Viernes 18 de diciembre de 2015
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EMILIA COLOMBO DEJA SAN JUAN PARA ESTUDIAR ACTUACIÓN
“Volvería a ser reina porque gracias
a eso me salieron muchas cosas”
La modelo, actriz y desde hace
unos meses diseñadora de in-
dumentaria con título sueña
con hacer su carrera en la ca-
pital del país.
E
n julio pasado María Emilia Colombo
cerró una de las etapas más impor-
tantes de su vida. Terminó su ca-
rrera como diseñadora de indumentaria y
desde entonces comenzó a programar la
realización de un anhelo que tiene desde
chica: Vivir en Buenos Aires y estudiar ac-
tuación. Su sueño es poder entrar a la es-
cuela que tiene el reconocido actor
argentino Julio Chávez. A su vez, sabe que
para irse si o si tiene que encontrar un tra-
bajo en la capital del país y su mayor
deseo es poder entrar a la Casa de San
Juan, un espacio que conoció cuando fue
Reina del Sol. En medio de los preparati-
vos para dejar la provincia, en enero la mo-
delo representará a Argentina en el
Reinado Internacional del Café.
—¿Te vas para trabajar en la Casa de
San Juan y estudiar teatro?
—Es la idea, pero el trabajo lo estoy pe-
leando, todavía no pude tener la audiencia
con el gobernador. Hace bastante estoy
tratando que se me dé pero no hay nada
concreto todavía.
—Más allá de que trabajes ahí o no,
¿igual querés irte a Buenos Aires?
—Me gustaría estudiar en la escuela de
Julio Chávez, pero las inscripciones son re-
cién en febrero. Tengo que esperar un
poco para ver si entro, es difícil. Primero te
inscribís, después te llaman para una audi-
ción y una entrevista y después de todo
eso te dicen si entrás o no. Lo que quiero
es ir a probar, porque nunca viví en Bue-
nos Aires y siempre quise irme. Cuando
salí del colegio sentí que era muy chica.
Ahora ya me recibí –de diseñadora, en
julio — y estoy más segura de irme.
—¿Después de que te recibiste has
hecho trabajos como diseñadora?
—Estuve haciendo cosas en forma particu-
lar, porque estuve más enfocada con el
tema de Buenos Aires. Después de que me
recibí me fui a Buenos Aires y estuve enfo-
cada en eso y en enero me voy a Colombia,
a representar a Argentina en el Reinado In-
ternacional del Café. Van chicas de 25 paí-
ses.
—Si no entras a la escuela de Chávez,
¿igual te irías a Buenos Aires?
—Sí, eso lo tengo re decidido, lo que tengo
que ver es una segunda opción. Primero si
o si necesito trabajar y a mí me gustaría en
la Casa de San Juan. Yo conocí a Nilda (Fe-
rreyra, vicedirectora) y al director en 2013,
cuando era reina y eso siempre me inte-
resó. Sé que hay muchísimo trabajo en
Buenos Aires, hasta podés trabajar de ca-
jera, pero a mí me gustaría estar en con-
tacto con San Juan. Aparte lo que me
gustaba es que tienen muchas actividades
en la rural, siempre está el stand de San
Juan presente. Ahora se da la casualidad de
que me recibÍ, pero es algo que siempre he
querido. Y hace como tres meses fui a Bue-
nos Aires, dejé currículums, como para que
me tengan en cuenta, he hablado ya con
todo el mundo, falta que salga algo, ojalá
que se me dé.
—¿Te gustaría volver a presentarte como
candidata?
—No, eso no se puede. Aparte ya salí reina,
no solo fui candidata. Lo volvería a repetir
porque gracias a eso me salieron muchas
cosas, pero ya es una etapa terminada, si
haría cosas con San Juan, con Rivadavia,
pero ya no como candidata.
—Si te vas ¿dejás a alguien acá?
—Por ahora no, estoy sola. Seguramente
voy a extrañar y aparte acá estoy en mi
zona de confort, por así decirlo, tengo mi
auto, mis amigos, mi familia, mis cosas. Yo
no me llevaría el auto, pero es para probar.
Capaz que sea un mes y me vuelva, o un
año y me vuelva.
—¿Dónde te gustaría llegar?
—Me gustaría poder estudiar actuación y
terminar. No me gustaría ser una actriz me-
diática, me gusta mucho el cine, me gusta-
ría también hacer algo de diseño. Todo tiene
que ver y va de la mano. Y, más allá de lo
que pase con la Casa de San Juan, siempre
me gustaría estar relacionada con San Juan
en algún punto.
Emilia planea irse a Bue-
nos Aires a principios del
próximo año pero, antes,
viajará a Colombia.
“
”
Seguramente voy a
extrañar y aparte acá estoy
en mi zona de confort.
Capaz que sea un mes
y me vuelva, o un año y
me vuelva.