—Si se sanciona una ley, pero no se
aplica, no sirve de nada.
—En España, se generó tanto debate social
que muchos pensaron que el permiso por
puntos ya estaba y empezaron a cumplirlo 6
meses antes. Luego se promulgó una ley
mucho más severa, declarando delito a al-
gunos accidentes. Entraron en la cárcel, por
ejemplo, un famoso torero que había ma-
tado a alguien bajo los efectos del alcohol.
En infraestructura se ha invertido muchísimo
en España, lanzada en la Unión Europea.
Hay más autopistas, con tránsito separado
que evitan los accidentes frontales.
—¿Cuántos años fueron necesarios para
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“
”
En San Juan, como
Argentina, los ajustes
se respetan mal. Hay
por ejemplo
semáforos en rojo
pero la gente pasa
Viernes 2 de junio de 2017
FRANCISCO APARICIO IZQUIERDO, INGENIERO EXPERTO EN SEGURIDAD VIAL
E
sta semana llegó a San Juan el direc-
tor del Instituto Universitario de Inves-
tigación del Automóvil (INSIA) de la
Universidad Politécnica de Madrid, España,
Francisco Aparicio Izquierdo, quien ofreció
una conferencia sobre “Factores de Influen-
cia en los Siniestros de Transito. El Caso Es-
pañol”, organizada por el Ministerio de
Gobierno de la provincia.
Ingeniero e investigador del tema vial, Iz-
quierdo habló con El Nuevo Diario sobre el
tema.
—¿Las personas son conscientes de que
de ellas depende su seguridad? A veces
los adultos tienen actitudes adolescentes
al volante...
—Hay algún investigador que ha dicho que
las personas conducimos como vivimos, es
decir que el que no es respetuoso con la
norma, el que no respeta a los demás, tam-
poco lo hace al volante. Ese es un aspecto y
el otro, que lo agrava, es que el vehículo es
una máquina que acumula muchísima ener-
gía y que tiene límites físicos y la formación
de la gente, en general, no es buena. La ma-
yoría toma bastante precaución y la expe-
riencia te va diciendo qué es peligroso o qué
puede serlo, pero hay otras personas que
unen a esas vidas no ejemplares un desco-
nocimiento también de la física y la máquina
y ahí es cuando se producen las situaciones
a veces trágicas. En España, por millón de
habitantes estamos en 36 muertes por acci-
dentes de tránsito y Argentina puede estar
en 130.
—¿Cuánto influye en los accidentes la
antigüedad del parque automotor?
—En España, el parque de vehículos segu-
ramente es el doble que en Argentina. Tene-
mos unos 30 millones y aquí probablemente
estén, no sé si a la mitad. Es verdad que
cuando aumenta el nivel de motorización de
un país, en cuanto a vehículos por mil habi-
tantes, cuando es más tradición en la pobla-
ción en general y no en algunos grupos en
particular, se va trasmitiendo un mejor uso
del automóvil y se producen menos acciden-
tes. Curioso, cuando aumenta la motoriza-
ción de un país, tiende a bajar el número de
víctimas. Los países que tienen muy pocos
coches tienen más víctimas por coche. In-
fluye la calidad, la antigüedad y mucho las
infraestructuras, pero el factor humano es lo
que más influye en todo.
—¿Cómo se previenen los siniestros via-
les?
—En España antes del ’89 hubo un pico de
muertos que llegó como a 10 mil. Hubo gran
alarma social. En el 89 sufrió una baja por-
que adoptaron medidas y sobre todo porque
se impulsaron por los medios de comunica-
ción. Luego tuvimos una meseta unos años
y la última baja que nos puso en el país
quinto del mundo. ¿Qué ocurrió? La socie-
dad maduró. Si no madura la sociedad, las
medidas que toman las autoridades o las
leyes van cayendo. En el 93 apareció una
ley que endureció las sanciones, bajó el nivel
de alcoholemia, se hicieron campañas y de
ahí se dio un cierto bajón. En el 2006, llegó
el permiso por puntos con un conjunto de
medidas de acompañamiento para hacerlo
efectivo.
“Conducimos como vivimos”
el cambio?
—En 6 años, del 2003 al 2009, bajó de 6 mil
muertos a mil y pico. Luego siguió bajando
porque se tomaron medidas nuevas, pero
hoy está la cúpula de la dirección de tráfico
reunida en Madrid pensando cerca de 150
medidas porque otra vez está subiendo la
cantidad de muertes.
—No es la primera vez que viene, ¿analizó
la situación en San Juan?
—No, pero tengo la impresión que la ciudad
tiene algunas limitaciones en señalizaciones,
en semáforos que son mejorables, algunas
glorietas... En general en San Juan, como
Argentina, los ajustes se respetan mal. Hay
por ejemplo semáforos en rojo pero la gente
pasa ¡pero si está en rojo! En España, si al-
guien está quieto, pasamos en el coche y no
nos paramos pero si alguien hace un pe-
queño movimiento, nos paramos. En Buenos
Aires, si el conductor ve que va a pasar un
peatón, acelera.
—Aquí, es alguien de la familia quien en-
seña a manejar a un adolescente, ¿debe-
ría hacerlo un profesional?
—Hay una relación muy directa entre el pro-
ceso de formación y los accidentes porque
hay una explicación que dice que adquirir
habilidades de control se hace muy pronto,
pero tienen mucha más importancia las acti-
tudes y eso ya son valores de la sociedad.
Cuando en una sociedad hay una actitud
muy favorable, se le da mucha importancia al
proceso de formación.
—¿La escuela debería enseñar educación
vial?
—Se dice que en la escuela debería haber
una materia de seguridad vial, pero debería
haber también una de una buena alimenta-
ción... La escuela debe fomentar la educa-
ción en valores.
—San Juan era la capital de la bicicleta y
ahora es de la moto. Algunos sociólogos
sostienen que los accidentes se produ-
cen porque la gente anda en moto como
si fuera bici, ¿lo considera así?
—No tengo elementos para pensar que esa
sea la razón. En principio los ciclistas y los ci-
clomotoristas, como los peatones, son los
usuarios vulnerables y cuando hay un tráfico
mixto, es una fuente de riesgo. En Madrid se
fomenta su uso porque ocupa menos espa-
cio, por la contaminación, etc., pero desde el
punto de vista de la seguridad, es malo. Todo
lo que sea heterogeneidad del tráfico cerrado
es un factor de riesgo.
—¿Por qué en lugar de prevenir es nece-
sario poner penas más graves?
—Si uno sabe que si comete faltas de una
cierta gravedad queda sin puntos en el per-
miso y deja de conducir o si sabe que si con-
duce bebido y /o mata a alguien va a la
cárcel, son medidas democráticas. Si usted
es rico o pobre va a la cárcel. La sanción
económica a los ricos les gusta mucho: Me
compré un Ferrari y si tengo que pagar al
año 20 mil pesos en multa lo pago y ya está.
¿Usted sabe la cantidad de muertos por año
por accidentes en Argentina?
—No.
—Entonces no sabe la magnitud del pro-
blema. Y no sabe porque no se ha dicho.
Son 15 mil al año. Entonces resulta que es
un dramón y a veces se conoce más a los
que han muerto en la explosión de Londres
que los que han muerto en el fin de semana
en la provincia. Si la gente supiera que en el
mundo están muriendo un 1.500.000 en el
tránsito y aquí 15 mil, más los que quedan
gravemente heridos, los que quedan en silla
de rueda... Es un drama humano.
El profesional español sostiene que quien
no respeta a los demás en la vida cotidiana,
tampoco lo hace al volante. Expresó que en
Argentina debería ser una tragedia que mueran
15.000 personas al año en accidentes de tránsito.
