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Viernes 18 de noviembre de 2016
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alternativamente por Lucho Oli-
vera, Sergio Mulko, Zaffino, Leo-
pardi, Villagrán, etc), la serie
cómica del simpático espía “Pepe
Sánchez” (con dibujos de Vogt), o
“Gilgamesh”, creado por Lucho Oli-
vera en guión y dibujo y continuado
con guiones de Wood, por solo
citar tres.
Pero la notable trascendencia de
Wood, opacó la figura de otros
grandes guionistas de la editorial.
Tal es el caso de Julio Alvarez Cao,
autor muy elogiado por los dibujan-
tes que trabajaron con él, tanto por
la calidad de sus guiones como la
de su escritura. Una de las series
por él escritas que merece desta-
carse es “Crónicas de un porteño
viejo”, dibujada alternativamente
por Merel y Carlos Casalla
El fin
D
ejó de aparecer a media-
dos de 2000, cuando Edi-
torial Columba canceló
todas sus revistas de antología, re-
emplazándolas por comic-books de
algunos de sus personajes más po-
pulares, en un intento de ade-
cuarse a los nuevos tiempos. El
lugar de El Tony fue ocupado por
Mark, con la leyenda “El Tony pre-
senta”. Como las demás series de
comic-books lanzadas a la par,
tuvo muy corta duración
Las revistas de Columba. Algunos de sus personajes
El siguiente es un frag-
mento de una nota sobre
la editorial Columba publi-
cada en el blog de rese-
ñas de Andrés Accorsi*
E
s fundamental empe-
zar diciendo que Editorial Columba
fue una empresa que durante déca-
das apostó a la historieta adocenada (o “por
kilo”, como me gusta decirle a mí), reitera-
tiva, maniquea, obvia. Columba condicionó
y censuró a sus guionistas, le robó los origi-
nales a los dibujantes, los obligó a copiar a
los autores más exitosos, y premió a los
más prolíficos por sobre los más talentosos.
Alineada ideológicamente con cuanta dicta-
dura militar padeció el país durante el Siglo
XX, Columba fue una gigantesca picadora
de carne, que jugó fuerte para imponer un
concepto de historieta de aventuras que
hoy, felizmente, está extinto, pero que dejó
a cientos de miles de lectores convencidos
de que esas fórmulas retrógradas (gasta-
das varios lustros antes de que la editorial
desapareciera) eran las únicas viables.
Pero claro, dicho todo esto, también hay
que reconocer que a pesar de todas estas
limitaciones, en las revistas de Columba
aparecieron artistas que lograron expre-
sarse, desarrollar una voz propia, y aprove-
char la masividad de las publicaciones para
convertirse en íconos de la cultura popular.
Por supuesto ninguno puede aspirar al im-
pacto que logró –a partir de su debut, en
1967- el maestro Robin Wood, pero puestos
a enumerar, seguro me van a quedar afuera
varios autores, sobre todo los anteriores a
1967. Aun así, hay que destacar la labor de
tipos como Lucho Olivera, Carlos Casalla,
Alberto Salinas, Carlos Vogt, Cacho Man-
drafina, Lito Fernández, el propio Solano
López, Ricardo Villagrán, Ernesto García
Seijas, José Luis García López, Enrique
Breccia, Rubén Marchionne, otros guionis-
tas como Ray Collins, Ricardo Ferrari o el
mismísimo Oesterheld.
*Periodista de historietas.
Gigantesca
picadora de carne
Dago
Es una historieta creada por
Robin Wood (guionista) y Alberto
Salinas (dibujante). “Dago” es en
realidad Cesar Renzi, un noble
veneciano que vive en pleno Re-
nacimiento y se ve envuelto en
una trama de intrigas políticas, las
cuales finalizan con la masacre de
su familia. Al principio de la histo-
ria es dado por muerto y lanzado
al mar con una daga en
su espalda. Es en ese
momento cuando
es recogido por un
barco turco y to-
mado como es-
clavo. Los
turcos lo rebau-
tizan como
“Dago”, debido
al arma blanca
que casi le cuesta
la vida.
Alamo Jim
De Carlos Albiac y Carlos Casalla, un western de aventuras
matizado con humor, Protagonizado por una especie de soli-
tario antihéroe;
Argón el Justiciero
De Oesterheld y Vogt- más adelante Armando Fer-
nández y Gómez Sierra-, serie de fantasía heroica
ambientada en la época de Alejandro Magno, pro-
tagonizada por un guerrero Macedonio que guar-
daba ciertas similitudes-sobre todo físicas-con
Nippur de Lagash.
Pepe Sánchez
De Wood y Vogt, comiquísima parodia de James
Bond y del género de espías a cargo de un
agente secreto argentino. Abundaba en citas y
guiños sobre el cine y la novela del género.
Mark
De Wood y Ricardo Villagrán. Un personaje inspirado
en El hombre omega, la película que a su vez se ba-
saba en Soy leyenda, de Richard Matheson. Mark y su
amigo Hawk, supervivientes de un cataclismo atómico
deben luchar contra mutantes, humanos renegados y
científicos amparados en ciudades de cristal;
Cabo Savino
De Julio Alvarez Cao. Dibujado por Car-
los Casalla, Furlino y Merel. Una mues-
tra de la historieta “criolla” argentina, que
narra las vivencias de un soldado de for-
tín en la frontera del siglo XIX. Publicado
originalmente en el diario La razón en
1954, tres años después recala en Co-
lumba. Se publicaría además en Fanta-
sía y D’Artagnan. Otros guionistas
fueron Chacho Varela y Jorge C. Mor-
hain. Entre 1973 y 1975 Columba edita
Cabo Savino como comic book, y en
2003 editorial Caleuche lanzó un libro re-
copilatorio del personaje;
Martín Toro
De Sergio Almendro. También guionado por Jorge C. Morhain y Ray Collins,
fue un personaje de idéntica temática creado por los editores aprovechando
el éxito de Cabo Savino.
Jackaroe
De Wood y Dalfiume. Pluma Blanca es el nombre indio de Jac-
karoe: Abandonado de niño fue encontrado y adoptado por
ellos. Un western muy particular, de raíz más europea que
americana, deudor del Spaghetti Western.
Gilgamesh
El Inmortal es una serie de
historieta argentina creada
por el dibujante y guionista
Lucho Olivera, basada en la
antigua leyenda sumeria del
rey Gilgamesh, un hombre
que busca la inmortalidad de
los dioses. Pertenece al gé-
nero de ciencia ficción y fue
publicada a partir de junio
de 1969.
Nippur de
Lagash
Es una serie de historieta ar-
gentina creada por Robin Wood
(guionista) y Lucho Olivera (di-
bujante) y publicada entre
1967 y 1998. Su protago-
nista le debía su nom-
bre a la antigua
ciudad sumeria de
Nippur, donde sus
padres habían
nacido, y luego
adquiriría el epí-
teto de Lagash
cuando aban-
dona su ciu-
dad, Lagash,
en un exilio for-
zado.
De Robert O´Neill (seudónimo de Wood) y
Gómez Sierra. Un aristócrata polaco, un me-
xicano y un inglés sobreviven gracias a su in-
genio y sus músculos en aventuras en todo el
globo insertas a principios del siglo XX.
Los Aventureros
Big
Norman
De Robert O´Neill y
Haupt. Dave Norman es
un detective privado, un
duro al estilo de Harry el
sucio, en el New York de
los setenta. Narrada en
primera persona -lo que
le daba una conexión di-
recta con el encanto del
personaje- era una mez-
cla de serie negra con
algo de exploited, con el
reconocible estilo de
Haupt.