El Nuevo Diario - page 5

—¿A qué se dedicaron en
San Juan?
Erico:
Estuve 7 años en la
constructora Walter Melcher
y después tuve mi taller de
herrería artística. Por ejem-
plo, el cerramiento de la ter-
minal y la carpintería de la
bodega Haggmann las hice
yo. Ahora estoy jubilado.
Federico:
Siempre estuve
relacionado con el campo:
viñatero, chacarero, olivicul-
tor, ajero... y sigo viviendo
en el Médano de Oro donde
cada tanto nos juntamos con
Erico y otros más a comer
un asado y a jugar al chin-
chón
.
—¿Qué sienten por Alema-
nia?
Erico:
Es la patria pero no
es la misma que dejamos.
Por suerte quedan valores
como la disciplina, la corte-
sía, la corrección, la lim-
pieza y la higiene.
Federico:
Y los estudios.
Hoy se lo considera analfa-
beto al que sólo tiene
hecho el secundario.
—¿Y cómo ven a San
Juan?
Erico:
Siempre me
gustó más allá que hay
cosas que nunca las voy a
aceptar como cuando hay
un cartel que dice prohibido
y no se lo respeta.
Federico:
Sin dudas, lo peor
de Argentina son los políti-
cos y lo mejor, los amigos,
los asados, el tinto, la cama-
radería y las hermosas mu-
jeres.
—Si pudieran hacer regre-
sar el tiempo hasta 1938,
cuando estaban por em-
barcar en el Graf Spee,
¿eligen volver a subir?
Federico y Erico:
Haríamos
lo mismo, sin dudas.
Alemania y San Juan
Viernes 29 de septiembre de 2017
1940 – Equipo de fútbol de tripulantes del Graf Spee
Esta fotografía fue tomada en el campamento de internación La Bebida, Zonda. Allí vivieron
cinco meses, durante los cuales desarrollaron distintas actividades, entre ellas el deporte,
tal como se aprecia en esta fotografía. También se dedicaron a la cría de cerdos y caballos.
Foto cortesía de Hugo R. Sochi (colección privada de Delia S. de Neumann, esposa del
Matrosenobergefreiter Gustav Neumann de la 3ª Div. del Graf Spee)
1942 – Ex tripulantes
del Graf Spee
en la ciudad
Su figura esbelta y ele-
gante no pasaba desa-
percibida cuando
paseaban por la ciudad
de San Juan. Los cinco
jóvenes de la foto son
parte del contingente de
cincuenta marinos ale-
manes internados en
esta provincia por dis-
posición del gobierno
nacional.
Foto cortesía de Hugo
R. Sochi (colección pri-
vada de Delia S. de
Neumann, esposa del
Matrosenobergefreiter
Gustav Neumann de la
3ª Div. del Graf Spee)
Por
Juan Carlos
Bataller
familias Bachmann y Trella donde esta-
ban sus hijos, hasta mucho tiempo
después.
-La orden era llegar al Atlántico Sur
sin ser vistos. El barco había sido
cargado para la guerra y todos está-
bamos perfectamente entrenados. El
primer inconveniente se presentó a
poco de partir: en el Mar del Norte,
había un bloqueo formado por bu-
ques de Inglaterra y Noruega. Lo pa-
samos de noche, con luces de barco
mercante-,
recuerdan.
s s s
Pronto todos sabrían cuál era la mi-
sión: capturar y hundir buques ingleses
con el fin de cortar abastecimientos vi-
tales para Gran Bretaña.
-El objetivo era capturar los barcos,
pasar los prisioneros y la carga al
Graf Spee y luego hundir la nave in-
glesa. Cada tanto, en puntos previs-
tos, nos encontrábamos con el
buque tanque Alt Mark, que nos su-
ministraba combustible y recibía pri-
sioneros-,
cuentan Trella y Bachmann.
En síntesis, como lo han denominado
algunos historiadores de la segunda
guerra mundial, el Graf Spee era un
barco corsario. La historia terminó con
el hundimiento del barco alemán y la
llegada al país de los miembros de la
tripulación.
s s s
Una vez llegados a Buenos Aires, los
miembros de la tripulación del Graf
Spee fueron alojados en el Hotel de In-
migrantes. Pronto se advirtió que tener
a mil marinos de un país en guerra,
perfectamente entrenados, podía ser
peligroso para un país no alineado.
Fue así como se resolvió internar a los
marinos en distintas provincias que,
necesariamente, debían estar alejadas
del mar.
La mayor parte de los marinos fue in-
ternada en Córdoba. En Mendoza se
radicó a 100 y 50 fueron traídos a San
Juan.
Llegan
a San Juan
L
os primeros tiempos, los cin-
cuenta marinos alemanes fue-
ron internados en Zonda, donde
s
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Federico Bachmann con
su uniforme de marino
Fedreico Bachmann, su esposa Vicenta Sastre y Erico Pedro Trella,
comparten un asado en El Nuevo Diario, con Juan Carlos Bataller, Ru-
fino Martínez, Dardo Bustos, Nelio Espínola y Silvia Plana
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