vidriera
Un rey bajo toda sospecha
El ritual
Viernes 10 de mayo de 2019
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El monarca de Tailandia coronó reina a su
cuarta esposa, mientras la tercera está presa y
la segunda debió huir a los Estados Unidos.
La segunda esposa del actual rey
fue aparentemente una actriz porno.
Con ella tuvo cinco hijos, pero el matri-
monio se mantuvo como un secreto por-
que los funcionarios de la corte se
preocupaban por la reputación de Vajira-
longkorn. Cualquiera que haya sido el
desencadenante, se separaron en 1996
y el príncipe echó a su esposa junto con
sus cinco hijos. Ella tuvo que asilarse en
el Reino Unido y ahora vive en los
EEUU con sus hijos, que fueron deslegi-
timados.
Nadie volvió a pensar en Srirasmi
Sudawee, la tercera esposa, hasta
que el pasado 1 de mayo, Vajiralongkorn
(ya convertido en rey) oficializara su ma-
trimonio con la reina Suthida. ¿Y dónde
está Srirasmi?, preguntaron algunos in-
ternautas tailandeses. En Tailandia es
absolutamente conocida la tendencia
del rey, ahora coronado como un “Deva-
rajá” (semidios), a la ira, la violencia y la
venganza. El diario británico The Tele-
graph publicó años atrás un relato de
Rupert Christiansen, compañero del
príncipe en la Escuela Millfield en Ingla-
terra, quien contó que “todos lo aborre-
cían” porque se convirtió en un matón:
“Cualquier persona que muestre sig-
nos de debilidad o miedo podría ser
atacado sin piedad por él”,
dijo.
lll
A los 66 años, el antiguo “príncipe play-
boy” ya tuvo cuatro esposas: la primera
E
l primer ritual consistía en otorgar
el título real y los rangos reales a
los miembros de la realeza en el
salón del trono de Amarindra Vini-
chaya.
Primero Suthida, se postró
ante el trono del rey para ser ungida
reina. Posteriormente, el rey Rama X
montó en el palanquín o silla real e
inició la vistosa procesión por las ca-
lles de la ciudad, a fin de recibir los
buenos deseos del pueblo, que le
aclamaron entre vítores, banderas,
trompetas y cánticos como ‘Song
phra charoen’ (que significa ‘Viva el
rey’). Vestido con un traje tradicional
dorado y sombrero de ala ancha, el
monarca desfiló bajo la atenta mirada
de su esposa, que permaneció en un
palco.
E
n una espectacular ceremonia,
el rey Vajiralongkorn de Tailan-
dia se autocoronó como el dé-
cimo monarca de su dinastía,
colocándose a sí mismo una corona do-
rada de más de siete kilogramos, sím-
bolo del peso de las responsabilidades
que tiene un rey. La ceremonia, que
costó 31 millones de dólares, no se veía
desde hace 69 años.
Acto seguido, su cuarta y flamante es-
posa, una ex asistente de vuelo, ex
guardaespaldas real y coronel del ejér-
cito tailandés, Suthida, se postró ante el
trono del rey para ser ungida reina.
El protagonismo de la plebeya Suthida
en la coronación de su marido supuso
un ascenso fulgurante para una mujer
que sigue siendo un misterio para los
tailandeses, tan misterio como el des-
tino de la anterior esposa del rey, la ex-
princesa Srirasmi Sudawee.
Nacido en 1954, Vajiralongkorn tuvo
hasta ahora cuatro esposas.
La primera, impuesta por razones
de Estado, fue su prima hermana la
princesa Soamsawali, una mujer popu-
lar y querida por los tailandeses. En
1981 se firmó el divorcio, alegando que
ambos eran “desdichados”, aunque la
verdad es que el príncipe ya tenía otra
mujer. Ella aún posee su dote monár-
quico.
Suthida conoció a Maha Vajiralongkorn, entonces príncipe heredero, en el 2007, durante un acto caritativo. Ella era azafata y él, como piloto, estaba al mando de un avión de Thai Airways. Desde
entonces fue su guardaespaldas y generala del Ejército. El pasado sábado 1 de mayo se casaron, tres días antes de coronarse como Rama X. Arriba derecha: La primer esposa Soamsawali en
1977. Ella aún posee trato monárquico. Abajo derecha: Yuvadhida Polpraserth, la segunda esposa, obligada a exiliarse en EE.UU. Sus cinco hijos fueron ilegitimados.
(Fotos: Agencia EFP / Bangkok Post / Casa Real de Tailandia)
La novia Suthida se arrastra con su delicado vestido
de seda rosa por el piso hasta postrar su rostro frente
a los zapatos negros que rematan el uniforme blanco
del rey Vajiralongkor
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