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Viernes 22 de julio de 2016
V
ivir en el Barrio 2 de Abril se ha tor-
nado una odisea. Los robos y la in-
seguridad son moneda corriente.
Niños y mujeres que esperan el colectivo a
primera hora son despojados de sus cosas
como si nada. Además, hay algo que a los
vecinos del complejo habitacional los torna
impotentes: después de haber sido roba-
dos, los delincuentes se pasean por las ca-
lles del barrio mostrando lo que se llevaron
y burlándose. Como si fuera poco, también
les quieren vender algunos de los elemen-
tos que se robaron.
Karina Palacio es una reconocida profesio-
nal de la actividad deportiva. Hace siete
años que vive en el complejo 22 de Abril y
ya le robaron en ocho oportunidades.
Piden un puesto policial y más patrullaje.
—¿Cómo fue el último robo?
—Fue el martes 12 de julio. Se metieron a
la casa de una vecina que no tiene cerrado
el garaje y por allí ingresaron a mi casa. Se
robaron una máquina de cortar el césped
grande, un ventilador de pie pesado, cosas
que las tenés que sacar entre dos perso-
nas, no son fáciles de trasladar y además
estaban debajo de unas maderas que
tengo destinadas para hacer un placard.
En síntesis, tuvieron que trabajar bastante.
—¿Vos estabas en la casa o habías sa-
lido?
—Aprovecharon que había ido a dejar a mi
hijo a la escuela y que ese día mi hija salió
a realizar un trámite.
—¿Tenés indicio de quién puede haber
sido?
—Por lo general es la gente de la llamada
Villa Larga, Lote 53. No vienen de otros ba-
KARINA PALACIO CUENTA LA ODISEA DE VIVIR EN EL BARRIO 22 DE ABRIL
rrios, por lo general es gente de los alrede-
dores. Hemos tenido muchas reuniones
con el intendente, actual y anterior.
—¿Cómo podría solucionarse?
—Por lo menos pedimos un tráiler. Hemos
intentado tener una plaza y rompen los ca-
nastos, los prenden fuego, rompen las lu-
minarias, es daño permanente. Tenemos
cañizos que dan al Hogar de Ancianos y
por allí escondían cosas. Sacamos eso,
estamos cerrando con tela que nos dio el
municipio, íbamos a pavimentar y ya hay
gente que está vendiendo lotes para hacer
Karina Palacio indicando el lugar por dónde ingresaron los ladrones. Es el octavo robo que sufre en siete años en esa vivienda.
asentamientos y no hay una medida ur-
gente.
—Además del robo, ¿es cierto que
pasan por el barrio con lo que roban y
se burlan?
—El otro día un chico del Lote 53, de ape-
nas 15 años, paseando en la bicicleta de
un vecino mío al que le habían robado.
Cuando llamamos a la motorizada y le con-
tamos, dijeron que no podían hacer una
allanamiento por una bicicleta. Tal vez a la
máquina mía de cortar pasto, la pintan y te
ofrecen cortar el pasto con la máquina que
“Me robaron una cortadora de césped,
la pintan y me la quieren vender”
se robaron o quieren vendértela por dos-
cientos pesos.
—¿Se sienten impunes?
—Actúan con la seguridad de que nadie
les va a hacer nada. Hay gente que está
en la parada del colectivo a las 6 de la
mañana y les quitan mochilas, carteras y
hasta zapatillas.
—¿Cómo tratan de cuidarse?
—Si yo salgo, la vecina no sale y así nos
vamos rotando para poder salir y que no
quede la casa sin cuidado.
