Viernes 29 de marzo de 2019
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GERMÁN YANES, MÚSICO VENEZOLANO RADICADO EN SAN JUAN
E
n la peatonal sanjuanina, centro
de reunión de artistas callejeros,
sanjuaninos y foráneos por exce-
lencia, como sucede en varias capitales
del mundo, por estos días se sumó un
músico más, que con su contrabajo a
cuestas comenzó a impregnar el aire oto-
ñal con su música.
Al comenzar la charla, el acento lo delata:
es un joven venezolano que emigró hace
algunos años de país, dejando allí a sus
padres y hermanos.
“Mi nombre es Germán Yanes, tengo
28 años y estoy formado en el Sistema
de Orquestas Infantojuveniles de mi
país, que tiene más 42 años. Además,
estudié en la Universidad Experimental
de las Artes, entre otras cosas que he
estudiado. También estudie un poco
en Argentina, donde hace 6 años que
estoy
”, se presenta cuando termina de in-
terpretar un tema.
—¿Cuál fue el motivo por el que viniste
de Venezuela a Argentina?
—Porque era un panorama difícil para lo
que estaba haciendo en ese momento,
estaba haciendo producción musical y
bueno se veía venir el alboroto político—
social, así que hubo quienes emigramos
mucho antes. Ahora están emigrando
miles de personas por día. Mis compatrio-
tas están en todos los países del mundo
haciendo lo que mejor saben hacer, al-
guno no lo mejor que saben hacer más
que todo, sobreviviendo. Por lo menos sé
que hay muchos músicos que están triun-
fando en distintos países.
—¿Viniste de Venezuela solo? ¿De-
jaste a tu familia?
—Estaba solo. Mi familia es un núcleo de
5, papá, mamá y tres hermanos. Me vine
solo. Al principio no tenía ni mi instru-
mento, después lo pude traer. Me vine
solo con una guitarra, fue un año donde
estuve haciendo los malabarismos de la
persona que trabaja en negro en un país
extranjero, pero gracias a Dios la situa-
ción ha ido mejorando y cada vez mejor.
—Cuando decidiste venirte para Ar-
gentina ¿Cómo lo hiciste?
—Saqué el pasaje, que era difícil conse-
guirlo. Lo previo a eso, que es hacer el
pasaporte, fue complicado también pero
gracias a Dios fluyó rápido y conseguí el
pasaje. Mis padres me ayudaron, toda mi
familia fue un apoyo enorme. Llegué a
Buenos Aires y me esperaba la persona
que me hospedaba en un hostel y ahí
empezó mi nueva vida.
—¿Cómo te recibió Argentina?
—Al principio no entendés nada, ahora
hablo distinto, mi acento se ha modifi-
cado. Al principio no me entendían, yo no
entendía tampoco, así que bueno me
tuve que camuflar mi acento para poder
entender y que me entiendan también.
Luego, a través de conocer a las perso-
nas, los compañeros, la verdad que la
gente en Argentina es muy generosa,
muy bondadosa, estoy muy alegre el reci-
bimiento. Me han recibido con los brazos
abiertos en las distintas provincias donde
he podido ir.
—¿En Argentina formaste pareja?
¿Algo cambio en tu vida?
—Sí, formé pareja, conocí a mi actual
“Mis compatriotas
están en todos los
países del mundo,
sobreviviendo”
Formado en el Sistema de Orquestas de Venezuela,
salió de su país hace 6 años, intentando evitar la
crisis que se venía. En pareja con una sanjuanina,
hace dos semanas que trabaja en una de las
Orquestas Escuelas creadas en la provincia.
Mis hermanos y mi
mamá viven en
España, me imagino lo
complicado que debe ser
para una persona más
adulta cambiarse de
lugar, cambiar la forma
de hablar, de pensar, de
trabajar, pero bueno es
lo que nos está pasando
al pueblo de Venezuela
“
”
compañera en Buenos Aires, pero es san-
juanina y estamos hace 3 años juntos.
Ahora he movido mi vida de Buenos Aires
para acá con el proyecto de las Orques-
tas Escuelas, donde me han tomado
como profesor, que se dio por una casua-
lidad. Un día estaba haciendo arte en la
calle, se me acercó un profesor a decirme
que había una audición para un trabajo,
fui sin nada preparado y bueno, esta es
mi segunda semana que estoy trabajando
con los niños y niñas de las distintas or-
questas. La verdad es que está buení-
simo si pudieran acercarse o ver por
internet. Se recomienda desde los 8 años
para empezar, hay gente que empieza de
grande. Si hay algo cierto es que la mú-
sica es un factor determinante y cam-
biante en la vida de la gente.
—¿Qué podés decir de tus amistades
en tu país?
—La mayoría se fueron, están en distinto
lugares. Mis hermanos viven en España,
me he cruzado con amigos en Chile. Me
han pasado cosas loquísimas: me encon-
tré con un compañero de la facultad cami-
nando en Avenida de Mayo en Buenos
Aires, cuando tampoco era un momento
donde había emigrado mucha gente, lo
crucé y fue increíble. Ahora tengo acá en
San Juan dos conocidos venezolanos
que son también maravillosos músicos y
chelistas.
—¿Tus padres quedaron en Vene-
zuela?
—Mi papá nos dejó, ya está en otro plano
espiritual, y mi madre recién se muda a
España con mis hermanos y tengo un
hermoso sobrino. Están formando vida
allá, me imagino lo complicado que debe
ser para una persona más adulta cam-
biarse de lugar, cambiar la forma de ha-
blar, de pensar, de trabajar, pero bueno
es lo que nos está pasando al pueblo de
Venezuela. Ahora la mayoría de los profe-
sores con los que estoy compartiendo
son de mi país también y están en el
mismo sistema de orquestas. Estamos
llegando a todas las escuelas que se
pueda porque tiene ese factor social y
cambiante.