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Viernes 2 de septiembre de 2016
D
esde hace un tiempo, la cantidad
de servicios que ofrecen los bancos
es tal, que cualquier cliente debe
estar atento tanto a los recibos de sus ha-
beres como a los resúmenes de cuenta de
las tarjetas de crédito, porque abundan los
casos en que luego de un tiempo se descu-
bre que existen descuentos de los que se
desconoce el motivo.
La mayoría de las veces, estos servicios
son ofrecidos a través de llamadas telefóni-
cas y en general, los más afectados suelen
ser los jubilados. Los beneficios ofrecidos
pueden ir desde un seguro de salud, para
el hogar o para el auto, también por robos
en los cajeros o la sustracción de carteras,
hasta la entrega de una nueva tarjeta de
crédito o préstamos en efectivo.
El calvario comienza una vez advertido el
descuento. Cuando el damnificado se co-
munica a teléfono dejado de referencia,
generalmente un 0800, le resulta imposi-
ble dar de baja al servicio no solicitado y
cobrado, y muchas veces debe recurrir a
Defensa al Consumidor o a la contratación
de un abogado privado para resolver el
conflicto.
LOS JUBILADOS SON LOS MÁS DAMNIFICADOS
El abuso de los bancos en cobrar
servicios que nunca se solicitaron
—¿Qué ocurrió con tu mamá?
—Mi madre es una persona mayor, con
problemas auditivos, siempre reclamaba
por los descuentos en su jubilación, que es
la mínima. Al comenzar a pedir explicacio-
nes al banco nos derivaron a un 0800, me
comuniqué y al advertir que era un servicio
que no había solicitado, el operador trató
de disuadirnos y nos ofreció otra serie de
coberturas. Nos negamos y luego de varios
minutos, conseguí que le diera la baja.
—¿Dejaron de descontarle?
—A pesar del trámite, mi madre advirtió
que los descuentos seguían, por lo que
nuevamente hicimos el reclamo. Al comen-
zar a revisar los cupones, era un monto im-
portante. Insistí con el pedido, advirtiendo
que iniciaríamos acciones legales, ahí se
me informa que se iba a dar la baja y que
podía pasar por el banco, donde estaba la
grabación con la aceptación del servicio.
Con mi madre fuimos al banco.
—¿Escucharon la grabación?
—Escuchamos cuando una persona le
dice que es del Banco San Juan, que han
implementado un seguro de hogar. Le pre-
guntan si es la titular de la cuenta, a lo que
dice que sí, pero en ningún momento
acepta el seguro. Le preguntan sobre las
—¿Qué pasa con estas llamadas te-
lefónicas desde entidades financie-
ras?
—
Es muy común
. S
e abusan de la
inocencia, se podría decir, de los jubi-
lados. Quizás es gente que no puede
entender todo lo que les dicen, enton-
ces las entidades después utilizan la
información que les sacan para des-
contarles un seguro. Y otro caso que
es muy común, es que cuando van a
firmar formularios, terminan firmando
una afiliación o una autorización para
un descuento. Después vienen las
sorpresas porque por ahí el jubilado
no tiene el recaudo de mirar su recibo
de sueldo y le empiezan a aparecer
una serie de ítems de descuentos, le
cuenta a la familia y empieza el pere-
grinar. Además, cuando uno llama por
un reclamo a un 0800, le dicen que
por seguridad, esta llamada puede ser
grabada o sea que si le conviene a la
empresa, se guarda; si no, no hay
pruebas. En este caso quedó la
prueba.
—Esta señora es jubilada y cobra la
mínima y le sacan 90 pesos por
cerraduras de la casa, si tiene rejas, cómo
se ingresa. Información que no debió dar,
no midió el riesgo.
—¿Nunca aceptó el seguro?
—Les advertí que en la grabación nunca
aceptó el seguro, que iniciaría acciones le-
gales y solicité copia de la grabación. Vino
la encargada del área, me dijo que era la
rutina que tenían los operadores, ante la
amenaza de judicializar el hecho, porque
tampoco figura el código del concepto de
descuento, la situación cambió y me dijo
que le darían la baja y le reintegrarían el di-
nero. Ahora estamos esperando eso.
mes. Si se multiplica por miles de
jubilados, es una cifra impresio-
nante a fin de año...
—
Hay que poner en conocimiento de
la gente que cuando advierta estas
maniobras, automáticamente debe pre-
sentar una nota en ANSES expre-
sando su voluntad de que no le
descuenten. Quizás se demore uno o
dos meses, pero ANSES articula y le
da de baja al descuento.
Omar Cereso, presidente de la Mutual de la UNSJ
“Mi madre en ningún
momento aceptó el seguro”
Carlos Lorenzo, abogado
“Debe presentar una nota en
ANSES para que no le descuenten”