la_cena_de_los_jueves2 - page 97

97
Argentina fue en una finca sanjuanina.
Dio la casualidad que un amigo estaba de carneo. Y nos fuimos
temprano al Médano de Oro.
Aprendieron a moler la carne, a picar cebolla, a hacer chorizos y
morcillas, a hornear pan y empanadas. Compartieron el mate y
el costillar a la parrilla; por primera vez en la vida supieron lo
que es ensillar y montar un caballo; anduvieron en una vieja ca‑
rretela y hasta saborearon salsa y dulce de membrillo caseros.
Cuando a la noche volvimos a la ciudad cansados y con olores
variados, nos quedamos tres horas charlando pues no se cansa‑
ban de expresar las sensaciones que habían vivido, de ver una y
otra vez las fotografías que tomaron, de comentar las alternati‑
vas de un día irrepetible para ellos.
Hace algunas semanas, un matrimonio español estuvo de visita.
El rumbo elegido fue Iglesia.
La primera parada fue en las viejas minas de Hualilán, donde
observaron las ruinas que allí quedan de las construcciones en
piedra, el viejo pique sur, las lagunas de deshechos, los restos
del sistema de transporte de agua. Hablamos de las explotacio‑
nes de oro de los incas, de los jesuitas, de los ingleses.
En el barreal que está bajando el Colorado se divirtieron condu‑
ciendo un auto a alta velocidad, compraron tejidos en Rodeo,
sintieron el viento en el dique Cuesta del Viento, comieron dul‑
ces de Tudcum, tomaron un baño en las aguas de Pismanta y
llegaron hasta el control de Gendarmería en la ruta a Chile,
para observar la cordillera nevada.
Al día siguiente viajaron a Calingasta.
Observar las estrellas en el Observatorio fue una buena expe‑
riencia pero no mayor que detenerse luego a un costado del ca‑
mino, sentarse sobre una piedra y observar ese cielo único en
La cena de los jueves
1...,87,88,89,90,91,92,93,94,95,96 98,99,100,101,102,103,104,105,106,107,...206
Powered by FlippingBook