la_cena_de_los_jueves2 - page 95

95
España tiene el museo del Prado, el Escorial, las cuevas de
Nerja o la catedral de Burgos. Pero cuando uno piensa en Es‑
paña, piensa también en una corrida de toros, aunque sea un es‑
pectáculo salvaje, en comer unas tapas acompañadas por una
cañas en un pequeño bar, en agasajar nuestro paladar con un
cochinillo de Segovia o disfrutar el colorido de las centenares de
fiestas pueblerinas.
Y si uno visita Italia, el país con mayor cantidad de atractivos, no
pensará sólo en visitar la Fontana di Trevi, el Coliseo o la galería
de los Uffizi en Florencia sino que se emocionará con escuchar la
misa en San Pedro, contratará un viaje en góndola en Venecia y le
pedirá una canzoneta al “gondolieri”, querrá probar algunos de
los vinos que han formado parte de su cultura durante tres mil
años o le parecerá divertido comprar un pedazo de pizza o un
sándwich de porchetta en algún puesto callejero.
Lo mejor nuestro –pongamos un hotel de primer nivel– es siem‑
pre pequeño comparado con los grandes hoteles internaciona‑
les. El mejor restaurante, difícilmente salga airoso en una
comparación con restaurantes de medio pelo de una gran capi‑
tal. Y la mejor ruta que nosotros podamos tener, no puede com‑
pararse a las autopistas que cubren toda la geografía de Italia,
España o Francia.
La Fiesta del Sol puede ser un atractivo local. Pero le puedo
nombrar miles de fiestas con maravillosos espectáculos, secula‑
res tradiciones y millonarias inversiones. Piense, por darle un
ejemplo, en las fallas valencianas, en la Oktoberfest que atrae 6
millones de turistas a Munich, el carnaval de Río de Janeiro, el
encierro de San Fermín…
Les cuento que me he transformado casi en un experto en mos‑
trar San Juan a turistas que vienen por primera vez y que pro‑
vienen de grandes ciudades.
La cena de los jueves
1...,85,86,87,88,89,90,91,92,93,94 96,97,98,99,100,101,102,103,104,105,...206
Powered by FlippingBook