El Nuevo Diario - page 5

Jamás será lícita
ni moral el
aprovechamiento de
una posición de
superioridad o de
un estado de
vulnerabilidad
hay que valorar esas inconductas
desde la lógica más elemental.
Por cierto descargar responsabili-
dades en el diablo resulta ser mo-
tivo de furia para la gente y un
llamado a prudencia y al realismo. Si
no tienen nada inteligente que decir
mejor cerrar la boca.
Viernes 9 de noviembre de 2018
(*) Fiscal General de la Corte de Justicia
Ex Presidente del Consejo de Procuradores, Fiscales, Defen-
sores y Asesores Generales de la República Argentina
Ex Presidente del Consejo Federal de Política Criminal de los
Ministerios Públicos de la República Argentina
Ex Presidente del Foro de Abogados de la Pcia. de San Juan
Soy de los que sostengo que cada
uno es libre de opinar lo que crea
sobre diferentes temas, eso sí, a con-
dición de mantener coherencia y se-
riedad conceptual.
Así si se predica la separación de
la Iglesia del Estado, después no
puede criticar la inconducta de un cura
tal si fuere un funcionario público. Esa
inconducta, en cuanto no constituya
delito, es un tema interno de esa de-
terminada comunidad religiosa.
Lo que agrava, en todo caso la in-
conducta es el aprovechamiento de
una posición de privilegio frente a la
víctima o, dicho de otro modo, el
aprovechamiento de una situación de
vulnerabilidad de esta.
Ello ocurre, también, en el caso de
un preceptor, de un maestro, frente
a menores de edad o, por ejemplo, de
un ginecólogo frente a su paciente.
Es decir, es necesario, casi impres-
cindible, comenzamos a concep-
tualizar las posiciones, caso contrario
vamos de extremo a extremo sin
pausa alguna.
Si no conceptualizamos termina-
mos hablando de la pollerita de la
niña, del escote de la remera, de la
sexualidad del niño, del físico de la
víctima o hasta de sus gestos,
todo propio de desconceptualizados
o filósofos baratos de café.
Jamás será lícita ni moral el aprove-
chamiento de una posición de supe-
rioridad o de un estado de
vulnerabilidad, sea cual fuere el motivo
o la causa, ese es el prisma con el que
s
s
s
s
s
s
s
s
algo de alguien
Escribe
Gustavo Ruckschloss
Mirar y
hacer para
adelante y, si
por ahí, se nos
cuelga algo que fue
pero ya no es, pues,
que cuelgue.
Dinámica vital
E
n esta vida cargamos cosas
que fueron y ya no son; que sir-
vieron pero ya no. Son muchas
y algunas se juntan, se acumulan y
otras van mutando conforme a las cir-
cunstancias. Algunas tienen mezcla
de lo afectivo-sentimental-material tan
trascendente en nuestras vidas como
aquel destartalado y maltrecho oso de
peluche o la muñeca inválida en algún
caso o aquel autito que ya ni ruedas
tiene pero que cada vez que lo encon-
tramos en el cajón de las cosas viejas
nos retrotrae a tiempos lindos y nos
impregna de nostalgias. Por allí trope-
zamos con aquella primera computa-
dora, esa con la que aprendimos los
primeros pasos y que muy pronto
quedó superada pero que por ahí nos
dan ganas de enchufarla y recordar,
imaginar el pasado.
Llevamos de todo dentro nuestro,
como por ejemplo la imagen del pai-
saje y las circunstancias de aquellas
primeras vacaciones en familia. Tanto
el lugar como las personas ya no son
lo que fueron. Algunas, ni son. Aque-
llas peras del árbol de Don Juan
Grande, que nos parecían riquísimas,
hoy ni siquiera nos atraen cuando pa-
samos por aquel lugar. Hasta noso-
tros fuimos de alguna manera y hoy
no. Jugábamos al fútbol bastante bien
y hoy las coyunturas nos lo impiden.
Escribíamos bastante bien poemas y
zonceras y hoy las neuronas nos lo
impiden….y tantas cosas más que
hoy las hormonas nos lo impiden.
Ahora bien, frente a esto se pueden
adoptar varias actitudes: una es tirar
todo lo que se pueda para limpiar.
Seleccionando lo realmente valioso,
cosa bastante difícil. Otra es asumirse
conforme y dejar todo como está, sin
que nos preocupe nada. También se
puede uno sentar en la hamaca, un
atardecer y con una bebida espiri-
tuosa, llenarse de nostalgias y disfru-
tar de esos momentos que son
geniales.
Todo este profundísimo análisis me
lleva a pensar que lo que sea que ya
forma parte del pasado y que, como
tal, tuvo su valor, pero hoy debemos
“fabricar” los próximos recuerdos.
Mirar y hacer para adelante y, si por
ahí, se nos cuelga algo que fue pero
ya no es, pues, que cuelgue. No mo-
lesta y de vez en cuando nos recuerda
que la vida es más dinámica de lo que
nos damos cuenta,...por suerte.
Razonando con coherencia
temas de la justicia
Escribe
Eduardo Quattropani*
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