E
l tema de la morosidad judicial es
motivo de fuertes debates en los
cafés cercanos a Tribunales, pero
rara vez se debate en los medios porque
muchos abogados tienen temor a represa-
lias. También en la Corte muchas quejas lle-
garon pero poco se hizo. En las
últimas semanas el máximo tribunal
ordenó auditar a todos los juzgados
de Primera Instancia para saber cómo
están trabajando y cuál es el estado de
las causas. Fuentes judiciales asegura-
ron que si bien las auditorías en juzga-
dos civiles, laborales y de familia
apuntan a saber cómo están los tiem-
pos con las audiencias, se sabe que si
se fijan audiencias para varios meses
hacia adelante, evidentemente hay
morosidad.
Si la Justicia llega tarde, no es Justicia.
Que una empresa pase diez años de-
mandada por un trabajador por un des-
pido o que ese trabajador pase esa
cantidad de tiempo reclamando un monto
de dinero que necesitaba en el mismo
momento en que lo despidieron, no es
justo. Tampoco es justo que el imputado
de cometer algún delito pase tres años con
prisión preventiva y que al cabo de ese
tiempo recupere la libertad solo por el hecho
de que no hay una sentencia en juicio.
Fuero Civil
S
egún los primeros datos, en el
fuero Civil hay juzgados que
están en mediano orden, alguno
que sobresale y otros que están en situa-
ción preocupante. Tres juzgados están en
la mira en este fuero: el Quinto, el Sép-
timo y el Octavo. En el Quinto Juzgado Civil
hay motivos atendibles que justifican la mo-
rosidad. Es el juzgado que tenía a cargo
Carlos Macchi, que fuera destituido por la
megacausa de las expropiaciones millona-
rias. Hasta que se designó a Carlos Fernán-
dez Collado como nuevo juez titular, varios
magistrados subrogaron pero ninguno tomó
decisiones de fondo. Es un juzgado que es-
tuvo más de un año sin juez titular.
En el caso del Séptimo Juzgado Civil, la mo-
rosidad podría deberse en parte a que la
jueza María Elena Videla estuvo con parte
médico durante un período considerable a
raíz de un problema grave de salud. Luego
se reincorporó y hasta el momento no ha
podido poner al día el juzgado.
Uno de los casos que más llama la atención
es la morosidad del Octavo Juzgado Civil.
Cuando Walter Otiñano asumió en reem-
plazo de Daniel Olivares Yapur, el juez sa-
liente manifestó que dejaba el juzgado al
día, incluso hizo un detalle de cómo estaban
las causas.
Como contracara, juzgados como el Pri-
Viernes 28 de abril de 2017
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PREOCUPA LA MOROSIDAD JUDICIAL EN SAN JUAN
Fuero de Familia
L
a situación de los juzgados de
Familia contrariamente a lo que
se especulaba cuando se creó
el Tercer juzgado de Familia, no está
para nada aliviada. A estos juzga-
dos les ampliaron la competencia y
ahora deben atender casos civiles
de menores y también adopciones.
A esto debe sumársele los casos
del llamado divorcio exprés,
que según reconocieron en
Tribunales no son “tan ex-
prés”. En este sentido,
un proceso de esta na-
turaleza que debe re-
solverse en 30 días o a
lo sumo en un plazo no
mayor de 45 días, está teniendo sen-
tencia en sesenta días.
Por el momento no hay morosidad, pero los
propios jueces reconocen que si no se les
otorga la triple secretaría, van camino a un
cuello de botella que indefectiblemente deri-
vará en una marcada morosidad judicial.
Fuero Penal
E
ste fuero es el más difícil para esta-
blecer la morosidad. Como primer
punto, el 75 por ciento de las cau-
sas es contra autores desconocidos, es
decir que en la gran mayoría de los casos
los jueces no investigan, de ahí la necesi-
dad de cambiar el vetusto sistema impe-
rante. Como segundo punto, tienen
prioridad las causas con detenidos. Los jue-
ces aducen a que les ingresan alrededor de
1.500 causas por turno y tienen turno dos
veces al año y cada cuatro años, tres tur-
nos. También aducen que mientras los pla-
zos para resolver la situación procesal de
los imputados de un turno corren, se inter-
pone con un nuevo turno.
Juicios laborales que duran 10 años. Faltan
peritos en el fuero Civil. Los plazos de la
justicia Penal son solo ordenatorios. Todos
coinciden en que la Corte es la gran responsa-
ble. La solución está a la vuelta de la esquina:
traer a la abogada que conduce el programa
“Caso Cerrado”, Ana María Polo.
Megacausa:
la denuncia penal fue ra-
dicada en los últimos días de octubre de
2010. Han pasado casi siete años y todavía no
se clausura la etapa de instrucción. En el
medio pasaron inhibiciones, recusaciones, tri-
bunales que debieron conformarse para tratar
esos incidentes y en caso de ser
aceptados, conformar otro tribunal
para que tratara una apelación.
Caso Lastiri:
pasaron casi siete
años para que la causa llegara a juicio.
La muerte del joven Hernán Lastiri a raíz de
que un conductor, Juan Pablo Abelín, lo llevara
por delante, pasó numerosas instancias de
apelaciones y otros recursos, como por ejem-
plo pedir la suspensión del juicio a prueba,
aunque la defensa sabía de la existencia de un
fallo plenario que impone a la persona que
mató conduciendo el juicio.
Caso Del Giúdice:
el psicó-
logo del Poder Judicial, Héctor del
Giúdice, fue imputado y procesado por
haber intentado llevarse sin pagar un CD
de un híper. El juicio nunca pudo reali-
Ejemplos de morosidad
preocupados a los cortistas, aunque aboga-
dos especialistas en materia laboral asegu-
raron que “el máximo tribunal sabía y lo
dejó jubilarse”. Otro de los juzgados labora-
les en la mira, aunque muy alejado de la re-
alidad del Sexto juzgado, es el Tercero
Laboral, a cargo de la jueza Mónica Estela
Rodríguez.
Como contracara, aparecen juzgados como
el Primero y el Quinto Laboral con expe-
dientes al día. Independientemente de esto,
en juzgados como los mencionados, un jui-
cio laboral demora como mínimo tres años.
Si se toma en cuenta cada una de las ins-
tancias de apelación, un juicio laboral para
que tenga sentencia firme demora alrede-
dor de diez años.
mero o el Undécimo Civil son los que se
presentan prácticamente al día. Para medir
la morosidad o para que la Corte tenga una
idea aproximada de la situación de cada juz-
gado se toman las fechas de las audiencias
a futuro. Cuánto más lejos estén fijadas las
fechas, más lento es el trabajo en el juz-
gado. No trascendió en cuál de los juzga-
dos, pero en uno de ellos ya se están fijando
audiencias para dentro de ocho meses.
Fuero Laboral
E
n el fuero Laboral la situación es
menos complicada, salvo el Sexto
juzgado, cuyo titular se jubiló recien-
temente, donde la morosidad y la acumula-
ción de expedientes dejaron muy
¿Si probamos con la doctora
Polo de Caso Cerrado?