El Nuevo Diario - page 47

Es hora que esta sociedad asista a un inmenso parto
de dirigentes, de empresarios, de sindicalistas, de in-
telectuales.
Es tiempo que un formidable purgante nos libere de
tantos prejuicios, ideas arcaicas, voluntarismos, vi-
cios, errores, debilidades, temores y pesimismos que
se nos han instalado.
● ● ●
Lo peor que podría pasarnos es que ese parto se re-
trase
y sólo queden en pie los individualistas, los
contestatarios, los necios, los que hacen un culto
de la destrucción.
Si ellos encarnan la oposición, el clima se envenena
y hasta las flores se marchitan.
Eso es lo peor que podría pasarle al hombre que ha
llegado:
la soledad del poder.
Desearle éxito al hombre que ha llegado es hasta
ocioso.
Seamos protagonistas, cada uno desde su lugar
, de
la reconstrucción que nos justifique como gene-
ración.
El sueño del pibe
Y
bien.
La nota era una pintura del Gioja que asumió
la gobernación y dijo que se le cumplia “el
sueño del pibe”.
Los Gioja son descendientes de Inmigrantes italia-
nos. Seguramente nunca habrían imaginado, aque-
llos habitantes del pueblo de Tradate, en la provincia
de Varese, en la región de la Lombardia, una de las
zonas más industrializada de Italia, que existía un
lugar llamado San Juan, en la Republica Argentina y
que algunos de sus descendientes muchos años más
tarde cumplirían allí importantísimos papeles.
De aquella región, hoy una de las más ricas de Eu-
ropa, emigraron un día los Gioja. Cinco fueron los
hermanos que se vinieron a la Argentina.
Uno de ellos, Ambrosio, que nació en 1854, se ins-
taló en la localidad de Carmen de Areco, en la provin-
cia de Buenos Aires. Tuvo doce hijos, la mayoría se
dedicó a la agricultura como su padre, siguiendo la
tradición de su pueblo natal.
El hijo mayor de Ambrosio fue César Ambrosio, quien
se casó con Emelina Carnevale; de esta unión nacie-
ron cinco hijos, Elina, Ricardo, Federico, Sara y Mary.
● ● ●
César falleció muy joven dejando los niños al cuidado
de Emelina y de algunos de sus hermanos.
Ricardo, el segundo hijo de Emelina y César, nació el
24 de abril de 1914. Este Ricardo tendría un papel
importante en esta historia, como ya veremos. Tras
cursar sus estudios primarios en Carmen de Areco,
eligió una escuela con orientación en agronomía, fo-
restación y regadío en Río Cuarto, Córdoba.
En 1943, se produce el hecho al que hacíamos men-
ción: Ricardo fue convocado por el gobernador de
San Juan, Pedro Valenzuela, para radicarse en la
provincia junto a otros colegas para trabajar en dis-
tintas obras que se iniciaron en esa época.
Cuando Ricardo
conoció a Adela
U
na de las primeras obras fue la construc-
ción y forestación de plazas del gran San
Juan.
Un día, Ricardo, corpulento y bien plantado, cono-
ció a una jovencita mientras trabajaba en una de
las plazas.
Ella se llamaba Adela Manini y tenía la misma
edad de Ricardo. Había nacido el 18 de diciembre
de 1914, y era la menor de doce hijos de Ceferino
Manini y Teresa Romero, ambos inmigrantes del
norte de Italia y establecidos en el departamento
de Pocito.
Ricardo y Adela estuvieron un año de novios y se
casaron en 1944, y se fueron a vivir en una casa
del Barrio Obrero Rawson. Allí nacieron los prime-
ros seis hijos: César Ambrosio, Adela, Ricardo,
José Luis, Mario y María Inés. El menor, Juan Car-
los, nació en Jáchal, donde la familia se radicó por
algunos años por razones laborales.
Ricardo se dedicó a la construcción y luego entró a
trabajar en la Dirección de Hidráulica, donde se ju-
biló. Adela, docente de toda la vida, ejerció en dis-
tintas escuelas.
Allí en Jachal la familia permaneció durante varios
años y sus hijos, varios de los cuales tendrían rele-
vante actuación política, cursaron parte de sus es-
tudios.
Desde siempre
El Flaco
D
esde que comenzó a militar en política,
José Luis fue siempre El flaco.
Y desde sus comienzos, al inicio de los
años 70, sabía que su destino estaba indisoluble-
mente ligado a esta actividad.
La política fue para él todo. Y le dio todo a esa
amante eterna.
José Luis
es ingeniero agrimensor. Es el único go-
bernador electo que se recibió en la Universidad
Nacional de San Juan –entonces Facultad de Inge-
niería de la Universidad Nacional de Cuyo— y que
aunque no le fue mal en su vida profesional, su pa-
sión fue siempre la política.
Algunos, poseedores de muy mala información, sos-
tuvieron durante mucho tiempo que José Luis era
Montonero. Nada más lejos de la realidad. Su mili-
tancia estuvo siempre en la antítesis de los sectores
de izquierda. La JP tradicional fue su marco de ac-
tuación. Y de sus compañeros ideológicamente más
cercanos de aquella época podría mencionarse a
Bibiano Quiroga, Elías Alvarez o Pepe Villa.
Pero el gran maestro para él siempre fue don
Eloy.
A pesar de pertenecer a una familia de padre radi-
cal, abrazó muy joven la militancia peronista y
cuando don Eloy Camus fue gobernador en 1973, lo
designó su secretario privado.
Esto contó Gioja en una entrevista que le hiciera
años más tarde:
—¿Qué hacía usted cuando se produjo el golpe
de 1976?
—En 1976 yo era interventor del IPV. Ya había sido
secretario del gobernador Eloy Camus, con quien
aprendí muchísimo. Pero mi padre privilegió que me
recibiera de ingeniero y le pidió a don Eloy que me
echara. Yo cumplí con mi padre y me recibí a fines
de 1974. Ya con el título, don Eloy me volvió a lla-
mar y me ofreció el IPV. Y allí estuve hasta el 24 de
marzo cuando se produjo lo que todos sabemos.
—Ese golpe se vio venir…
—Es cierto que en las fuerzas populares había dis-
persión, había cierto desorden pero de ninguna ma-
nera se justificaba lo que pasó después. Y creo que
hubo un plan que tenía que ver con una concepción
política que estaba de moda, la teoría de la seguri-
dad, con una marcada hegemonía de uno de los
polos, Estados Unidos, y una buena relación con el
otro, Rusia. Se hacía política con el terrorismo de
>>
La familia: En
1963, la familia
posó para esta
foto familar. Ri-
cardo Gioja y su
esposa Adela
Manini, junto a
sus siete hijos.
De izquierda a
derecha: Ri-
cardo, José Luis,
César, Adela.
Abajo: Mario,
María Inés y
Juan Carlos.
El joven que aparece con el micrófono es José Luis Gioja. La foto fue tomada durante la campaña de 1973, en
la que triunfaría en la segunda vuelta el FREJULI, posibilitando que la fórmula Eloy Próspero Camus - Francis-
co Aguilar llegara al gobierno. Gioja era en ese tiempo presidente de la Juventud Peronista y, a pesar de su
corta edad, tenía un gran protagonismo. Al asumir, Camus lo designó su secretario privado pero meses más
tarde el padre lo obligó a renunciar para que completara sus estudios de ingeniería. Ya con el título bajo el
brazo fue designado interventor del Instituto Provincial de la Vivienda. En la foto se observa también a Roque
Gallerano, Francisco Aguilar (que aparece de costado) y Lucy Campbell que ofició de presentadora.
Viernes 3 de enero de 2014
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Del libro:
Historia íntima de los
gobernadores de San Juan
de Juan Carlos
Bataller
1...,36,37,38,39,40,41,42-43,44,45,46 48,49,50,51,52,53,54,55,56,57,...84
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