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Viernes 27 de abril 2018
EL JUEZ PABLO ORITJA LO PROCESÓ POR UNA DE LAS DENUNCIAS EN JÁCHAL
para procesarlo con prisión preventiva.
No obstante, ese perfil será clave a la
hora del juicio –además de ser obligato-
rio- para saber qué tipo de personalidad
tiene, si goza con el sufrimiento ajeno,
si impone esa condición de profesional
a quien le confiaron algo tan importante
como la intimidad, si se vale de la con-
fianza depositada por la paciente para
avanzar en sus oscuros propósitos.
El relato de una
jóven embarazada
E
sta forma de ser lo ratifica el re-
lato de una de las víctimas,
quien dijo que si bien se hizo
atender durante todo el embarazo con
Martínez, recién en la última visita fue
que avanzó sobre ella. A punto tal que
después otro profesional le dijo que la
vida de su bebé estuvo en riesgo. Es
que el profesional denunciado dijo que
debía hacerle un tacto, pero luego em-
pezó con tocamientos similares a los
previos a una relación sexual. Incluso
la mujer presentaba síntomas de una
complicación del embarazo, pero Martí-
nez decía que eso era normal.
La ausencia del sentimiento de culpa se
habría reflejado cuando a su anterior
abogado –hoy lo asiste la defensora ofi-
cial Mónica Sefair- le habría preguntado
con signos de preocupación si no iba a
poder seguir ejerciendo más.
El caso de
la menor
E
l lunes 16 de abril una adoles-
cente relató en el centro ANIVI
cómo había sido abusada por el
ginecólogo Martínez. El hecho aconte-
ció cuando la menor tenía 14 años y
había acudido a su primera consulta
cuando fue violentada por el médico. La
adolescente había acudido con su
madre pero el médico no dejó pasar al
consultorio a la mujer. Ante el hecho, la
madre de la menor dejó sentada la in-
conducta en el libro de quejas.
La adolescente ratificó sus dichos, com-
plicando la situación del profesional. El
fiscal de Instrucción, Carlos Rodríguez,
sostuvo que el relato de la adolescente
fue concluyente, no fabula y es cohe-
rente.
I
nsensibilidad, falta de culpa, ausencia
de arrepentimiento. El caso del gine-
cólogo Carlos Martínez sigue dando
que hablar en los pasillos de tribunales.
Es que este viernes 27, a primera hora,
deberá prestar declaración indagatoria
ante el juez Guillermo Adárvez nueva-
mente. Esta vez es por tres causas más:
la del abuso en perjuicio de una menor,
otra iniciada en la División Seguridad
Personal de la Policía y otra denuncia re-
cibida el miércoles pasado en la oficina
del fiscal Carlos Rodríguez.
Seguramente usará la misma estrategia
que las dos veces anteriores cuando es-
tuvo frente a dos magistrados –Pablo
Oritja en Jáchal y Guillermo Adárvez en
la ciudad-. Cuando esté declarando por
segunda vez frente a Adárvez, podría
estar en su conocimiento que fue proce-
sado por un hecho denunciado en el de-
partamento Jáchal. Esa determinación
fue tomada por Oritja, el juez de la Se-
gunda Circunscripción.
En total Martínez acumula catorce denun-
cias por abuso –eran quince pero una se
descartó porque ya había sido denunciada
en Jáchal y ante el temor de que no pros-
perara, la víctima denunció también en la
oficina del fiscal Rodríguez-. Si bien todos
los hechos denunciados son graves, hay
dos que complican aún más su situación
ante la justicia: el abuso denunciado por
una menor y otro caso relatado por una
mujer mayor de edad donde hubo acceso
carnal.
Procesado por una
denuncia en Jáchal
E
l juez de la Segunda Circunscrip-
ción, Pablo Oritja, procesó a Carlos
Martínez por el delito de abuso se-
xual gravemente ultrajante, en base a una
de las tres denuncias que llegaron a su
despacho. La primera de ellas databa del
año pasado; la segunda de marzo de este
año y la tercera de las últimas semanas,
cuando estalló el escándalo.
Cómo actuaba
ante sus víctimas
T
odavía no hay un perfil psicológico
y psiquiátrico de Martínez, pero
con los dichos de las denunciantes
de los primeros casos en Jáchal alcanzó
El ginecólogo Martínez es retirado luego de prestar declaración.
Juez Pablo Oritja.
AL
IN
El modus
operandi del
ginecólogo
abusador
E
n el auto de procesamiento
dictado por el juez Oritja, figura
el testimonio de una de las víc-
timas que demuestra cómo actuaba el
médico acusado:
“La misma tenía turno con el ginecó-
logo Dr. Carlos Martínez, por cuanto
se había realizado un estudio denomi-
nado PAP, y cuyo resultado debía en-
tregarle al nombrado. Que en esas
circunstancias, la damnificada... in-
gresó al consultorio del Dr. Martínez,
a quien le exhibió el resultado de
dicho estudio, a lo cual el médico le
manifestó que le faltaba más flujo va-
ginal, consultándole luego sobre su
vida sexual. Posteriormente Martínez
le pidió a la paciente que subiera a la
camilla ya que procedería a exami-
narla, haciendo que se quitara una
sola pierna del pantalón y su ropa in-
terior. Seguidamente, Martínez proce-
dió a tocar a la damnificada en su
cuerpo, especialmente en la zona va-
ginal, e introdujo sus dedos diciéndole
que ella debía excitarse porque era
parte del examen y para determinar el
problema del flujo.
Posteriormente el imputado Martínez
le preguntó a la damnificada si la exci-
taba más que le tocara el clítoris o si
debía introducir más los dedos. Luego
le tocó los glúteos y posteriormente le
hizo desprender el corpiño frotándole
las manos en los senos, y posterior-
mente le seguía diciendo que debía
llegar al orgasmo, siempre tocándola.
Posteriormente y como la declarante
no llegaba al orgasmo que Martínez
pretendía, le dijo a la misma que si
era necesario que tocara su pene, por
lo que se le acercó y le pidió que lo
tocara así ella se excitaba más, a lo
que la damnificada se negó, por lo
que Martínez insistió apoyando su
pene en uno de los brazos de la dam-
nificada intentando frotarse.
Que ante ello la damnificada le dijo a
Martínez que nunca llegaría a lo que
él le pedía porque estaba muy ner-
viosa y no le parecía correcto lo que
estaba haciendo, por lo que este de
inmediato cambió su actitud dicién-
dole que estaba bien, que le indicaría
unos óvulos y que se vistiera. Luego
Martínez le hizo una receta y la dam-
nificada se retiró del lugar”.
El testimonio de una víctima
Se ganaba la confianza. En algunos casos
esperaba que pasara el tiempo. En otros avanzaba
sobre sus pacientes-víctimas en la primera sesión.
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