Viernes 21 de octubre de 2016
Juan y después de un año de trabajo
volvió a Córdoba para pedir la mano de
Irma, con quien se casó en 1960.
Durante tres años, el médico pediatra
viajó en colectivo y en su moto NSU,
por caminos de tierra, para visitar los
dos departamentos alejados. Luego co-
menzó a trabajar en el Centro de
Adiestramiento de Rawson, actual-
mente llamado René Favaloro, más co-
nocido como “la rotonda”, aparte de
tener su consultorio particular.
A la par de su vocación por la salud,
también estuvo siempre la de la mili-
tancia en el justicialismo. En 1973,
Carlos estuvo dentro de un reducido
grupo de médicos sanjuaninos que via-
jaron a Buenos Aires para recibir al ge-
neral Juan Domingo Perón, que
regresaba a Argentina después de su
exilio. Ese mismo año, una vez que el
peronismo pudo retomar su actividad,
formó parte del equipo de gobierno de
Eloy Camus y lo designaron como di-
rector del Centro de Adiestramiento. Si-
guió en ese cargo y repitió la función
durante el gobierno de Juan Carlos
Rojas. Allí se jubiló, para luego abo-
carse por completo a su consultorio
particular.
Por su trabajo en el centro de adiestra-
miento, en 1997, fue declarado médico
ilustre del departamento de Rawson
por el Concejo Deliberante de ese de-
partamento. Años más tarde, en 2014,
en reconocimiento a su trayectoria, la
Sociedad Argentina de Pediatría le en-
tregó un diploma como miembro vitali-
cio de la institución. Justo en ese
mismo año el Colegio Médico de San
Juan le entregó la medalla de oro por
cumplir 50 años en la profesión. Ade-
más, dentro del colegio fue nombrado,
en más de una oportunidad, para inte-
grar el Tribunal de Ética y el de Honor.
Aparte, Carlos junto a Irma participan
activamente dentro del Rotary Club.
Ella, que desde que se mudó a la pro-
vincia se siente una sanjuanina más,
es presidenta del Banco de Elementos
Ortopédicos, recibió numerosas distin-
ciones por su labor solidaria y 2015 la
municipalidad de Rawson la premió
como “La mujer solidaria” de ese año.
Además, ella fue una de las socias fun-
dadoras de Casa Shani.
Vocaciones compartidas
Carlos e Irma tuvieron tres hijos: Er-
nesto Rubén, Carlos Orlando y Enzo
Marcelo
. Después de hacer su prima-
ria en la Escuela Normal Sarmiento, y
el secundario en el Colegio San Fran-
cisco de Asís, los tres hermanos, de di-
ferentes maneras, siguieron con los
pasos de su padre.
Ernesto siguió la carrera de Contador
Público Nacional en la Universidad Ca-
tólica de Cuyo, así como Carlos se
formó para ser contador mercantil en la
Escuela Obreros del Porvenir. Dentro
del grupo América llegó a ser gerente
Notas preparadas por
Usted puede encontrarlas en
y
FUNDACIÓN BATALLER
de administración de América Mayo-
rista, gerente del Hotel Provincial y de
EMICAR S.A y socio gerente de Ameri-
can Advisor. Él se casó con Liliana
Edith Palacio y tuvieron dos hijos,
Vic-
toria Carla González Palacio
, que es
madre de
Faustino e Isabella Martín
González;
y
Octavio González Pala-
cio
.
Carlos heredó pasión por la política de
su padre y se dedicó por completo a
esa actividad, se casó con Alicia Kirby,
quien proviene de una familia de tradi-
ción bibliotecaria y llegó a ser la direc-
tora de la Biblioteca del Magisterio.
Ellos son padres
Ignacio González
Kirby
, que es fotógrafo y padre de Da-
halia y de
Lucila González Kirby
.
El menor de los hermanos, Enzo, si-
guió el camino de la medicina como su
padre, también formándose en la Uni-
versidad Nacional de Córdoba. Allí se
recibió de médico cirujano en 1992 e
ingresó por concurso en la residencia
médica en cardiología del Sanatorio
Allende, en Córdoba. Después tuvo el
privilegio de ser felow, es decir pa-
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Irma Iaiza y Carlos González Meyniel re-
cién casados, saliendo de la iglesia Ca-
tedral de Córdoba, en 1960.
Carlos González Mey-
niel junto a uno de sus
pequeños pacientes y
la madre de este, en la
década del setenta.
Los González Iaiza. La familia comparte un almuerzo cada sábado y esta es una de las imágenes de esas reunio-
nes. En la foto están Carlos González Meyniel, su esposa Irma Iaiza, sus hijos, nueras, nietos y bisnietos.
Los hermanos González Iaiza: Enzo, Ernesto y Carlos junto a su padre,
Carlos González Meyniel.
sante, en la Fundación Favaloro, es-
pecializándose en el post operatorio
de cirugía cardiaca. A medida que iba
consolidando su formación como mé-
dico cardiólogo, descubrió su otra
gran pasión, la gestión en salud. Fue
luego de que lo nombraran, al igual
que su padre, director del Centro de
Adiestramiento René Favaloro, entre
2003 y 2006 y luego secretario técnico
del Ministerio de Salud Pública, entre
2006 y 2011. Su función en esos car-
gos lo movilizó a hacer un posgrado
como especialista en sistemas de
salud y seguridad social en la Univer-
sidad I Salud. Pronto tuvo oportunidad
de volcar esa experiencia, ya que,
casi al mismo tiempo, entre 2011 y
2015 fue director del Hospital Marcial
Quiroga. A la par de su tarea en con-
sultorio y gestión de la salud, trabajó
en los primeros años de vida de la ca-
rrera de Medicina de la Universidad
Católica de Cuyo. Aunque tuvo que
dejar por otras exigencias, la docencia
es también otras de sus vocaciones.
Su compañera es Betania Gordo y es
padre de:
Valentina, Mateo y Bau-
tista González
.