Viernes 18 de noviembre de 2016
Una nota del diario catalán La Van-
guardia sostiene que los métodos de
cortejo de los animales son innumera-
bles, algunos curiosos, otros románti-
cos, y algunos hasta repulsivos
desde el punto de vista humano.
Bonobo
A los bonobos no les hacen falta ni
San Valentín
ni el fin de semana. Estos monos
tienen relaciones sexuales para evitar conflictos, para ganarse el favor de los
demás, para consolar, para hacer la paz después de una pelea, para relajarse
después de una hazaña agotadora. En fin, siempre. Contrariamente a la mayoría
de las otras especies tienen relaciones en todas las posiciones posibles. A los en-
vidiosos habrá que decir que la duración media de un coito de un bonobo es de
sólo 13 segundos.
Pez pescador
El macho del pez pescador es más pequeño y menos hábil en la caza que las
hembras, así que para perpetuar la especie, cuando encuentra una hembra la
muerde. En este proceso libera una enzima que permite que los dos cuerpos
se fundan. Entonces, el macho se desintegra lentamente hasta que de él sólo
quedan los testículos. Estos seguirán produciendo los espermatozoides para
cuando a la hembra se le antoje usarlos.
Hipopótamo
El hipopótamo nunca fue famoso por su higiene personal y se de-
muestra coherente también en la hora del amor. Cuando llega el mo-
mento, el macho se sube encima de una enorme pila de estiércol y
empieza a arrojarlo hacia todas direcciones con su cola, hasta llegar
a golpear a la deseada, la cual se queda encandilada por semejante
detalle.
Los hipopótamos tienen una forma un tanto escatológica de cortejar a su pareja |
Lanz von Horsten
Piquero de
patas azules
Las características evidentes
de esta extraña ave de las
Galápagos son la expresión
un tanto aturdida y los pies
de un color azul fluorescente.
El pájaro va muy orgulloso de
estas
botas
tan
ye-ye
, tanto
que las exhibe en una danza
de cortejo digna de las mejo-
res películas de Tarantino.
Loro de frente blanca
Cuando estas aves se preparan para aparearse, se acurrucan y se besan.
Sin embargo, entre el momento de los besos y el del apareamiento, los loros
crean ambiente vomitándose encima el uno al otro.
Los bonobos han llevado la resolución de conflictos a otro nivel
| Getty | Mint Images - Frans Lanting
Los loros de frente blanca y su curioso rito de apareamiento |
Ger Bosma
L
os humanos a menudo somos víctimas
de un altivo complejo de superioridad y
terminamos subestimando las capacida-
des y la imaginación de nuestros coin-
quilinos en el planeta. Los animales conocen la
diversión y la empatía. El cerdo, por ejemplo, es
capaz de aprender algunos pasos de baile, por
puro entretenimiento. Pollos, gallinas y gallos
entrelazan sólidas amistades, hasta el punto de
que cuando uno de ellos muere, sus compañe-
ros velan su cuerpo durante un tiempo. Sin em-
bargo, es en los rituales de apareamiento donde
el
reino animal
nos reserva las sorpresas más
increíbles, luciendo gran apertura mental y crea-
tividad. Y esto sin tener que esperar el día
de
San Valentín
.
Los rituales de apareamiento de los animales
son innumerables, algunos curiosos, otros hasta
16
s
s
14 cortejos animales
exageradamente locos
Los demonios marinos o peces pescadores se sacrifican por el bien de su especie | Wikipedia