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Viernes 19 de febrero de 2016
SUFRIÓ UN TERRIBLE ACCIDENTE A FINES DEL 2015
Valle junto a sus hermanas, María Josefina, María Delfina y María Micaela.
que me acompañaba la Virgen del Valle”
día 2 de marzo. Ahora esto está pos-
puesto hasta que los médicos lo autoricen.
Lo que sí cambió mi vida fue ver las cosas
desde otra perspectiva. Recuperé afectos,
valoré cada detalle de los que me acom-
pañaron y valoré la contención de la fami-
lia; me hizo pensar mucho más en la
seguridad y los temas de salud, los que
me parecían que a mí nunca me tocarían.
Creo mucho más que antes que las cosas
materiales van y vienen pero lo importante
es la salud, la alegría, el amor, la familia y
la amistad. Me sentí feliz, contenida por
tantos amigos y gente querida. Me di
cuenta que uno cosecha lo que siembra
en las relaciones con la gente. A pesar del
accidente, creo que salgo de esta más for-
talecida, más madura, más agradecida.
Me siento hoy con la capacidad de com-
prender mucho más a mis padres. Pienso
equipo profesional y muy humano.
—¿Cómo será la rehabilitación?
—La rehabilitación es variada, ejercicios
de respiración para recuperar el tamaño
de los pulmones, que ya pase. Otra reha-
bilitación para recuperar la movilidad de la
muñeca y, la más complicada, la recupe-
ración de la movilidad y la musculatura de
mis piernas que de tanto estar en cama
se ha consumido. ¡Aunque como mujer al-
gunas me envidian lo flaca que estoy!
(risas)
—¿Cómo se modificó tu vida a partir
del accidente?
—El accidente cambió mi agenda. Yo me
había ido a vivir a Londres, desde donde
regresamos con mi novio para pasar las
fiestas y terminar mi tesis y regresaba el
sándwiches de jamón crudo con pan ca-
sero, no me hubiera cruzado el camión y
por eso él se siente culpable. ¡Eso dice jo-
cosamente! Es muy importante destacar
que me salvé por tener el cinturón de segu-
ridad abrochado y que el auto tenía airbag.
También que el auto se comportó como co-
rresponde ya que mi lado quedo tan com-
pactado que desapareció el motor y no se
metió en el habitáculo sino que se com-
pacto y cayó evitando que mis piernas que-
darán entre hierros retorcidos. El auto tiene
ahora 15 o 20 cm de frente del lado del
acompañante.
—¿Cuál fue el diagnóstico?
—Me internaron en la excelente clínica El
Castaño, donde después de 5 días de te-
rapia, pues tenía colapsados los pulmo-
nes (neumotórax bilateral) y ya
estabilizada, me operaron de una fractura
en la muñeca (el radio) y me pusieron
una placa. También me operaron de la
cadera y me pusieron algunos clavos y
tornillos. Mauricio Molina fue el traumató-
logo e hizo un excelente trabajo. Estuve
internada 2 semanas, con el sacro que-
brado que debe soldar solo y luego me
dieron internación domiciliaria por otras 3
semanas. Después me permitieron volver
a Buenos Aires, pero para seguir con re-
poso otras 3 semanas. Y aquí estamos.
Si Dios quiere la semana que viene em-
piezo ya la rehabilitación. Mi agradeci-
miento a todo el personal de la clínica,
desde los doctores Stoermann. Chávez y
Piriz hasta el personal directivo, adminis-
trativo, doctores, enfermeros (mi querido
Ernesto), kinesiólogos, personal de lim-
pieza y cocina, una gran familia, un
“
”
No creo que mi
accidente haya sido tan
tremendo pues sé que
hay muchos que la han
pasado y la pasan peor
que yo. Muchos sin
accidentarse y producto
de una enfermedad. En
la terapia vi gente sufrir
y morir. Es duro pasar
por ello. Eso te hace
valorar la vida.
Me aferré a una señora a
la que hice subir a la am-
bulancia, le tomé la mano
y la hice acompañarme
hasta Caucete... Nunca
supe su nombre ni la
volví a ver así que ojalá
sirva esto para agrade-
cerle su contención. Fue
una gran compañía.
“
”
Cartel de despedida de la clínica.
como sería yo como madre.
—¿Por qué decidiste contar paso a paso
tus avances en las redes sociales?
—Yo tengo actividad en las redes sociales
desde siempre, pero fue tal la cantidad de
llamados, mails, mensajitos. Whatsapp que
me era imposible contestar a cada uno de
mis afectos. Así que decidí ir contando por
las redes mis estados y agradecer a cada
uno por su cariño. No creo que mi acci-
dente haya sido tan tremendo pues sé que
hay muchos que la han pasado y la pasan
peor que yo. Muchos sin accidentarse y
producto de una enfermedad. En la terapia
vi gente sufrir y morir. Es duro pasar por
ello. Eso te hace valorar la vida. Mi objetivo
ahora es recuperarme, terminar la tesis, a
la que le queda casi solamente imprimirla, y
volver a Londres con mi novio. Pero lo más
importante es ser feliz y disfrutar la vida. No
soy ejemplo de nadie, solo una chica agra-
decida de lo que me tocó vivir y los afectos
que tengo. Eso se lo hago saber a lo que
me rodean.