El Nuevo Diario - page 36

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democracia
Añosde
confiaba mucho
en su instinto
JUAN CARLOS ROJAS
Un gobernador que
De hábitos simples, amante del
futbol, ex presidente del Club
Peñarol, cuando no lo obligaba
el protocolo, prefería una campera
o una remera al traje, aunque le daba
importancia a las corbatas de las
que tenía una buena colección.
A
diferencia de Escobar, Juan Carlos Rojas se
identificaba como peronista pero “no mene-
mista”. Es decir, mientras el riojano impul-
saba una profunda reforma del Estado privatizando
todo lo que estuviera a su alcance, en San Juan
Rojas resistía como podía y no seguía las imposicio-
nes que en materia económica dictaba Domingo Ca-
vallo, el superministro de la era menemista.
Caso curioso el de Rojas.
Por un lado los peronistas de cuna lo consideraban
un “hombre del palo”. Algo que no reconocían en el li-
cenciado.
Por el otro, no le perdonaban haberse aliado con
Bravo y Avelín, los dos eternos enemigos, para desti-
tuir a Escobar.
Los peronistas si hay algo que no aceptan es lo que
llaman “la traición”. Formados políticamente en la re-
sistencia, sabían que el enemigo estaba siempre
atento para quitarle el poder al peronismo. Quien se
aliaba con “los gorilas” automáticamente pasaba a la
categoría de enemigo.
Y el caso Rojas-Escobar era una prueba extrema.
Un peronismo
dividido
S
i bien, como hemos apuntado, Escobar no era
considerado un hombre del movimiento pero-
nista, la división de aguas había dejado a su
lado a militantes de indiscutida prosapia. ¿Quién
podía negarle ADN peronista a los Gioja, a José
Amadeo Conte Grand, a Guillermo De Sanctis, a Ro-
gelio Cerdera?
Pero junto a Rojas también habían peronistas
como José Ubaldo Montaño, Ruperto Godoy, Mar-
garita Ferrá de Bartol, José Augusto López, Quito
Martinez.
Fueron años muy difíciles para este peronismo de
corazón dividido.
A todo esto la gente, ese sector conocido como in-
dependiente, comenzó a tomar partido.
Y la gente no estaba de acuerdo en que volvieran
aquellos a los que no había votado.
Las marchas del escobarismo convocaban multitu-
des.
Y mientras, el gobierno de Rojas se desgastaba
sin el apoyo nacional.
La rebeldía del titular del Ejecutivo Provincial le ter-
minaría costando el cargo porque, a fines de 1994,
la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó
la inmediata restitución de Escobar como Gober-
nador desestimando el juicio político que lo había
condenado.
La gestión
de Rojas
P
ero… ¿Cómo fue Juan Carlos Rojas du-
rante su gestión?
En primer término veamos algunos datos
de su biografía.
Juan Carlos había nacido el 8 de enero de 1945 y
tras recibirse de abogado a fines de los años y tras
un fugaz paso juvenil por la política, volvió a militar
en el Partido Justicialista tras el regreso a la demo-
cracia, en 1983, como seguidor de José Luis Gioja.
Paralelamente se desempeñaba como abogado de
la Caja de Ahorro y Seguro.
Cuando Escobar fue sometido a juicio político,
Rojas apoyó su destitución. Asumió la goberna-
ción, en la noche del 17 de diciembre de 1992.
Para marcar una diferencia con Escobar, acudió a
la liturgia peronista y al uso reiterado de la marcha
peronista.
Esta imagen es del día del casamiento
de Juan Carlos Rojas y Amanda López.
Los dos cultivaron un bajo perfil.
Viernes 3 de enero de 2014
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Juan Carlos
Rojas asumió la
gobernación
reemplazando a
Jorge Escobar.
A su lado en la
imagen, Emilio
Mendoza.
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