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Viernes 9 de marzo de 2018
En el jardín
de El Nuevo
Diario, Itahisa
y Vita, Marina,
Melina y Dé-
vora, “las
Deolindas” ,
como se
dicen entre
ellas.
El stand del Ministerio de Turismo y Cul-
tura en la Feria Internacional del Turismo,
fue una fuerte experiencia para Dévora.
Melina Rodríguez atravesó muchas emo-
ciones mientras ensayaba su rol para el
espectáculo final de la Fiesta del Sol.
Marina Zeghaib en una escena de la película de Pepe de la Colina.
stand del Ministerio de Turismo y Cultura
en la Feria Internacional del Turismo, reali-
zada en Capital Federal.
“La gente se acercaba y me pedía cosas
al oído o me decía que gracias a mi
había conseguido su casa o el trabajo.
En la FIT, además de experimentar
mucha emociòn en cada pedido de la
gente, pude sentir lo que debe ser la
muerte, ya que cada día permanecía 7
horas aproximadamente, sobre las pie-
dras de utilería, sin poder moverme”.
Dévora tiene además una historia personal
muy fuerte relacionada con la Difunta.
“Cuando mi mamá se enteró que sería la
Difunta, me contó que mi papá le hizo
una promesa para casarse con ella. Es
que a mi abuelo le salió un trabajo
afuera y toda la familia tenía que irse de
San Juan, entonces mi papá le pidió a la
Difunta que, donde fuera, él debía ca-
sarse con mi mamá. A mi abuelo luego
no le salió el trabajo y acá estamos no-
sotras. Tengo recuerdo de haber ido de
chica, muchas veces a la Difunta con
mis hermanas y mi mamá”.
Dévora también interpretó el rol en la pre-
sentación del CD “Gracias, Deolinda. Hay
cumbia”, el pasado 19 de en el anfitetro El
Globito, en la exEstación San Martín.
Una gran oportunidad
M
arina Zeghaib tambien es baila-
rina de danzas árabes y tribal. El
año pasado, recibió una llamada
de Sebastián de la Colina quien le pedía
una entrevista. Al llegar al encuentro, se en-
teró que la habían citado para un casting.
Le contaron de la película que rodaría Pepe
de la Colina, pasó todas las pruebas y
quedó elegida.
“Soy muy devota de la Difunta y creo
que gracias a ella me llegó esta oportuni-
dad y también muchas otras que fueron
saliendo”
,
expresa la hoy la panelista del
programa A media mañana (Canal 8).
Siguiendo el camino de la Difunta, Marina
debió rodar la película en el desierto, cami-
nando la mayor parte del tiempo con un
bebé en brazos.
“Era una gran responsa-
bilidad, el bebé tenía calor, lloraba, había
que respetar sus tiempos. No es fácil tra-
bajar así”
, dice la joven que, impactada con
el rodaje, comenzó a estudiar cine este año
en la ENERC.
Un desafío
M
elina Rodríguez también baila
danza árabe y contemporáne. El
año pasado, no pudo inscribirse
en el casting de la Fiesta Nacional del Sol,
pero luego cuando buscaban protagonista,
la llamaron para audicionar.
“Fue un desafío personal, tanto que co-
mencé a estudiar teatro porque además
fui elegida como protagonista de un mu-
sical que se estrenará este año. Cuando
me llamó Marian Abraham, no me dijo
para qué rol era y fue muy fuerte cuando
quedé elegida”,
cuenta Melina, quien dice
que pasó por todos los estados de ánimo.
“Lloré mucho, sufrí, tengo las piernas
con moretones por los golpes, además
de lo que corrí sobre el escenario
(risas)
.
Sentí la fortaleza que tiene una mujer
cuando es madre. Para mi tampoco fue
fácil manejar un bebé, y eso que era de
juguete, pero pesaba como un bebé real.
A veces se me adormecía el brazo de te-
nerlo alzado todo el tiempo”
.
En las cuatro jóvenes, quedan cientos de
anécdotas para el recuerdo, pero para
todas, ser “las Deolindas” fue sin dudas
una experiencia única en sus vidas.
CORREA”
