamente en estas
causas fueron los propios jueces quienes
lograron la “extinción de la acción penal
por el paso del tiempo”.
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En el 2006, la denuncia recayó en el Pri-
mer Juzgado de Instrucción, en ese mo-
mento a cargo del juez Leopoldo Zavalla
Pringles, quien se jubiló en el 2012. El ex-
pediente solo tiene como novedad la exi-
mición de prisión concedida de manera
anticipada por el magistrado, aunque Mar-
tínez nunca fue indagado. Tampoco apa-
rece el informe de matrícula que debería
haberse pedido al Ministerio de Salud Pú-
blica de la provincia. De hecho, la ministra
de Salud, Alejandra Venerando, expresó
que pidió el legajo del médico y no regis-
tra ningún antecedente ni advertencia de
la justicia por las causas que se tramita-
ban.
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La otra denuncia apareció en el Segundo
Juzgado de Instrucción, a cargo del juez
Pablo Flores, y data del 2013. En este ex-
pediente, Martínez fue procesado por el
delito de abuso sexual simple. Su abo-
gado apeló el procesamiento y la Sala I
de la Cámara Penal la remitió nueva-
mente el juzgado. Dado que la defensa no
había fundado la apelación, el procesa-
miento quedó en firme.
El expediente bajó de la Sala I al juzgado
de Flores el 15 de septiembre de 2014.
¿Qué debía hacer el juez? Elevar la
causa a juicio. Sin embargo, esto
nunca ocurrió y, en principio, la causa
estaría prescripta.
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Sólo dos cosas interrumpen los plazos
de prescripción: la indagatoria y el auto
de elevación a juicio. Lo segundo
nunca ocurrió y lo primero determinaría
que en el 2017 la causa prescribió,
aunque tampoco existe resolución de
sobreseimiento por extinción de la ac-
ción penal por el paso del tiempo.
El delito invocado –abuso sexual sim-
ple- tiene una pena máxima de cuatro
años, por lo que si Martínez fue inda-
gado en el 2013, el año pasado el ex-
pediente quedó en condiciones de ir a
archivo.
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Antes de mirar al juez Pablo Flores, la
atención se posó en la Sala I de la Cá-
mara Penal -que al momento de recibir
la apelación estaba ya integrada por la
actual conformación: Juan Carlos Ca-
balleo Vidal (h), como presidente, Sil-
via Peña y Raúl Iglesias-, porque era
clave saber cuánto tiempo estuvo el
expediente en manos de los camaris-
E
l fiscal de la causa, Carlos
Rodríguez, reconoció que
no hay antecedentes en tri-
bunales de un imputado con tantas
denuncias.
La veracidad de todas las denun-
cias estaría corroborada porque las
víctimas expresaron casi el mismo
modus operandi de Martínez. Y en
el caso de la menor, debe declarar
en Cámara Gesell, en el Centro de
Abordaje Integral de Niños, Niñas y
Adolescentes Víctimas (ANIVI).
La estrategia de la fiscalía es bus-
car que se unifiquen las causas,
así al ginecólogo se lo indaga una
sola vez por todos los hechos de-
nunciados. Eso lo decide el juez,
pero está prácticamente acordado.
Las que quizás no podrían unifi-
carse son las tres denuncias regis-
tradas en Jáchal, y por las que
Martínez compareció el martes pa-
sado ante el juez Pablo Oritja, de la
Segunda circunscripción, por una
cuestión de competencia.
Oritja reveló que una de las denun-
cias registradas en el departa-
mento norteño, fue caratulada
como abuso sexual con acceso
carnal.
Luego de abstenerse de declarar
en Jáchal, Martínez fue trasladado
nuevamente a San Juan para que-
dar a disposición del juez Guillermo
Adárvez.
Cómo sigue el caso