El Nuevo Diario - page 17

Viernes 16 de septiembre de 2016
17
TUVIMOS TASAS INFERIORES A DOS DÍGITOS
¿Quién se comió
mis chocolatines?
hasta 1942, cuando el Banco Central
(creado en 1935) decidió emitir sus pri-
meros billetes propios. Pero todavía no
se trataba de billetes totalmente hechos
en el país, ya que la provisión de papel
especial y las planchas de metal graba-
das con las ilustraciones alegóricas o de
retratos de próceres argentinos, conti-
nuaban elaborándose en Europa.
Recién en 1951 se hizo el primer bi-
llete íntegramente impreso en el
país. Fue gracias a la incorporación de
técnicos italianos a la Casa de Moneda
argentina que fueron los que formaron
una escuela de grabadores que permi-
tieron confeccionar los diseños del papel
moneda sin depender del auxilio extran-
jero.
El 1° de enero de 1970 hubo un
cambio drástico en el país: apareció
el Peso Ley 18.188 ($ ley). Este nuevo
signo monetario vino a reemplazar al
peso moneda nacional, y el cambio gol-
peó duramente los bolsillos de los ar-
gentinos: 1 pesos ley equivalía a 100
Pesos Moneda Nacional.
El Peso Ley subsistió hasta 1983.
La inflación lo fue devorando. Llegó
a emitirse un billete de 1.000.000 de
pesos ley. En ese momento se decidió
cambiar nuevamente la moneda, y se
creó el Peso Argentino.
El Peso Argentino se creó mediante
el Decreto 22.707, durante la presiden-
cia de facto de Reynaldo Bignone. Otro
duro golpe para el bolsillo de la gente:
cada Peso Argentino equivalía a 10.000
pesos ley.
Pero el Peso Argentino fue la mo-
neda nacional que tuvo vida más
corta. En 1985 fue reemplazado por el
Austral, que llevó el nombre del plan
económico diseñado por Juan Vital Sou-
rrouille, ministro de Economía durante la
presidencia de Raúl Alfonsín.
El Austral (A) se convirtió en la mo-
neda de curso legal el 14 de junio
de 1985, cuando Alfonsín firmó el De-
creto 1.093 que ponía en marcha el
Plan Austral, que buscó contener la in-
flación. Cada austral equivalía a 1.000
pesos argentinos.
Al principio, el Plan Austral parecía
exitoso. Pero hacia 1986 la nueva
moneda comenzó a perder valor frente
al dólar y nunca más se recuperó. En
1989 el Austral se depreció 5.000%
anual con respecto al dólar. Y hasta se
emitieron billetes de 500.000 Australes.
En 1992, el Austral fue reemplazado
por el Peso. Cuando entró en vigen-
cia, cada Peso equivalía a 10.000 aus-
trales. Y era igual a un dólar. La
convertibilidad duró 10 años. Luego vino
la devaluación. Y las cuasimonedas (el
Patacón, el Lecop, entre otros, elimina-
das en 2003). Pero el mismo Peso sigue
siendo la moneda de curso legal.
M
e recuerdo niño. La niñez,
al menos para mi genera-
ción, siempre estuvo rela-
cionada con la escuela.
Y viene a la memoria un libro de lec-
tura de segundo grado.
El título de la lectura era
“El ahorro”.
Lamento haber perdido aquel libro
pero la lectura en cuestión explicaba
que el ahorro era la base de la segu-
ridad para el futuro.
¡Qué va!
Más que seguridad, era la base de la
felicidad.
Porque el ahorro era lo que nos per-
mitiría, según el libro, estudiar en una
universidad.
O iniciarnos en una actividad produc-
tiva.
O, cuando fuéramos grandes, poder
adquirir nuestro primer auto. O nues-
tra casa.
Y cuando llegáramos a viejos,
ese
ahorro es el que nos posibilitaría
vivir sin sobresaltos.
sss
En la escuela nos enseñaban a aho-
rrar.
La Caja Nacional de Ahorro Postal
entregaba a cada alumno su libreta
de ahorro.
Además, se repartían cupones donde
se pegaban estampillas que vendía
la Caja a través de las maestras.
Uno compraba una estampilla de 20
centavos y la pegaba en el cupón.
El cupón se llenaba
cuando uno
completaba 10 pesos moneda na-
cional en estampillas.
Los padres iban con ese boletín lleno
de estampillas a la Caja y allí nos
anotaban en la libreta de ahorro los
diez pesos a nuestra cuenta.
sss
Yo llegué a tener 156 pesos mo-
neda nacional en mi libreta.
¿Se imagina lo que es juntar 156
pesos comprando estampillas de 20
centavos?
Veinte centavos era lo que costaba un
chocolatín.
¿Cuantos chocolatines le quité a mi
niñez a cambio de un prometido fu-
turo feliz?
¿Cuántos chocolatines entregamos
todos los niños de la Argentina?
sss
Hace algunos años volví a encontrar
mi libreta de ahorro.
Ahí estaban los 156 pesos moneda
nacional, prolijamente anotados.
Simplemente por curiosidad fui a la
Caja de Ahorro y pregunté a un em-
pleado cuánto dinero podía haber en
mi cuenta.
El hombre sonrió y con un gesto que
yo traduje como
“¡qué boludo que
sos!”,
me dijo:
-Estas cuentas ya no existen. Se
cerraron todas porque no tenían el
depósito mínimo para funcionar.
-¿Cómo que no tenían el depósito mí-
nimo?
-Mire, cuando la inflación devoró
los pesos moneda nacional vinie-
ron los pesos ley.
-Sí, los recuerdo.
-Que también fueron liquidados por
la inflación, por lo que se crearon
los pesos argentinos.
-Ahá.
-A estos siguieron los australes.
-Efectivamente.
-Los australes nacieron con mayor
valor que el dólar pero cuando un
dólar llegó a 10 mil australes se los
cambió por los actuales pesos.
-¿Y?
-Si usted transforma los pesos mo-
neda nacional en los actuales
pesos verá que tiene que agregar
tal cantidad de ceros después de la
coma que no entran en un renglón.
-¿Entonces?
-Usted tendría millonésimas partes
de centavos... ¡Ante eso se cerra-
ron las cuentas!
sss
Esta fue la primera vez que me esta-
faron.
A los ocho años.
Lo hizo el Estado argentino.
Lo hicieron militares y civiles que se
creyeron capacitados para conducir
este país.
Unos en nombre del orden y otros de
la democracia.
Lo cierto es que unos y otros termina-
ron quedándose con mis chocolatines.
Y los chocolatines de millones de
chicos argentinos.
Fuentes
l
Candelaria de la Sota (Diario Clarin)
l
Wikipedia
l
Raul Veiga – Estrategas 2014
Escribe
Juan Carlos Bataller
s
s
s
s
s
s
s
s
1...,6,7,8,9,10,11,12,13,14-15,16 18,19,20,21,22,23,24,25,26,27,...28
Powered by FlippingBook