El Nuevo Diario - page 9

más el trato de padre e hijo. Cuando lo
comienzo a entender, ya no estaba, se
murió.
—¿Y tu mamá cómo era?
—Mi mamá era…. mi mamá fue la
mentora de que yo fuera periodista.
Cuando comencé con la idea de ser
periodista fue la que me apoyó. Mi viejo
no quería saber nada porque decía que
era un trabajo de vagos. Él decía que
para triunfar en la vida tenías que tener
un oficio, quería que fuera chapista,
mecánico, pintor de autos… Y mi vieja
dijo “no, usted va a ser lo que quiera”.
Entonces puso una mercería y con eso
me bancaba la facultad. Cuando le
llevé mi primer sueldo que cobré en
Radio Colón mi mamá era una fiesta.
Pero además era una persona que
vivía… a ella no le gustaba la televi-
sión, le gustaba la radio. En ese mo-
mento a las 12 de la noche se
terminaba la programación de las ra-
dios de San Juan y enganchaba una
emisora chilena. Y ahí se quedaba es-
cuchando. Para ella era fundamental.
Pero además conocía las formaciones
Viernes 30 de noviembre de 2018
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s
de los equipos y demás.
—¿Le gustaba el deporte?
—Le encantaba. Cuando yo empecé a
relatar ella escuchaba mis transmisio-
nes. Y cuando la iba a ver, porque fui
muy mamero, siempre me decía “hoy
no estuviste bien, estuviste muy flojo.
Te cansaste en el segundo tiempo”.
¡Era un espectáculo!
—¿Todavía vive tu mamá?
—No. Falleció de cáncer y vivió con
esa enfermedad durante tres años pero
con una gran valentía. Hablábamos de
cáncer en mi casa como si habláramos
de un resfrío y ella dijo “no, la vamos a ir
peleando, la vamos a pelear hasta que
Dios diga que hay que partir”.
—¿Cuántos hermanos eran ustedes?
—Tengo una hermana nada más y tene-
mos una relación estupenda. Cuando mi
madre falleció yo ya estaba separado y
ella empezó a cumplir la función de
mamá porque, por ejemplo todos los
días me esperaba con la comida. Yo
vivía solo pero ella quería que fuera a
comer. Mi hermana es estupenda como
mujer. Somos una familia muy chiquita
pero hoy tenemos una relación tal que si
no nos hablamos un día ya nos preocu-
pamos, ¿qué pasa que no me llamó?
—¿A qué escuela fuiste?
—Comencé lógicamente en la que es
hoy la Escuela América, hice primer
grado, y después en la escuela Gabriela
Mistral, en la rotonda del Barrio Raw-
son. Cuando me recibí comencé el se-
cundario en el Colegio Nacional
Monseñor Pablo Cabrera y se creó el
Colegio Nacional de Rawson. Los que
vivíamos en Rawson teníamos que ir a
ese colegio, así que soy la primera pro-
moción del Nacional de Rawson.
—¿Y qué deportes practicabas en
esa época?
—El fútbol y el básquet. Los días martes
y jueves jugábamos al básquet, en Luz
y Fuerza, donde es la sede, en Trinidad.
Cómo lo vi
ENTREVISTAS Y ALGO MAS...
s uno de los últimos exponentes en actividad de lo que fue la radio más impor-
tante del interior del país.
Empezó de abajo, bien de abajo. Y para cumplir el sueño de ser periodista de-
portivo tuvo que pasar por varios oficios. Desde atender el teléfono hasta en-
cargarse de la limpieza cuando hacía falta.
Los años pasaron y hoy Mario Castro es un referente del periodismo en San
Juan. Y como tal les explica pacientemente a las nuevas camadas que la teo-
ría está muy bien pero para llegar a ser un buen profesional y ser respetado y
querido por la gente hay que ponerle muchas horas, mucha pasión, mucho es-
fuerzo y mucha vida a este maravilloso oficio.
JCB
En la Difunta Correa, junto a su tía teresa Castro, su primo Alfredo Castillo, su mamá y su
hermana Laura
E
9
l
Está separado y
tiene dos hijos que
han cursado carreras
universitarias, Vanesa
y Maxi, que sigue sus
pasos como relator.
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